Nadal baja a la tierra tras una montaña rusa de emociones: "Toda mi carrera he sido muy autocrítico, pero hoy no voy a ser duro conmigo"

Málaga.- A las 19:48 minutos, exactamente 36 minutos de abandonar la pista central del Martín Carpena, Rafael Nadal emerge en la sala de prensa, minúscula para la ocasión, con gorra blanca y gesto serio. Está cabizbajo el campeón de 22 Grand Slam tras perder ante Botic van de Zandschulp en su último partido como profesional.

"He sido muy autocrítico y duro conmigo mismo durante toda mi carrera para tratar de mejorar, mejorar y mejorar. Incluso en las victorias. Pero hoy, que puede que sea mi último partido, no voy a ser duro conmigo mismo", responde el exnúmero uno tras caer 6-4 y 6-4 en el primer partido de las Finales de la Copa Davis ante Países Bajos. En ese momento, Nadal todavía no sabe si ha disputado su último partido. Eso se confirmará unas horas después, con la derrota en el dobles.

Nadal, al borde de las lágrimas durante el himno, había anunciado hace poco más de un mes que la Davis de Málaga iba a ser su último torneo como profesional. El tenista de 38 años, que cuelga la raqueta por una cuestión física, se preparó a conciencia en las últimas semanas para poder despedirse en la pista. Y aseguró, en varias ocasiones, que no quería que el capitán, David Ferrer, sintiera presión alguna para ponerle en la alineación.

La duda de la presencia de Nadal en el primer partido de singles se mantuvo hasta después de último entrenamiento del lunes, cuando Ferrer tomó la decisión de que fuera Nadal y no Roberto Bautista el segundo singlista. El primero estaba claro: Carlos Alcaraz.

"Lo que es interno, es interno y ahí se queda, pero no ha sido una decisión fácil para el capitán. Al final yo creo que David ha puesto en la pista al jugador que él creía que tenía más posibilidades de ganar", ha explicado Nadal en ese sentido. "Yo le dije que no necesitaba sentir presión para ponerme. Ha habido muchas conversaciones durante la semana. Yo no estaba seguro de si iba a jugar, porque podía pasar lo que ha pasado. Pero incluso así, después del entrenamiento de ayer, David estaba confiado en que yo era el jugador. Ponerme a mí a jugar el primer partido era un riesgo, pero es el trabajo del capitán, tiene que tomar decisiones. Ha tomado esa decisión pensando en el equipo, no en mí".

En un ataque de sinceridad, y con la eliminatoria ante Países Bajos todavía en el aire, Nadal ha admitido que no se pondría a sí mismo si fuera el capitán y España hubiera llegado a las semifinales de viernes. "No es mi decisión, por eso tenemos al capitán en el equipo. Viendo que hoy la decisión de ponerme no ha funcionado, probablemente el movimiento correcto es cambiar. Si yo fuera el capitán, no me pondría a mí mismo el viernes si pasamos. Si ha sido mi último partido, he perdido el primero y el último de mi carrera en Copa Davis. Se cierra el círculo".

"No me pongáis a mí la presión, yo no soy el capitán", ha añadido cuando le han vuelto a preguntas si se ve con fuerzas para jugar el viernes en caso de que sea necesario. "Dije que me descartaría si no me veía, el problema es que no ha sido el caso, He entrenado los suficientemente bien para poder ganar el partido, pero después no he podido rendir. La preparación no había sido mala".

Poco después, el campeón de 22 Grand Slam ha asegurado que para nada está cansado y que si Ferrer le elige para el viernes, será el primero en coger la raqueta. "Lo viviría todos los días si pudiera, pero una cosa es lo que me apetezca a mí y otra es lo que yo crea que es mejor para el equipo. No es por ganas, claro que tengo ganas, yo voy a seguir trabajando para ser elegible y poder jugar. Pero creo que, visto lo que yo he visto de nivel mío en competición, si yo fuera el capitán no me elegiría a mí. Pero eso no quiere decir que no tenga ganas. Pero no tengo poder de decisión. Si me dice que juegue yo, voy a salir a la pista con la máxima ilusión".

Nadal ha negado que haya sido el partido más emocionante de su carrera, aunque ha admitido que le ha sido muy difícil contenerse cuando ha escuchado el himno en la ceremonia de presentación. "Yo sabía que podía ser mi último partido como tenista profesional y los momentos previos han sido muy emocionantes y difíciles de gestionar en general. Lo he intentado hacer de la mejor manera y no puedo agradecer lo suficiente a toda la gente que me ha ayudado. Estoy sin palabras, el público ha estado increíble, como siempre aquí en España. He intentado estar con la mejor actitud y energía fuera cual fuese el resultado".