🏎️ DAKAR

La FIA prefiere dormir y evita revisar el estado de Carlos Sainz y su accidentado coche

La Federación se acoge a que se encuentran en medio de una etapa y pospone la inspección del Raptor a mañana, cuando haya concluido la 48h.

Carlos Sainz, en el interior de su Raptor./RED BULL CONTENT POOL
Carlos Sainz, en el interior de su Raptor. RED BULL CONTENT POOL
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Bisha.- El accidente de Carlos Sainz durante la primera parte de la etapa 48h sigue trayendo cola. Según ha podido saber Relevo, la Federación Internacional no revisará el maltrecho Raptor del madrileño hasta que no termine la etapa acogiéndose al reglamento, que invita a hacerlo cuando lleguen a la meta.

Se apoyan en que la etapa todavía se encuentra en su ecuador pero su argumento tiene mucha letra pequeña. El Ford de Sainz y Lucas Cruz salió desde el vivac de Bisha a las 6:31h de la mañana, recorrió asfalto, arena y tierra durante 7:31h y llegó al campamento E, donde pasarán la noche, a las 17:35h de la tarde. Mañana, reemprenderán el rumbo cerca de las siete de la mañana (hora por confirmar) para recorrer los 341 kilómetros restantes. Todo horarios de Arabia Saudí.

Independientemente de si la franja es española o árabe, el caso es ilustrar la cantidad de horas de las que dispone la FIA para revisar un coche que, sin necesidad de ser comisario deportivo o ingeniero, se aprecia muy afectado. Sin embargo, no lo harán. No tienen la obligación de hacerlo aunque la lógica invita a que muestren un mínimo de interés por el vehículo del español tras un accidente así.

El Raptor de Sainz, destrozado en el kilómetro 327. DAKAR
El Raptor de Sainz, destrozado en el kilómetro 327. DAKAR

No se acercarán ni en un vehículo de cuatro ruedas, yendo en línea recta por el desierto y no imitando el trazado, ni en ninguno de los helicópteros de los que disponen para situaciones de emergencia como esta. Ingredientes como la edad de uno de los protagonistas (62 años), aunque se encuentre en un estado físico envidiable, y su historial de lesiones (la espalda, por ejemplo) agravan la escena e invitan a hacerse preguntas de por qué nadie chequea nada.

Si les ocurriera otro imprevisto relevante en la etapa de mañana, se podría asentar un peligroso precedente. Otro accidente o lesión pondría a la FIA en el punto de mira. Más todavía cuando van sin apenas repuestos y rezarán por llegar a meta. No porque sea el vigente campeón, cuatro veces de hecho, sino porque debería hacerse con cualquier piloto. Así sucedió anoche con Laia Sanz, que fue descalificada por la Federación Internacional después de que una barra de seguridad de su Century no superara los controles. Por dos escasos milímetros.

La FIA, a pesar de que siempre prima la seguridad de sus pilotos en cualquier categoría, no revisará el coche de Carlos Sainz. Con todos los daños que arrastra tras volcar en las dunas de forma violenta y ser remolcado de forma salvaje por su compañero en Ford Mitch Guthrie. El Raptor se estrelló contra una duna cortada, como explicó Sainz, y sufrió todo tipo de males. Cayó de morro, de bocas en términos coloquiales, y terminó rebozándose por la arena.

"Luego tuvimos más problemas, el coche se calentaba, no veíamos bien por el cristal roto y pinchamos. El día fue de mal en peor", expresó el madrileño, que se conforma con llegar a meta mañana. No se puede hacer mucho más con medio coche. Desde el equipo, completan el pronóstico: "A nivel de motor, suspensión, caja, chasis parece que también, pero eso se tiene que verificar. El chasis no podemos confirmar todavía".

Nadie sabe qué tiene roto ese Ford Raptor porque nadie ha podido revisar el coche todavía. Completar la mitad de la etapa significa no volver al campamento para tener asistencia completa. La ayuda total del equipo llegará cuando termine la etapa, al mismo tiempo que las revisiones de la FIA.

Por seguir con el parte de daños, cerca del 30% de la carrocería se ha ido al traste. Los propios pilotos la arrancaron de cuajo después de su impacto en el desierto de Bisha. También se aprecia en algunas imágenes un boquete en la luna frontal del vehículo. Un cristo.

"Han continuado pero el vidrio (del cristal delantero) estaba a trozos, no tenían techo, la puerta de Lucas no cerraba bien y ha aguantado la puerta durante toda la especial. Se han parado como siete veces, una por el vidrio, otro por un radiador, la otra porque no veían nada, han pinchado y han tenido que parar", expresó Joan Navarro, mano derecha de Sainz en Ford.

Sainz, sacándose la arena de su bota. DAKAR
Sainz, sacándose la arena de su bota. DAKAR

"Si la mecánica está bien, a ver si lo pueden traer a casa", concluyó tras la etapa. En horas sin luz, ya que por estos lares desaparece a media tarde, la Federación verá desde la distancia cómo Sainz y Cruz ingieren raciones militares en el campamento E, en medio del desierto, durante la noche de Reyes. Con los medios que tienen disponibles y dándole una vuelta al reglamento, poco costaba acercarse a echar un vistazo. A coche y pilotos. La seguridad siempre tiene que ser lo primero en las carreras. Y más en la más dura, el Dakar.