Carlos Alcaraz derruye a Jannik Sinner para conquistar Roma y mandar un mensaje
El murciano levanta dos set points en la primera manga (7-6 y 6-1) y pone fin a una impresionante racha de Sinner. En una semana arranca Roland Garros.

Y de repente, el gigante de piedra se desploma. Él, imperturbable a todo, granítico siempre, un rodillo, un tenista inabordable, el que no muestra fisuras ni deja ver sus pocas debilidades, se ve totalmente desbordado. Él, que lleva 26 victorias consecutivas en el circuito y que acumula 24 sets ganados seguidos ante jugadores del top ten, se cae cuando menos se esperaba. Se rinde Jannik Sinner, se rinde en Roma delante de los suyos y se rinde ante Carlos Alcaraz, un gigante que no es de piedra sino de mármol. Lo del murciano es para paladares finos.
Carlitos es campeón de Roma, el único Masters 1000 en tierra batida que le faltaba en su palmarés. Ya sabe lo que es triunfar en todos los grandes torneos de la gira de arcilla: se ha coronado en Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y Roland Garros, donde dentro de una semana intentará defender el título conquistado hace un año. Y después de su final en Roma, con un 7-6 (7-5) y 6-1 sobre Sinner, el murciano es el grandísimo favorito. Cuando su raqueta marca el ritmo, no hay nadie como él. Y menos en tierra.
No fue la final de Roma el mejor partido del mundo. Se esperaba mucho de un Alcaraz-Sinner, los dos tenistas del presente y los dos tenistas con más futuro. El español y el italiano llevaban sin enfrentarse desde octubre del año pasado, cuando el pupilo de Juan Carlos Ferrero le noqueó en la final de Pekín. Sin embargo, en el Foro Itálico marcaron más la diferencia los errores que los aciertos. Salieron los dos nerviosos y Sinner no terminó de sacudirse la tensión en ningún momento.
Es cierto que tuvo dos pelotas de set cuando restaba con 6-5, pero después, tras hincar la rodilla en el tie break, el italiano desapareció del mapa. Alcaraz, al que muchas veces le cuesta seguir los partidos en línea recta, no se dispersó esta vez -no lo suele hacer en las grandes finales- y aceleró hacia la victoria. Si el primer set fue una batalla de una hora y cuarto, el segundo apenas duró media hora.
"Estoy muy feliz de ganar mi primer título en Roma. Espero que no sea el último. Estoy orgulloso de mí mismo. He llegado al partido muy bien mentalmente y lo he preparado muy bien. Además, tácticamente he estado acertado. El partido no ha sido una montaña rusa, he mantenido el nivel. Estoy orgulloso", ha señalado Alcaraz, que con el triunfo saldrá de Roma como nuevo número dos del ranking ATP. "Ganar a Jannik y ganar en Roma... Esas dos cosas juntas me dan mucha confianza de cara a París".
La victoria le deja a Carlitos un sabor de boca inmejorable, sobre todo porque además de ganar a su gran rival en la final, el título le llega un par de semanas después de verse obligado a renunciar al Mutua Madrid Open por una lesión muscular. "Ha sido difícil, pero hemos hecho un trabajo magnífico para recuperarnos y estar aquí. Ha sido un torneo muy especial".
Sinner, que regresaba en Roma después de cumplir una sanción de tres meses por su positivo en un control antidopaje, le mandó un mensaje a Carlitos durante la ceremonia de premiación. "Seguramente te ganaré en París", le dijo el número uno de la ATP con una sonrisa. Y Carlitos se reía en su banquillo.