MOTOGP

MotoGP comienza a preparar 2025 condicionado por el mercado de pilotos

Este lunes las fábricas de la clase reina han disfrutado de una importante jornada de test que ha encabezado Pecco Bagnaia.

Marc Márquez, en Misano. /AFP
Marc Márquez, en Misano. AFP
Borja González

Borja González

El test de MotoGP posterior al Gran Premio de San Marino, que ya es una tradición en el campeonato, se ha convertido en un punto relevante del año porque suele poner la primera piedra en el camino hacia 2025. No hay que irse muy lejos, al del año pasado, para entender lo relevante que puede ser. En aquel 11 de septiembre, Honda puso en pista su idea para la moto de este año, con toda la atención en ver si ese banco de pruebas podía convencer a Marc Márquez de que se quedase en la fábrica con la que debutó en la clase reina; no lo hizo, y lo que vino después ya pertenece a la historia moderna de la categoría, con su último capítulo en su victoria este pasado domingo en el Circuito de Misano.

El de este lunes ha llegado influenciado por el mercado de pilotos, porque las fábricas se han encontrado con que muchos de sus pilotos no van a seguir con ellos el próximo curso, lo que directamente genera que sean excluidos de ese trabajo. Pasa en Ducati, con Enea Bastianini o los pilotos de Prima Pramac, porque el primero se marchará a KTM y la estructura satélite a Yamaha; ocurre en KTM, que ya no contará ni con Augusto Fernández ni con Jack Miller; o en Aprilia, casa de la que van a salir tres de sus actuales cuatro competidores, Miguel Oliveira a Yamaha, Aleix Espargaró a Honda en el papel de probador, y Maverick Viñales a KTM. Con estas limitaciones, cada uno ha podido emplear el día en distintas cuestiones.

Una general ha sido la prueba de Michelin de un compuesto delantero nuevo, un prototipo que trata de salvar los problemas que al constructor francés le genera seguir la velocidad de desarrollo de las fábricas de MotoGP, lo que ha terminado derivando en esas limitaciones que se han impuesto en la normativa acerca de las presiones en las gomas de delante, que fueron un quebradero de cabeza en 2023 cuando se impusieron, y que limita muchas veces las estrategias de pilotos y equipos en las carreras. Curiosamente, un factor que fue liberado este pasado domingo al ser declarada la prueba 'flag to flag' (se permitía el cambio de motos durante la prueba, una de las claves de lo que pasó, centrado en el error del líder Jorge Martín), y que no se sabe bien cómo habría influido de no suceder esto.

En Misano la parte más llamativa del trabajo vino en Honda, la más retrasada de las fábricas, y que pudo recuperar a sus dos bajas por cuestiones víricas de este domingo, los Repsol Honda Joan Mir y Luca Marini. Tanto ellos como Johann Zarco trabajaron en validar lo que había estado rodando estos días Stefan Bradl, el piloto de pruebas de la marca, con la puesta en pista de un nuevo carenado como lo más llamativo de lo que se prepara para 2025. Esa aerodinámica (con la que correrán la semana que viene en Misano) parece haber mejorado un punto a la RCV en curva, aunque lejos de ser un salto revolucionario parece más una simple mejora, y Honda necesita algo más que eso, lo que hace que alguno, como Mir, se haya vuelto a casa algo preocupado porque ya queda poco tiempo antes del primer test real para el próximo curso, el del martes posterior al Gran Premio de la Comunitat Valenciana. Y la distancia sigue siendo grande.

En Misano, mirando la tabla de tiempos, el más rápido terminó siendo Pecco Bagnaia, que junto a Franco Morbidelli y a Bastianini fue el único en bajar del 1'31. Bagnaia sí que se mostró satisfecho con lo preparado por Michelin, a la vez que hizo varias pruebas para recopilar información de cara al año que viene, porque Ducati no tiene aún una moto 2025, ni tampoco necesita tener mucha prisa, porque lo que tienen de última generación está muy por encima de la competencia, y a poco que hagan van a seguir tranquilos en su liderazgo. Pese a esto, se vieron experimentos para mejorar en aerodinámica, a la vez que chequeaban con Bagnaia un chasis con alguna pequeña variación. La prueba de que todo está tranquilo en Borgo Panigale es que no hicieron que su gran adquisición para el próximo, Marc Márquez, cambiase su GP23 durante esta jornada.

KTM colocó cuatro motos en el box de Pedro Acosta, que finalizó cuarto, y puso esta vez en pista a Daniel Pedrosa, en vez de a Pol Espargaró. Tanto Acosta como Brad Binder usaron lo utilizado en el gran premio por Espargaró, con una configuración distinta de motor, que dio algunos problemas en aceleración el sábado, un escape distinto, más llamativos cambios en el carenado, como unas alas ubicadas en el basculante y en la parte de arriba de la rueda delantera. Aprilia no fue más allá de tratar de solucionar los llamativos problemas de los dos últimos grandes premios, pero más por la vía de cambios con el material con el que tienen que seguir corriendo, además de que permitieron al único piloto que se quedará, Raúl Fernández, hacer un doble chequeo de las motos 2023 y 2024, con la que empezó a competir en agosto.

En cuanto a Yamaha, que completó un muy buen fin de semana con Fabio Quartararo, volvió a destacar con el francés, que fue noveno en sprint y carrera, y que firmó en el test el quinto mejor crono (por delante de Jorge Martín y de Marc Márquez), pero con una idea de trabajo que mantiene lo iniciado hace unos meses, idea que se basa en ir probando durante los fines de semana de competición pequeñas novedades (también en los entrenamientos privados que han podido hacer), para tratar de ir creciendo a base de pequeños pasos y no perder así ni el rumbo ni las energías, con vistas a terminar el año con buena información que llevar en el invierno a Japón. En cualquier caso, buena parte del trabajo de estos días la han centrado en diferentes motores, que seguirán probándose durante las próximas citas del calendario.