TENIS

"Estoy noqueado": la reflexión con la que empezó el último resurgir de Rafael Nadal

Reconstruimos el camino que ha tenido el campeón de 22 Grand Slam en los últimos 12 meses.

Rafael Nadal, durante su última participación en el Open de Australia. /EFE
Rafael Nadal, durante su última participación en el Open de Australia. EFE
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Rafael Nadal estaba hundido. No se lo podía creer. La sensación le era conocida. Cómo no iba a ser familiar el dolor después de tantas y tantas lesiones. Pero esta vez era diferente. El 18 de enero de 2022, enfilando el túnel de vestuarios de la Rod Laver Arena, el balear masticaba una lesión que le dolió en el alma. Y eso que no sabía lo peor: que el psoas de su pierna izquierda no se iba a recuperar como le habían dicho y que iba a estar un año sin jugar.

"Estoy un poquito cansado de todo lo que ha ocurrido en los últimos meses", decía negando con la cabeza en una entrevista en el plató que tenía instalado Eurosport en Melbourne, ya duchado y con la cabeza algo más despejada. A diferencia de otros deportistas, cuando Nadal está decepcionado suele hacer largas y buenas reflexiones.

"Son golpes y llevo ya muchos. Tengo mirar hacia adelante, la vida me trata demasiado bien como para quejarme. No tengo derecho a ello. Pero deportivamente hablando son muchas cosas que van sucediendo y que me quitan la opción de luchar por mis objetivos", añadía Nadal. "Es como un combate de boxeo, cuando te van pegando golpes de aquí y de allí termina uno noqueado y ahora mismo lo estoy".

Pero Nadal siempre intenta ver la luz en la oscuridad y ese día no fue diferente. "Normalmente tengo la calma y la tranquilidad como para ver las cosas con perspectiva. Voy a seguir luchando, no voy a renunciar a nada". Cuando pronunció aquellas palabras en Melbourne todavía no sabía ni qué lesión tenía, pero ya estaba dando un aviso: iba a luchar, iba a volver.

Todo se puso peliagudo en las siguientes semanas y en los siguientes meses. La recuperación tomó caminos inesperados, tuvo que renunciar a Roland Garros, su torneo fetiche, y el día de su cumpleaños despertó en la cama de una clínica de Barcelona tras una doble operación. Nada de eso lo sabía cuando reflexionaba sobre los golpes de la vida, pero él sí tenía claro que si no volvía, no iba a ser por no intentarlo. Ha sido un viaje largo, larguísimo, desde aquel "estoy noqueado" al "es el momento de volver" que ha pronunciado este viernes en el vídeo con el que ha anunciado su regreso... A continuación, una reconstrucción del camino que ha recorrido desde entonces.

18 de enero, el día fatídico

Aquel miércoles por la tarde en Melbourne, mañana todavía en España, Nadal notó un pinchazo en el muslo izquierdo mediado el segundo set cuando se enfrentaba a McDonald en la segunda ronda del Abierto de Australia. Intentó remontar como buenamente pudo, medio cojo, pero no era el día de la épica. Acabó perdiendo 6-4, 6-4 y 7-5 y dijo adiós al primer Grand Slam de la temporada por la puerta de atrás. Al día siguiente, se sometió a una resonancia magnética y el diagnóstico arrojó una lesión de grado 2 en el psoas iliaco de la pierna izquierda. "El tiempo normal de recuperación es de seis a ocho semanas", anunció el propio tenista. En teoría le daba tiempo a recuperarse para Indian Wells y Miami. Su médico, Ángel Ruiz-Cotorro, era optimista. "Está bastante mal anímicamente, pero va a recuperarse y va a volver", dijo a Relevo por teléfono desde Australia.

28 de febrero: adiós a Indian Wells y Miami

De vuelta a España, Nadal volvió a someterse a nuevas pruebas que confirmaron el primer diagnóstico. Sin embargo, a finales de febrero llegó un jarro de agua fría: tuvo que renunciar a la primavera estadounidense. "Estoy triste por no poder competir en Indian Wells y Miami. Estoy muy triste y voy a echar de menos a mis aficionados estadounidenses, pero espero verles más tarde este año durante el verano", anunció en redes sociales. El objetivo era ya otro: la gira europea de tierra batida, esa que ha dominado como nadie en la historia.

4 de abril, nada de Montecarlo

Renunciar a Indian Wells y Miami parecía un movimiento lógico si Nadal no se veía al 100%. Al final, era arriesgar su condición física antes de la temporada de tierra. Pero el problema adquirió una dimensión mayor cuando el 4 de abril anunció que no se sentía preparado para competir en Montecarlo, el primer Masters 1000 de la gira de arcilla. Algo no iba bien. El tiempo de baja iba a ser de seis a ocho semanas y ya íbamos por la diez.

20 de abril, adiós al Mutua con vídeo

Si el 14 de abril anunció que tampoco jugaría el Conde de Godó de Barcelona, una semana después, el día 20, colgó su primer vídeo en redes sociales en mucho tiempo. Era para comunicar que su cuerpo tampoco le daba para llegar al Mutua Madrid Open, una cita ineludible en su calendario. Las alarmas se dispararon porque ya apenas había margen para Roland Garros: sólo le quedaba el torneo de Roma antes de su gran objetivo de la temporada.

Nadal anuncia que tampoco juega Madrid

5 mayo, Roma no será el sitio

Y el 5 de mayo otro tuit hundió las ilusiones de sus aficionados. Roma tampoco sería el sitio de su regreso. Quedaban tres semanas para el inicio de Roland Garros y Nadal llevaba casi cuatro meses sin competir. El balear tenía al mundo tenístico en vilo y cada cierto tiempo aparecía un vídeo en redes sociales. En alguno aparecía entrenando bien, en otro se le veía con dolores. Había mucha agitación a su alrededor.

18 de mayo, la rueda de prensa más dura

La duda se despejó el 17 de mayo, cuando Relevo informó en exclusiva que Nadal ya había tomado una de las decisiones más duras de su carrera: renunciar a Roland Garros. Al día siguiente, convocó a los medios de comunicación en su academia de Manacor para comunicarlo, que no iba a jugar en París, y que se tomaba una pausa indefinida para intentar regenerar su cuerpo. "No voy a entrenar, no voy a seguir entrenando. Soy bastante tolerante a la frustración y bastante positivo, pero hay un momento en el que hay que poner freno. Han sido muchos meses complicados, necesito un descanso yo y los que están a mi lado", dijo visiblemente afectado.

La rueda de prensa de Nadal en la que anuncia una pausa del tenis. RELEVO

3 de junio, paso por quirófano

El día de su 37 cumpleaños, el 3 de junio, Nadal amaneció en la clínica Teknon de Barcelona después de someterse a una doble operación de psoas y de lábrum. Nadal volvía a poner el reloj de la recuperación a cero: le esperaban al menos otros cinco meses apartado de las pistas. Reaparecer en las Finales de la Copa Davis de Málaga a finales de noviembre podría ser un objetivo, pero con la eliminación de España en septiembre todos los ojos se pusieron ya en enero de 2024 y en el Open de Australia.

18 de septiembre, baño de realidad

El 18 de septiembre, tras muchos meses sin acercarse a un micrófono, visitó los estudios de Movistar+ para una entrevista con Juanma Castaño. Aunque anunció que ya llevaba unas semanas entrenándose, se mostró escéptico sobre el nivel que podría alcanzar de nuevo. "Me gustaría volver a jugar y volver a ser competitivo. Pero la ilusión no es volver y ganar Roland Garros o ganar Australia. Que la gente no se confunda", dijo el exnúmero uno. "Soy muy consciente que en la época en la que estoy de mi vida todo eso queda muy lejos. No digo imposible porque las cosas en el deporte cambian muy rápido".

4 octubre, vuelve la ilusión

Hubo que esperar unos días más, hasta el 4 de octubre, para ver de nuevo a Nadal sonreír en una pista. Aquel día subió un vídeo a sus redes sociales en el que se le veía golpeando la pelota a una velocidad decente pero todavía sin mucha movilidad. Pero sí: el hecho de que subiera el vídeo indicaba que las cosas iban por el buen camino. Había motivos para la ilusión.

11 de octubre, el señuelo de Australia

Las redacciones de medio mundo tuvieron que parpadear un par de veces cuando Craig Tiley, el director del Open de Australia, anunció que Nadal iba a jugar el torneo en 2024. Fue un anuncio extraño, en una televisión local. ¿La razón? Al día siguiente salían a la venta las entradas para el torneo y Tiley no quiso dejar pasar la oportunidad. Nada más lejos de la realidad: Nadal todavía no sabía si volvería.

15 de noviembre, mucho más cerca

Un mes más tarde ya sí lo tenía mucho más cristalino. Durante la inauguración de la clínica de Ruiz-Cotorro en Barcelona, dijo que sí, que iba a volver. "Hasta ahora no sabía si volvería a jugar al tenis algún día y ahora sí creo que volveré a jugar", señaló el campeón de 22 Grand Slam en su mensaje más optimista desde que se rompiera el psoas en enero en Australia. Ya sólo faltaba saber cuándo y dónde.

1 de diciembre, el anuncio definitivo

Y esa incógnita se ha resuelto este viernes con el anuncio de que su regreso será en Brisbane, un torneo talismán para él. Ahora sólo queda ver cómo vuelve, pero conociendo el historial de superación de Nadal hay muchos motivos para ser optimistas. Si Nadal vuelve es porque se siente preparado. Por algo ha estado doce meses luchando. Por algo en enero estaba noqueado y ahora está ilusionado. Por eso puso música épica al vídeo de su regreso. "Ha llegado el momento de volver".