Yamaha busca confirmar sus brotes verdes en la segunda visita a Misano
Los pilotos de la marca japonesa transmitieron un mensaje mucho más positivo del habitual tras el Gran Premio de San Marino.
Mientras que los focos en MotoGP están puestos en la parte alta de la clasificación general, en ver la reacción de Jorge Martín tras el fiasco de la carrera de Misano, en su pelea en el liderato con el campeón Pecco Bagnaia otra vez en el que es el territorio del italiano, y en entender si Marc Márquez podrá o no luchar por el título tras sus dos victorias consecutivas en Aragón y en el trazado italiano (con el añadido de la resaca de la rajada de Valentino Rossi), por detrás las fábricas japonesas siguen tratando de reincorporarse a la zona alta de la clase reina.
El test posterior a la última carrera estaba marcado en la agenda como un momento importante para Honda, porque así lo tenía en su plan la casa nipona, una prueba que siguió dejando dudas. Por su parte, Yamaha se ha mantenido con su esquema de ir paso a paso, sin grandes revoluciones, y el fin de semana del Gran Premio de San Marino, que llegaba precedido de un entrenamiento privado en ese mismo escenario, enseñó, por fin, cosas positivas, que tendrán que revalidarse a partir de este viernes, porque la modificación del calendario de MotoGP ha dejado esta casualidad de que la M1 haya podido rodar mucho en un mismo circuito en muy poco tiempo.
Yamaha está haciendo distintas pruebas de motor mientras sigue enfrascada en mejorar el que ven como su punto débil, la electrónica, además de que han remozado su aerodinámica, dejando un prototipo más afinado. Estos detalles elevaron su competitividad, sobre todo en el lado de su número 1, Fabio Quartararo, cuyo discurso a lo largo del año había ido dejando poco positivismo, que no optimismo, porque ese es un vector que se quiere no perder, mantener la motivación en este duro recorrido. Quartararo se metió el viernes con el noveno mejor crono en la Q2, una sesión en la que firmó el décimo mejor tiempo, algo que le sirvió para puntuar en sprint y carrera: fue noveno el sábado, y séptimo el domingo.
Y es que ese séptimo igualó su mejor resultado de la temporada, el de Portugal. Además, el francés fue quinto el lunes en el test. "Hemos probado un nuevo motor, y otras cosas distintas en la moto. No es un motor muy diferente, pero hemos trabajado en la conexión entre el gas y la entrega de potencia, que ahora es más directa", explicaba a los medios desplazados a esa prueba, mientras que su compañero Alex Rins confesaba que a lo largo del curso han probado unas siete configuraciones distintas del propulsor, con mucho pensando ya en 2025. A la vez, el medio especializado de motor Motorsport informaba esta pasada semana de que se preparar una revolución mayor en esa parte crucial de la moto, para pasar de su clásico cuatro cilindros en línea al V4, en línea con la mayoría del resto de competidores.
Lo que se está percibiendo claramente es que Yamaha no para de trabajar, aunque es cierto que, pese a que las distancias no parezcan exageradas con los de arriba, en este MotoGP mejorar unas décimas obliga a un esfuerzo enorme, por lo que es muy complicado entender cuánto tiempo podrán necesitar. De momento, y después de que su piloto de pruebas, Cal Crutchlow, sufriese una lesión de la que le está costando más tiempo del esperado recuperarse, han decidido repescar a alguien tan experimentado como Andrea Dovizioso para que les ayude en el desarrollo. El italiano ya fue claro en su visita a Misano valorando que, lo que está viendo, es un gran salto en cuanto a las intenciones respecto a lo que él mismo vivió en su última etapa en la clase reina, cuando compitió con el equipo satélite de los japoneses. Esto mientras se está a la espera de la confirmación de que Augusto Fernández se va a sumar a estas labores en 2025.
Los que tampoco quitan ojo de todo esto son los responsables de Prima Pramac, que ya están preparando su paso a Yamaha a partir del test posterior al último gran premio del año, el de Valencia, la prueba que tendrá lugar el martes 19 de noviembre y que suele abrir el curso siguiente. Ahí ya tendrán con ellos a sus nuevos pilotos, al confirmado hace dos semanas Miguel Oliveira, y al que está a punto de anunciarse, Jack Miller. Más experiencia para tratar de acortar las distancias. "Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto de la moto, y eso es bonito", había contestado a Relevo Quartararo el viernes de Misano, un trazado en el que va a tener una segunda oportunidad para seguir esbozando una pequeña sonrisa, aunque no es el sitio en el que francés quiere estar.
"Siento que mi posición está más en la parte de arriba de la tabla que en la de abajo, así que cuando me he podido ver en alguna posición interesante, ha estado bien", nos reconocía el campeón del mundo de 2021. "Me gusta porque estamos haciendo las cosas más rápido, que es algo que necesitamos. En los primeros meses en los que estuvimos con Max (NdR: Bartolini, el nuevo responsable del proyecto llegado de Ducati) y el equipo, toda la mentalidad y la manera de trabajar cambió, pero no hubo mejoras. Probamos muchas cosas, sin muchos resultados, pero ahora estamos empezando a encontrar el camino en el motor, en el chasis, así que espero que la temporada mejore. No digo que para pelear arriba, pero aunque sea para reducir la distancia con el top cinco, estar más cerca".