TELEVISIÓN

¿Paula Leitón en prime time? Broncano planta una semilla tras años de desierto

Paula Leitón durante su entrevista con David Broncano en 'La Revuelta'/RTVE
Paula Leitón durante su entrevista con David Broncano en 'La Revuelta' RTVE

Hay algo valiente -incluso bonito- en estar en el disparadero de los medios, en plena guerra de audiencias y decidir que vas a competir contra Antonio Banderas recurriendo a Paula Leitón. Básicamente, porque casi nadie sabe quién es Paula Leitón… o no lo sabía hasta que David Broncano la puso en prime time y la entrevistó con el mismo mimo y el mismo respeto que si estuviera ante cualquier estrella mediática o cualquier influencer con millones de seguidores.

Paula Leitón, para quien no esté en el ajo, es campeona olímpica de waterpolo después de haber sido subcampeona en Tokio hace apenas tres años, cuando contaba solo con 21. Es un portento físico, y esto no va dicho con ninguna ironía: Leitón fija a los rivales, hace circular el juego y es imparable cuando se da la vuelta hacia la portería. Como ella misma dijo en la entrevista, hay deportistas que deben tener un tipo de cuerpo, como los maratonianos; otros a los que beneficia otra fisonomía, como los velocistas, y otros, como ella, a los que ocupar el mayor espacio posible en la piscina les viene de maravilla.

Leitón es, por palmarés, una de las mejores deportistas de España, pero es más fácil reírse de la gorda que prestar atención a su rendimiento deportivo. Dice mucho del país en el que vivimos. Ahora bien, también dice mucho que al insulto fácil y a la grosería ridícula le siga un reconocimiento así. Se nota cuándo un entrevistador tiene ante sí a alguien que le resulta intrascendente y cuándo no. Broncano se volcó en la charla y se volcó en los numeritos adyacentes. Broncano sabía que tenía que demostrar a la audiencia y a su propia cadena que había sitio para Leitón en prime time y que no todo tienen que ser Lamines y Topurias (aunque, sin duda, Broncano estaría encantado de entrevistar a cualquiera de los dos).

Tras años de desierto en los que los deportistas mediáticos solo podían ser tenistas, futbolistas o jugadores de la NBA -de vez en cuando, sí, se colaba una Lidia Valentín o una Mireia Belmonte o una Carolina Marín, como pequeños oasis-, parece que "La Revuelta" ha venido con ganas de cambiar eso y es una excelente noticia para el deporte considerado minoritario. Le viene mejor al waterpolo femenino media hora a las diez de la noche en La 1 que una retransmisión más o menos apasionada de un partido cada cuatro años.

El ejemplo de Aitor Francesena

Porque lo cierto es que Broncano -un entusiasta del deporte, un hombre enamorado de Roger Federer- lleva ocho días en antena y ya ha contado entre sus invitados a varias figuras que no ocupan portadas ni reciben el reconocimiento de las masas. Por "La Revuelta" han pasado cinco jugadores del Alcobendas Rugby y ha pasado Aitor Francesena, cinco veces campeón del mundo de surf adaptado para invidentes. En ningún caso, se han buscado testimonios lacrimógenos ni la dramática empatía del espectador. Están ahí porque son buenos en lo suyo y punto.

Lo que cuenta de estos deportistas es que tienen historias que contar y son historias que no conocemos. Todos sabemos la vida de los grandes héroes, pero no imaginamos que haya encanto en lo subterráneo, lo que pasa por debajo del radar. Y sí que la hay, sí. Más allá de discapacidades visuales o de cuerpos no normativos, estos invitados son interesantes porque tiene algo que contar sobre su deporte, sobre su vida, sobre la conciliación entre su pasión y su realidad.

Esta gente es interesante, en resumen, porque, formando parte de la élite en sentido estricto, en realidad sus vidas son como las nuestras cuando queremos encontrar un rato para entrenar en el polideportivo con los amigos entre tanto trabajo y tantos hijos. Cuando queremos llegar a fin de mes. Cuando nadie nos para en la calle para pedirnos un selfie por haber cuadrado el balance como los ángeles. Broncano lo sabe y lo aprecia. Broncano entiende que los nombres sirven hasta cierto punto y que puede arriesgarse a "competir" con una semidesconocida y aun así conseguir que la gente se quede porque merece la pena.

“Es que esto no le interesa a nadie”

Y es que aquí llega lo bueno. Me agota hacer de cada cosa de la vida una competición, pero el caso es que "el duelo" entre Paula Leitón y Antonio Banderas acabó prácticamente en empate. Y yo no tengo nada contra Antonio Banderas ni contra Pablo Motos, pero me alegra que dos millones de españoles se planten delante del televisor a oír hablar del deporte más puro, el menos contaminado por el dinero, las presiones y los excesos… y se queden ahí media hora embobados.

Porque, supongo, soy un optimista, y confío en que poco a poco se entienda que no pueden ser las mismas caras en los mismos sitios todo el rato. Que la variedad es buena y sobre todo atractiva. Que se puede hacer de los deportes "minoritarios" un espectáculo que agrade al gran público o al menos intentarlo. Que, si no se ha hecho antes, si no se ha intentado siquiera, es por pura pereza. "Es que esto no le interesa a nadie". Bueno, demuéstremelo primero.

Ya solo queda que los medios generalistas se pongan también las pilas. De toda la entrevista, solo hubo una pregunta sobre el cuerpo de Leitón y solo una respuesta. Todos los medios abren con ello. Entienden que es lo único que interesa a sus lectores. Los mismos lectores que, insisto, se pasaron la noche junto a Paula Leitón riéndose, aprendiendo lo que tiene que hacer una boya en waterpolo y disfrutando de una deportista admirable. Y que, sí, ya saben lo que pesa… pero les da absolutamente igual y no necesitan que se lo recuerden.