NATACIÓN

Le llamaban "nadadora de bañera" y ahora bate récords, gana oros y 285.000 dólares en cuatro días: "Soy un demonio subacuático"

Gretchen Walsh se irá del Mundial de Budapest como una estrella: lleva nueve récords mundiales, cinco oros y lo que le queda.

Gretchen Walsh, después de ganar una de sus múltiples pruebas en el Mundial de piscina corta. /GETTY
Gretchen Walsh, después de ganar una de sus múltiples pruebas en el Mundial de piscina corta. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Hay una nadadora que ya subió a varios podios en los Juegos Olímpicos de París -dos oros en los relevos 4x100 estilos mixto y 4x100 estilos, dos platas en el 4x100 libre y 100 mariposa- y ahora se está saliendo en Budapest, en el Mundial de piscina corta. Cada vez que salta al agua, el público y las rivales ya saben que ella va a ser la más rápida, y las cuentas de World Aquatics tiemblan, porque resunenan los ecos de otro récord del mundo. Antes de las dos últimas jornadas de finales, la estadounidense de 21 años Gretchen Walsh ya acumula cinco oros, nueve récords mundiales y se ha embolsado 285.000 dólares. Un recital de velocidad y ambición, aunque no siempre fue así, porque antes de romper el techo, los críticos bautizaron a Walsh como "una nadadora de bañera".

Gretchen es la hermana menor de Alex, quien empezó la saga y ya acudió a los Juegos Olímpicos de Tokio, donde se colgó la plata en los 200 estilos. Pero, de pequeña, todas las miradas se centraron en Gretchen, quien con apenas 13 años se clasificó para los trials de la competitividad natación estadounidense con vistas a los Juegos Olímpicos de Río. Era la más joven de la historia. Ni Ledecky ni Janet Evans ni Missy Franklin. Pero a Gretchen le costó trasladar los buenos resultados que empezó a conseguir en piscina corta, de 25 metros, a piscina olímpica, lo que le llevó por ejemplo a quedarse fuera de los Juegos de Tokio.

Walsh solo era capaz de competir entre las mejores en piletas pequeñas, cuando el 60 por ciento del tiempo los nadadores lo pasan debajo del agua, por lo que el estilo de nado -se criticaba su técnica- no es tan importante. La propia Gretchen, en una entrevista antes de viajar a Budapest en el podcast Unfiltered Water, se definió como "un demonio subacuático". Y en este 2024 se ha destapado en piscina larga con sus cuatro medallas y el récord del mundo de los 100 mariposa (55:18). Ella misma, en una entrevista a The Athletic, explicó sus dudas: "Todo el mundo me decía que yo era una nadadora de bañera, pero he demostrado que puedo ser igual de competitiva en piscina larga".

"Todos me decían que era una nadadora de bañera, pero demostró que puedo ser competitiva en larga..."

Gretchen Walsh Nadadora de EEUU

Una patada de delfín clave y un espíritu renovado con su técnico

La ventaja de Walsh es su patada de delfín a la hora de hacer los virajes y la fuerza con la que afronta los subacuáticos, siempre apurando los 15 metros, donde marca la diferencia a la hora de ahorrar energía y poner distancias con sus rivales. Pero eso ahora se le añade su mejora por encima del agua. Y la confianza que ha ganado antes de los Juegos. "Me pongo retos cada día, en los entrenamientos mejoró con mi compañera Kate Douglass, una empuja a la otra", contó Walsh, que estudia en la Universidad de Virginia, a 150 kilómetros de Virginia Tech, donde se prepara el grupo español con Carles Coll o Carmen Weiler entrenados por Sergi López. Bajo la mano de Todd DeSorbo. "Es importante escuchar a las personas cuando tienen confianza en ti", añade.

A los triunfos de Walsh hay que ponerles un asterisco ya que la piscina corta tiene una especificidad distinta a la larga y hay algunas ausencias, como la sueca Sarah Sjöstrom, campeona olímpica en París del 50 y el 100 libre. Walsh fue la más rápida en el 100 libre, prueba olímpica, y consiguió dos oros más en el 50 mariposa y el 100 estilos, que no son olímpicas. En el relevo 4x100 libre se consolidó como la estrella americana, mientras que en el 100 mariposa, donde logró la plata en París, batió el récord mundial y esta misma tarde ha ganado su quinto oro con otro récord (52.71).

Los cinco oros le reportan por el momento 50.000 euros, y otros 25.000 por cada récord... y ya acumula nueve. Más otros 10.000 por hacer doblete en mariposa En total, ya se ha embolsado 285.000 euros y aún le quedan victorias -como la del 50 libre- y quizás más récords para aumentar un botín histórico en un Mundial de piscina corta -no hace tantas ediciones que World Aquatics da tantos premios (más de dos millones)-.

Un programa olímpico que crece en calidad y en cantidad

Trasladando sus éxitos en Budapest a sus opciones olímpicas en Los Ángeles, y teniendo en cuenta que todavía quedan tres años y medio, Walsh llegará en una edad de máximo para sus pruebas -24 años-, y puede asaltar tres pruebas individuales como los 100 libre, 100 mariposa y 50 libre, incluso podría incluir los 200 estilos como su compañera Kate Douglass teniendo en cuenta su dominio en el 100 estilos en corta y de pruebas como la mariposa y el estilo libre. Y los relevos, que ya los nadó en París, como el 4x100 libre, 4x100 estilos y el 4x100 estilos mixto.

Por ahora, Walsh, un talento precoz con unas cualidades físicas innatas, se ha destapado en este 2024 y lo de Budapest solo ha sido una exhibición de lo que es capaz. Superado el bloqueo mental, el futuro es suyo, y solo su mejora en el nado determinará en qué punto estará el límite de una superdotada de la velocidad.