El amateur que destroza récords en Strava reta a Pogacar mientras busca equipo: "Quiero ser gregario en una gran vuelta"
El canadiense Jack Burke atiende a Relevo tras conquistar el KOM (King Of the Mountain) de Strava en el Stelvio y el Mortirolo, dos de los puertos más legendarios de los Alpes.
Tras rozar la pobreza más absoluta en Austria, donde reside desde 2020, cuando soñó con ganarse el pan como ciclista profesional en Europa, Jack Burke ha sufrido suficientes idas y venidas como para protagonizar una película de cierto éxito en taquilla. En enero de 2023, y después de encadenar malandanzas en un puñado de equipos de categoría Continental, es decir, de la segunda división del ciclismo mundial, este canadiense sufrió un atropello que estuvo cerca de costarle la vida. Meses después consiguió rehacerse y, sin dejar de entrenar, publicó su propio libro para ayudar a los más jóvenes a dar el salto en un deporte en el que la precocidad adquiere cada vez más relevancia. Ahora, justo cuando el pelotón descansa y mira de reojo a un mercado de fichajes siempre convulso, Burke ha destrozado el récord de Strava en dos de las ascensiones más legendarias de los Alpes: el Stelvio (21,9 kilómetros al 7,1% de pendiente media) y el Mortirolo (12,2 kilómetros al 10,7%). "Tadej Pogacar, voy a por ti", bromeó en sus redes tras una hazaña que esconde la meta de toda una vida. "Quiero una oportunidad en un equipo WorldTour".
¿Cómo se te ocurrió la idea?
Pues mira, aunque esté fuera del profesionalismo, he tenido un año bastante bueno con la bici. Empecé a entrenar en mayo y he podido ganar todas las carreras amateurs en las que he participado hasta el final de mi temporada, en septiembre. Claro, yo había alcanzado mi pico de forma justo ahí, entre agosto y septiembre, así que decidí probar en la Zwift Academy, pero por desgracia no pude pasar los cortes iniciales. Fue un poco frustrante, no te voy a engañar, porque me sentía en buena forma, pero seguí entrenando y se me encendió la bombilla. Llevaba años quedándome en Livigno para entrenar en altura y había visto el registro de Nibali en el Mortirolo, así que pensé, por qué no voy y me pruebo a mí mismo.
Pero antes llegó el Stelvio.
Sí, exacto. Fue mientras probaba suerte en la Zwift Academy, donde, siendo sincero, nunca llegué a encontrarme bien. Hablé con mi entrenador y le dije, mira, voy a descansar mañana y luego voy a ir a probarme al Stelvio. Quiero saber dónde está mi verdadero nivel ahora mismo.
Y estableces el récord con más de un minuto de margen sobre Jai Hindley, ganador del Giro de 2022.
Fue increíble. Al terminar, el colega que me acompañó grabó un vídeo terrible de apenas unos segundos en el que se me veía congelado, levantando la bicicleta y celebrándolo. Lo subimos a Instagram y aquello fue un bombazo, hasta el punto de que a día de hoy acumula más de 415.000 visualizaciones en la plataforma. Una locura.
Y unas semanas después, repites la gesta en el Mortirolo.
Aquello fue diferente, porque lo hice sin nadie que me acompañara, completamente solo.
"Metí la bici en el coche y conduje cuatro horas hasta los pies del Mortirolo"
Ciclista¿Cómo?
Pues mira, estuve muy cerca de ni siquiera intentarlo. El día de antes pensé, bah, voy a dejarlo pasar, no creo que ahora mismo tenga las piernas para conseguir superar el récord de Nibali. Sin embargo, me convencí a mí mismo y cambié de opinión. A la mañana siguiente, metí la bici en el coche y conduje cuatro horas desde Austria hasta los pies del Mortirolo. Hacía un frío terrible, así que calenté unos minutos y empecé a rodar antes de comenzar mi asalto al KOM [King Of the Mountain, término que utiliza Strava para definir a los poseedores de los récords en los puertos de montaña].
Al final, es una carrera contra el tiempo. Tu único objetivo era batir el récord de otra persona.
Sí, exacto, como una contrarreloj. Los primeros 15 minutos los sentí muy fáciles. Estaba pletórico, pero me decía a mí mismo, no te confíes, que esto va a ser un esfuerzo prolongado durante 45 minutos... ¡No la cagues!
Y no lo hiciste.
Es que me sentí genial en todo momento. ¡Iba hasta sonriendo! Fue increíble. Me decía, sigue así, no bajes el ritmo y cuando queden los diez últimos minutos, aprietas al máximo. Al final, conozco esa subida a la perfección. La he hecho tantas veces que me sé cada curva de memoria. Es más, en esas últimas curvas de herradura llegué a tocar el freno porque iba volando. Eso sí, pasó algo bastante loco. A dos kilómetros de la cima, cuando ya sabía que estaba en tiempo de batir el récord, me encontré que había obras y la carretera estaba cortada. Claro, cuando lo vi dije, no puede ser. ¡No me lo creo! Por suerte, pude esquivar los camiones y superar ese tramo sin grandes complicaciones, pero créeme, mis pulsaciones se dispararon en ese momento. Si no hubiera batido el récord por las obras, creo que me hubiera enfadado muchísimo.
Cuando terminaste, ¿sabías que tenías el récord?
Sí, lo intuía, porque miraba el potenciómetro de reojo y lo tenía controlado, pero no sabía exactamente por cuánto. No lo supe, de hecho, hasta que subí la actividad a Strava, ya de vuelta a casa.
"Cuatro equipos WorldTour se han puesto en contacto conmigo desde el récord"
CiclistaDespués de otras cuatro horas de coche, claro.
Sí, eso es [ríe]. Cuando llegué a la cima, no había nadie. Estaba allí, solo, con un frío tremendo. Me di la vuelta, bajé por donde había subido y me metí en el coche para ponerme el abrigo e ir de vuelta a casa. Fue un poco paliza hacerlo todo el mismo día, más aún con el clima de noviembre, pero mereció la pena. Me encanta hacer este tipo de cosas.
En realidad tu gesta esconde algo más. Cuéntanos, ¿cuál es tu objetivo con todo esto?
Solo busco una oportunidad en un equipo WorldTour. Nada más.
¿Te ha contactado alguien?
Desde que subí la ascensión al Mortirolo, hay cuatro equipos WorldTour que se han puesto en contacto conmigo para interesarse por mis datos en TrainingPeaks [la plataforma que utilizan los profesionales para analizar sus números al detalle]. Claro, yo se los he compartido sin problemas, pero les he advertido de que son una broma si los comparan con los de un profesional. Al final, en las últimas semanas llevaré una media de diez horas semanales con la bicicleta [mientras que, dependiendo de la carga de trabajo, un profesional puede sumar entre 20 y 30 horas semanales].
¿Algún equipo ha mostrado interés más allá de preguntar por tus datos?
Continentales muchos, pero no quiero correr en un equipo Continental. Me sabe mal, porque puede parecer que soy una persona arrogante al decir eso, pero creo que esa etapa ya la he cumplido. Ahora quiero medirme con los mejores. Y los mejores están en el WorldTour, donde, volviendo a tu pregunta, sí ha habido un equipo que se ha interesado más allá de los datos. De hecho, el jefe de uno de los equipos más potentes del mundo me escribió hace unos días por Instagram. Yo no me lo podía creer. Al final, que una persona así me dedicara 20 o 30 minutos de su tiempo, no sé, es algo difícil de explicar. Me impactó mucho.
¿Qué crees que puedes aportar en un equipo WorldTour?
Si tuviera la oportunidad de centrarme durante un año en el ciclismo, es decir, si firmara un contrato con un equipo WorldTour... [piensa unos segundos] Siempre he soñado con ser el gregario de un líder en una gran vuelta. Tengo esa visión en mi cabeza. Ser ese corredor en el que un director piensa al diseñar su ocho para el Tour de Francia, el Giro de Italia o La Vuelta a España. Esa persona que no puede faltar en el equipo para afrontar una gran vuelta porque es el mejor gregario para el líder del equipo.
"Me merezco la oportunidad; creo que puedo ayudar a ganar a los mejores equipos del mundo"
Ciclista¿Crees que lo vas a conseguir?
Bueno, no depende de mí, pero me gustaría, claro que sí. Me encanta lo que hago y creo que me merezco la oportunidad. Siento que soy lo suficientemente bueno como para ayudar a ganar a los mejores equipos del mundo. Dar el salto al WorldTour es un sueño que tengo desde niño y me siento en condiciones de poder hacerlo. Lo bueno, eso sí, es que no es una situación de vida o muerte para mí. Quiero decir, soy consciente de que estamos terminando noviembre y que muchos equipos ya tienen cerradas sus plantillas para la temporada que viene, así que si no lo consigo, es lo que hay. No estoy desesperado por lograrlo. Espero que me llegue, pero no tengo miedo a afrontar la realidad si no sucede.
¿Qué harías si no se da?
Pues imagino que seguir con mi podcast, seguir entrenando... Y en definitiva, seguir disfrutando con lo que hago cada día. Al final, mucha gente me ve, entiende que no me gano la vida con el ciclismo y me pregunta, oye, Jack, ¿para qué estás entrenando? Y yo siempre digo lo mismo: para estar listo cuando aparezca la oportunidad. Por suerte o por desgracia, es algo que nunca sabes cuándo puede llegar.