Halep denuncia un doble rasero tras el positivo y exoneración de Sinner: "Yo sufrí mucho"

El positivo por dopaje y la posterior exoneración de Jannik Sinner, el número uno del tenis mundial, siguen coleando dos semanas después de que explotase la bomba. Pese a que el italiano está arrasando en el US Open y se ha quedado como grandísimo favorito tras las sorprendentes eliminaciones de Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, de tanto en cuanto surgen comentarios sobre la decisión de las autoridades de no sancionarle por su positivo.

Y la última voz que se ha pronunciado sobre el espinoso asunto está más que autorizada para hablar y analizar lo sucedido. "Él ha sido juzgado de una forma totalmente diferente. Yo sufrí mucho", ha señalado este fin de semana la rumana Simona Halep, el último gran nombre manchado por el dopaje hasta el caso de Sinner.

La exnúmero uno y doble campeona de Grand Slam fue sancionada con cuatro años de suspensión en octubre de 2022 tras un positivo por roxadustat, un agente similar al EPO. Tras una enorme lucha en los juzgados, consiguió que el Tribunal de Arbitraje Deportivo le redujera la sanción a nueve meses. Pero el veredicto del TAS llegó en marzo de 2024, por lo que esa suspensión de nueve meses habría acabado en julio de 2023, un tiempo que jamás recuperará la tenista nacida en Constanza hace 32 años.

Halep siempre aseguró que ella no se había dopado y emprendió una lucha que acabó con el TAS dándole parcialmente la razón: la corte suiza aceptó su versión de que no consumió el roxadustat de forma intencional, aunque apreció "negligencia" por parte de la jugadora, que, según la sentencia, "no tuvo el suficiente cuidado al consumir el suplemento Keto MCT", que contenía la sustancia prohibida.

El caso de Halep comparte cierta narrativa con el de Sinner. El italiano dio positivo en dos controles, uno durante el torneo de Indian Wells y otro fuera de competición, por clostebol, un esteroide anabolizante. El número uno argumentó ante el panel de jueces que la sustancia llegó a su cuerpo a través de una contaminación involuntaria: que su fisio se había hecho una herida en un dedo y que se puso un medicamento con clostebol antes de darle un masaje sin guantes. Así llegó el clostebol al organismo de Sinner, según la versión del jugador y de la sentencia de la Agencia Internacional de Integridad en el Tenis (ITIA).

Halep, que apenas ha disputado dos partidos desde su regreso, cree que las autoridades han tenido un doble rasero a la hora de aplicar los castigos. "Yo tuve que esperar mucho tiempo, lo cual no me parece nada justo", ha señalado a medios rumanos este fin de semana. "Creo que todos los deportistas deben tener el mismo criterio y ser tratados igual, sin importar si son el número uno o el número 200".

"No me parece bien lo que pasó", ha añadido Halep. "Es un tema que me gustaría dejar atrás y seguir viviendo mi vida porque la vida es bella".