Los 1.001 días de Ngannou fuera de las MMA: del plante a la UFC a los 25 millones por boxear
Francis Ngannou vuelve a pelear en MMA este sábado. Se estrena en PFL tras dos años y ocho meses sin competir dentro de una jaula. Le espera Renan Ferreira, campeón del peso pesado de su nueva empresa.
El 22 de enero de 2022, Francis Ngannou se ratificó como el mejor peso pesado de la UFC. El camerunés había noqueado a Stipe Miocic, el campeón más laureado de la división dentro de la empresa, diez meses antes y Ciryl Gane suponía un gran reto. Extraordinario pegador, el africano parecía débil en el wrestling y suelo. El francés, que era entrenado por su anterior preparador, parecía la kryptonita, pero no fue así.
Su exhibición abrió un escenario complicado para él y para UFC. Ngannou disputó ese día su última pelea en el contrato con la empresa. Se resistió a renovar porque quería mejores condiciones. Con la victoria parecía que ambos estaban condenados a entenderse. No fue así. El triunfo supuso la renovación automática de Ngannou con UFC. Su acuerdo se extendía por tres peleas o un año, lo que antes sucediese. El camerunés luchó con la compañía por mejorar las condiciones médicas y económicas no sólo propias, también del resto de luchadores.
La UFC ofreció muchísimo dinero a Ngannou, pero éste priorizó al resto y no renovó. Ante Gane, además, se lesionó su rodilla y tuvo que pasar por el quirófano. Con una lesión de ese tipo si pretendía dejar correr el tiempo y que su contrato expirase tenía la excusa perfecta. Así acabó pasando, aunque la UFC se lo "cargó" antes para demostrar al resto "quien manda". Ngannou pasó a ser agente libre, algo que suponía un cambio de paradigma enorme. Era el mejor peso pesado del momento, pero lejos de UFC hace frío, al menos a nivel deportivo.
Después de meses deshojando la margarita, el camerunés aceptó una gran oferta de PFL. La compañía estaba en expansión y tras su llegada han fichado a Jake Paul, Amanda Serrano, Claressa Shiedls… y compraron Bellator. Quieren ser la primera opción fuera de UFC. El acuerdo entre Ngannou y PFL iba mucho más allá de firmar varias peleas. El africano logró mejorar las coberturas médicas de los luchadores que pelean en su nueva empresa e incluso tiene la potestad de elegir lo que cobrará su oponente. Por si fuese poco, pondrá en marcha PFL África para buscar el talento en ese continente y así poder cambiar la vida de muchos jóvenes. Él llegó como ilegal a Europa y quiere evitar a otros las penurias que tuvo que pasar.
Fuera de todos los acuerdos dentro de la empresa, PFL le permitió boxear. Su sueño siempre había sido ser boxeador. En octubre de 2023 tuvo un combate en Tyson Fury. El inglés era el campeón mundial, pero el cinturón no estaba en juego. Aún así, tachó un deseo de su lista y se embolsó 10 millones de dólares. Ganó más en una noche que en toda su carrera en UFC. Además, dio la talla y cerca estuvo de noquear a Fury. El órdago le salió bien. Tan positivo fue todo que tras Fury, Arabia Saudí le quiso enfrentar contra Antony Joshua. Llegó con la misma confianza, pero a nivel técnico le falta mucho y fue noqueado brutalmente.
El KO, en marzo de 2024, hizo que se replantease el futuro. Había ganado 15 millones por esa pelea y debía cumplir con PFL. No había motivo para seguir boxeando antes de volver a pisar una jaula. Los tiempos, eso sí, se alargaron debido a que el camerunés pasó uno de los peores momentos de su vida tras el fallecimiento de su hijo, de 16 meses de edad. Necesitó tiempo para recomponerse, pero en febrero ya sabía quien sería su rival: Renan Ferreira.
El brasileño era un desconocido en ese momento para muchos. Era el campeón de PFL en el peso pesado y defendió a su empresa frente a Bellator en el duelo que enfrentó a ambas compañías. Toda una leyenda como Ryan Bader le duró menos de un asalto. El morbo estaba garantizado y, ahora, ocho meses después, su figura hace que surjan dudas con respecto a Ngannou. El camerunés debería ser el claro favorito, pero los condicionantes juegan en su contra.
No pisa una jaula para competir desde hace dos años y ocho meses. En ese tiempo puede que haya perdido ciertos automatismos, pero lo más preocupante es cómo pueda llegar. El KO que le propinó Anthony Joshua es uno de los que pueden cambiar carreras. ¿Habrá perdido capacidad de encaje? Es sin duda la duda que todos nos hacemos en este instante. Ferreira tiene un récord de 13 victorias y 3 derrotas. Once de esos triunfos llegaron por la vía del KO. Hay pegada y dudas por otra parte.
Al tratarse de un duelo de pegadores las cuestiones sobre su mejora, o empeoramiento, en la parte del wrestling y el suelo, desaparecen. Se espera un duelo 100% en el striking (Ngannou tiene un 65% de triunfos por la vía del KO). La dinamita es alta, la clave estará en la capacidad de encaje. Con 38 años, Francis Ngannou quiere seguir siendo rey en el peso pesado, pero Ferreira le pone en jaque. Ha pasado mucho tiempo desde que lo fue y sólo la jaula dictará sentencia. En 1.001 días todo ha cambiado para el camerunés. Su final competitivo se decide en Riad.