Las Ducati oficiales devuelven a Marc Márquez a la realidad
El catalán solo ha subido al podio en una de las seis últimas carreras desde que se anunciase su futuro.
"Expectativas no realistas significan frustración", era el mensaje claro y conciso de Marc Márquez a aquellos que siguen manteniendo su apuesta para el noveno título del piloto de Cervera esta temporada. Porque sí, mientras haya opciones matemáticas cuesta creer que un piloto como Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo, vaya a darse por vencido a falta de prácticamente la mitad de la temporada. Pero la realidad y los últimos resultados complican la tarea.
Un cero en la sprint y una cuarta posición en la carrera en Silverstone fue el desencadenante de un discurso negacionista por parte del catalán el pasado fin de semana. El resultado, vuelta al perfil bajo con el que comenzó el curso y una mentalidad más centrada en conseguir buenos resultados y disfrutar que en luchar por un título que si bien es cierto cuenta con cuatro nombres propios. "Me he quedado con la sensación de poder hacer más, pero tocaba tirar más de cabeza que de corazón", resumía tras acabar la carrera del domingo.
"Yo ya dije en Alemania y Holanda que no estamos para luchar por el Mundial. Cuando quieres luchar por el Mundial tienes que ser regular y rápido. Quizás somos un poquito más regulares durante los domingos, pero no hemos sido rápidos, y no lo puedes salvar cada fin de semana. Así no se gana un Mundial. Me gustaría decir que hay opciones, está claro, pero no hay. No estamos listos para luchar por el Mundial cuando llevamos cuatro carreras en que nos están sacando una media de cinco o seis segundos", sentenciaba.
Los matices que le devuelven a la realidad
Desde que se hiciese oficial su destino para la próxima temporada, los resultados parecen no haber tardado en cuadrar dentro del box del catalán que solo ha subido al podio en la carrera de Sachsenring, de seis disputadas -entre sprints y carreras-. Todo eso sumado a los problemas que experimentó en Silverstone, que le obligaron a utilizar viejas técnicas de supervivencia y a sumar un nuevo cero a su casillero.
Y la clave, una moto que, inevitablemente, está un paso por detrás que la de sus rivales directos por el título (Bagnaia, Martín y Bastianini), la GP23. "Yo no diré que la nueva es mejor, la vieja es peor, o al revés. Son diferentes y sé que aquí me encontraba lejos. El viernes ya dije que había sido el peor viernes, y lo he ido salvando poco a poco, el sábado buscándome la vida y por las tardes trabajando con el equipo, que ha hecho un grandísimo trabajo y he podido estar cerca de Pecco, que también ha sufrido. Pero siempre hay una 24 que nos saca esos cuatro o cinco segundos".
Una realidad a la que se enfrentará de aquí a final de temporada y que complica al octacampeón alzarse con su novena corona. Difícil, pero no imposible porque mientras haya opciones matemáticas "estoy en la lucha por el título".