La NBA no tiene sentido: cinco locuras que se han dado en 2023

Cualquier día de estos nos levantaremos con un triple-doble de Udonis Haslem. Es lo que queda por ver de una NBA descontrolada. Bestias andan sueltas y no hay guardabosques en los pabellones. Exhibiciones desproporcionadas. Partidos de 71 y 60 puntos. Como si nada. 10-10-10 sin despeinarse. El 2022 acabó con la competición en cotas altas y el 2023 lo ha terminado por confirmar. El Oeste y el Este discuten su liderato en cuestión de un par de victorias. Cada mañana, el café viene acompañado de una mirada perpleja a los cuadros estadísticos. ¿Y los resúmenes? Mates de Aaron Gordon como en concursos, tiros libres fallados a propósito con rebotes ganadores... A continuación, alguna de las locuras que se han visto en 2023:

Es imposible escribirlo sin exclamación. El escolta de los Cavs lideró la victoria en la prórroga ante los Bulls con la mejor actuación individual desde los 81 puntos de KobeBryant. Anotó 71 puntos y dio 11 asistencias, algo que no había pasado jamás en la historia. Cerca estuvo de redondearlo con el triple-doble, pero se quedó en ocho rebotes. Además, se dieron todos los condicionantes: canasta sobre la bocina para empatar, remontada de más de veinte puntos de ventaja, prórroga...

Su golpe sobre la mesa invita a la reflexión: ¿se habla suficiente de los Cavaliers? Cuartos en la Conferencia Este, a solo dos victorias de la primera plaza... Son un equipo que no hace ruido: Garland, Mobley, LeVert, Jarrett Allen, Donovan Mitchell... Un roster de altísimo nivel y aspirante a dar la machada ante las súperplantillas de Boston o Milwaukee. Otra pregunta al aire: ¿se valora al propio Mitchell? Ahora mismo es segundo en las votaciones de los exteriores del Este para el All Star, aunque su nombre nunca ha estado en el foco mediático. Quizás por vivir en un mercado tan distante como el de Utah durante años. Los 71 puntos le han disparado en la mayor locura de lo que va de 2023.

La eterna promesa de los Bulls ha mutado en superhéroe. Sus 49 puntos y 8 rebotes ante Houston Rockets han despertado a una bestia que cada vez sale más a flote. Sus cinco partidos anteriores invitaban a pensar que una exhibición así era posible: 28, 29, 36, 29 y 32 puntos. Ya su rutina. De eterna promesa a realidad. Probablemente será All Star y más por ser en Utah. Carismático, habilidoso, con tiro, capacidad de bote... Markkanen es el clásico jugador por el que se pone la televisión. Queda por ver si es capaz de liderar a un equipo o se mantiene con grandes números y es segundo-tercer espada de un aspirante.

55 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. Números de MVP... pero nadie habla de su candidatura. Es el poder de la novedad y la narrativa. El griego va sobrado, juega al trantrán, como sus Bucks, esperando los playoffs. Ante Washington apenas sudó. Exhibición de fuerza, potencia, mates. Una actuación colosal que casi la hace menos locura de lo que es. En la simulación de las últimas semanas, apenas se ha dedicado tiempo al coloso. Anteto ya tiene su anillo, pero va a por más. De vez en cuando le gusta lucir todo su poder para recordar a los aspirantes nóveles que Milwaukee sigue aquí.

Han vuelto a la parte alta del Este para quedarse. Doce victorias seguidas hasta que los Bulls se plantaron en su camino. Aun así, es digno de mención y un golpe inesperado a sus aspiraciones al anillo. Nadie contaba con los Nets. El patinazo de Kyrie Irving dando publicidad a una película antisemita provocó que fuera apartado. Incluso se llegó a especular con el fin de su carrera NBA. Acabó en un aquí no ha pasado nada. Jacque Vaughn no tiene el cartel mediático de Steve Nash. Mientras, gestiona una plantilla con dos estrellas y grandes complementos. El tiro exterior de Watanabe; Patty Mills o Seth Curry, la polivalencia de Simmons y O'Neale; la capacidad de Claxton y el despertar de TJ Warren. Un núcleo completo, piezas de puzle sin encajar, ahora formando un único todo. Y nadie lo esperaba. Al menos, así.

Contra Boston y todos sus espadas en pie, Oklahoma dio una de las exhibiciones más sorprendentes en la historia reciente de la NBA. Lo hizo, además, sin su máxima estrella: Shai Gilgeous-Alexander. Una gran noticia, por otra parte. Los Thunder son un equipo en vías de crecimiento, de esos a los que no les importaría perder algún partido más y tener opciones de hacerse con el anhelado Wembanyama. Cinco jugadores superaron los veinte puntos: Mann, Joe, Jalen Williams, Dort y Giddey. Estos tres últimos esconden un potencial envidiable. Williams, rookie, debe mejorar desde el triple, aunque muestra un perfil completo. Dort, un animal defensivo de ganar premios, también progresa adecuadamente en el otro lado de la cancha. Y Giddey, un poeta en la dirección, habilidoso, con tendencias de prestidigitador y solo 20 años de edad. Explosiones así revelan un futuro esperanzador: ¡le metieron 150 a los Celtics!