Así es Paula Leitón, la waterpolista que empezó a nadar porque "estaba gordita" y que debutó con 11 años en la máxima categoría
La boya titular que se colgó el oro en París 2024 es una de las joyas de la disciplina a nivel nacional.
Más allá del oro y del éxito merecido de la Selección femenina de waterpolo en La Dèfense Arena de París, el día posterior a la celebración un nombre resonó con más fuerza que el resto, el de la boya Paula Leitón. La waterpolista de 24 añosrecibió insultos en las redes sociales por su peso, una condición que es habitual en el waterpolo en los boyas, acostumbrados a tener un tamaño más grande y más kilos que el resto de los jugadores por las características de esta posición. El boya debe ganarse el sitio, hundir las defensas, forzar exclusiones, y ahí, al margen de la habilidad, la fuerza y el peso son una ayuda clave. Y así fue a lo largo de la historia de este deporte.
Leitón, una de las jugadoras más queridas en el equipo de Miki Oca, quien debutara con apenas 15 años en la absoluta, rebatió esos insultos con un argumento ejemplar en Antena 3. Se resume en "sé cómo es mi cuerpo, lo quiero muchísimo", y añadió que acababa de ser oro olímpico y esos comentarios le resbalaban. Así es el carácter de una waterpolista con las ideas claras e invulnerable a este tipo de comentarios porque desde que empezó a practicar waterpolo ya tenía esta fisonomía.
La historia de Leitón en el waterpolo empieza a los seis años. "Estaba gordita y me dijeron que podía hacer natación", rememoró cuando debutó con la absoluta. Natural de Terrassa, practicaba natación en el club cuando su entrenador, Raúl Mesa, le sugirió que se apuntara a waterpolo por sus características. Y acertó. Poco a poco destacó y se convirtió en una de las jugadoras más prometedoras de su generación hasta que fue reclutada por el Centro de Tecnificación de la Federació Catalana de Natació en el CAR de Sant Cugat. "Viene una boya por abajo que garantiza el futuro", se escuchaba en el waterpolo nacional. Allí, mientras ella se preparaba para alcanzar la elite, ya coincidía con la Selección absoluta que se preparaba para campeonatos como los Mundiales de Barcelona, de 2013, y podía ver a su referente, Maica García.
La posición de boya es distinta en el waterpolo. "Jugamos nuestro propio partido, nos peleamos, tenemos que ganarnos el sitio, es duro, recibes muchos golpes", explicaba antes de los Juegos de París en el Diari de Terrassa, su ciudad.
De cadete, Leitón llegaba a jugar tres partidos cada fin de semana porque uno no era suficiente: con el cadete, el júnior y, pese a tener 14 años, con el primer equipo, con el que debutó con 11 años. Y un año después, con 15, Miki Oca ya la convocó para los Mundiales absolutos de Kazán, donde España perdió en cuartos de final ante Estados Unidos, pero bautizó a la que ha sido una de sus referentes durante estos años. "Paula es un bebé gigante. Me recuerda mucho a mí cuando era pequeña", explicó en aquel momento Maica García. "Es muy trabajadora, con un físico excepcional", añadió Lorena Miranda, plata en Londres 2012 y oro en los Mundiales de 2013.
Antes de París, comentaba a Relevo que "me veo con más madurez deportiva, experiencia, con la facilidad de saber jugar con las compañeras... Cuando llegué, el equipo estaba hecho, era todo cerrado, veníamos de ganar mucho. No me considero más buena, pero sí con más seguridad en todas las cosas".
Leitón, que estudia Educación Primaria, juega ahora en el CN Sabadell, el actual campeón de Europa, y forma con Maica García la mejor pareja de boyas a nivel de clubes y también con la Selección, como se ha demostrado en los Juegos en los que se han colgado el oro. Y, para el que no le sepa, Leitón suma un oro y una plata olímpica, tres platas mundiales y dos oros europeos. Y tres Champions. Y ha tenido propuestas de Grecia e Italia que ha desestimado. Y ahora, por su éxito deportivo y su mensaje ejemplar ante algunos insultos, trasciende todavía más.