La mentira de Agassi para entender por qué el tenis tiene un problema que ha estallado con el positivo de Sinner
A lo largo de los años se han dado diversos casos de positivos de dopaje en el tenis abordados de maneras distintas.
Desde el caso del tenista Andre Agassi hasta el caso de hoy en día con Jannik Sinner, el tenis masculino ha reflejado tener un serio problema en el sistema respecto a los positivos en dopaje y la gestión que se ha hecho a lo largo de la historia en función de cada caso.
Flashback a 2009: Andre Agassi publica "Open", una autobiografía que fue best seller y le reportó grandes ingresos. Un éxito de ventas en el que cuenta que en 1997 consumió "crystal meth" (metanfetamina) y que, al ser alertado por la ATP de que había dado positivo, engañó al ente rector del tenis masculino con una carta en la que "combinaba mentiras con intervalos de verdad".
Agassi mintió con éxito tras ser alertado por la ATP de su positivo. Esa alerta personal es un gesto fuera del reglamento que no se tuvo con otros jugadores sancionados en aquellos turbulentos años de finales de los 90 e inicios de los 2000. Los años en que autoridades políticas francesas insistían en el doping de Rafael Nadal, los años en los que los tenistas argentinos caían como moscas.
Aquello sucedió en 1997, faltaban aún dos años para que la Agencia Mundial Antidoping (AMA) naciera. Quince años más tarde, la sustancia no es "crystal meth", que es cierto que no elevaba el rendimiento deportivo, sino el esteroide clostebol. Pero el efecto para la imagen del deporte es igual de devastador. Con una diferencia importante: esta vez es el mundo anglosajón, sobre todo, el que se queja.
El argentino Guillermo Coria fue suspendido por siete meses tras encontrarse en 2001 nandrolona en su organismo. Coria demostró que la sustancia estaba en un suplemento contaminado, pero las autoridades antidoping aplicaron la teoría de la "responsabilidad objetiva", que indica que si hay algo en tu cuerpo, la responsabilidad y las sanciones son tuyas.
En el caso de Sinner no fue así, el italiano logró eludir la teoría de la "responsabilidad objetiva". La demostración de que no había habido intención fue suficiente para evitar una sanción que frenara su carrera. En el caso de Agassi, ni siquiera hubo sanción, y hay que insistir en los detalles: consumió una sustancia prohibida, fue descubierto, fue alertado, mintió y salió absolutamente ileso. Un sueño para cualquier tenista en su situación.
Difícil negarle una cuota de razón al canadiense Dennis Shapovalov cuando escribe "Different rules for different players". Reglas diferentes para jugadores diferentes. Y aunque Shapovalov se explicó luego con más detalle y enfatizó que no tiene nada personal contra Sinner, la rebelión de los jugadores ya era un hecho. Desde una estrella como Novak Djokovic a un jornalero como Liam Broady.
"Entiendo la frustración de los jugadores por la falta de consistencia", dijo el serbio. "El sistema tiene muchos problemas. Espero que los poderes de nuestro deporte aprendan de esto y tengan un mejor manejo en el futuro. Tiene que haber un cambio". Broady fue britanicamente ácido con Sinner: "Tiene entrevistas presidenciales con ESPN para mantener su imagen. ¿Dónde está esta energía para todos los demás? Nunca he visto nada como esto".
En el tenis, como en la vida, no solo sirve ser, también es importante parecer. Y lo que le parece a amplias franjas del mundo del tenis es que dos estrellas como Andre Agassi y Jannik Sinner recibieron lo que se entiende como trato preferencial. Es por eso que no deja de hacer cierto ruido la festiva presencia de Agassi en el US Open en el preciso momento en que estalló el "caso Sinner". No porque consumiera "crystal meth", una decisión enteramente privada que no debería ser juzgada por nadie, sino porque tuvo un trato privilegiado en un mundo que suele ser despiadado a la hora de sancionar.
En especial a los más débiles. Porque otra cosa hace ruido, algo destacado por Richard Ings, un australiano que fue reconocido umpire y luego jefe del programa antidoping de la ATP entre 2001 y 2005, además de titular de la Agencia Antidoping de su país entre 2005 y 2010: es demasiado importante tener un buen abogado.
"Los tenistas con grandes patrimonios disponen de enormes recursos para asegurarse la mejor representación con experiencia en derecho antidopaje", señaló Ings, que hoy se mueve con entusiasmo en el mundo de las energías renovables, en la red social X. ¿Y qué sucede si das positivo en un control antidoping, pero eres, pongamos un ejemplo, el 234 del ranking mundial? "Estás bastante jodido".