La fiebre naranja provoca el caos en Wimbledon y obliga a parar dos partidos

Londres.- Comienza la tercera jornada de Wimbledon y el tenis vuelve a comenzar por tercer día consecutivo mientras cientos de aficionados aguardan a las puertas del All England Club para poder entrar. Todos ellos llevan con su entrada en la mano más de una hora, pero el acceso va más lento de lo habitual. La organización ha decidido aumentar los registros a la entrada. Todos, desde trabajadores del torneo hasta los propios periodistas, deberán abrir sus mochilas para ser registradas a fondo hasta el último bolsillo.

Como cada mañana, el objetivo de entre 8 y 10 personas de seguridad, en cada una de las 19 entradas que tiene el recinto, es impedir que alguien pueda entrar a la instalación con polvo naranja. Sí, lo que buscaban decenas de personas de seguridad es un polvo naranja utilizado por activistas locales en sus protestas.

Pues bien, la operación de búsqueda no ha terminado de salir bien: en el primer turno del día, dos activistas han conseguido entrar en Wimbledon y saltar a la pista durante el Dimitrov-Shimabukuro de la pista 18. Eso sí, en esta ocasión, abandonaron el polvo por unos trozos de papel escondidos en la caja de un puzzle oficial de torneo. En el partido posterior en esa misma pista, otro manifestante volvía a realizar la misma acción durante el Saville-Boulter.

Los protagonistas detrás de la 'Operación Naranja' y el revuelo se autodenominan Just Stop Oil, un grupo de activismo climático que utiliza sus manifestaciones en lugares y focos con repercusión para tratar de forzar al Gobierno del Reino Unido a detener las nuevas licencias para la extracción de combustibles fósiles. El deporte es una de sus víctimas favoritas como ya se pudo ver en la Premiership Final (final nacional de rugby) y en el Mundial de Snooker en los últimos meses. Ambos eventos tuvieron que ser interrumpidos por manifestantes lanzando polvo naranja y ahora ha sido el turno de Wimbledon.

Wimbledon se convierte así en el siguiente en la lista y ha pasado por el mal trago de ver la hierba de sus pistas mancillada por el color naranja. La directora del All England Club ya anunciaba este martes, obligada a tener que dar explicaciones de los problemas en los accesos, que podía pasar: "No podemos garantizar nada, aunque estamos extremadamente seguros de que las medidas que hemos implementado son las medidas correctas y estamos listos para lidiar con algo si llega a suceder". Pues tuvieron que lidiar.

Para justificar las búsquedas y poder impedir la entrada al torneo de estos activistas, Wimbledon había incluido la prohibición de entrada de "polvo de tiza o cualquier otra sustancia en polvo" y "lemas políticos" como se puede leer, junto a la prohibición de armas o drogas, en los carteles de los accesos.

Las colas provocadas para intentar controlar estas acciones no convencer a los aficionados, que han visto como este plan estaba provocando que llegaran a perderse varios minutos de partidos por los que habían comprado una entrada. Mientras Relevo consulta su opinión en la puerta 5, una de las que congrega las colas más largas, son varios los que llegaban a reclamar la devolución del dinero de su entrada. "Está bien que quieran aumentan la seguridad, pero que contraten más personas para registrar y no provoquen nuestra espera", denuncia un aficionado indignado.