José Ramón de la Morena se emociona al recordar la reconciliación con Pepe Domingo Castaño: "Me escribió en la servilleta: 'No cambies nunca, paleto'"
De la Morena y Juanma Castaño se citan con Relevo para una tertulia y reviven el abrazo que puso fin a tres años de enfados.
La muerte de Pepe Domingo Castaño el 17 de septiembre de 2023 fue un puñal en el corazón de todos aquellos que compartían micrófono con él en la Cadena Cope. El locutor era una de las voces más carismáticas de la radio en España, y además un hombre admirado y querido a raudales por los suyos. "Era muy bizcochón", recuerda ahora José Ramón de la Morena, una de las personas que más y mejor conocía a Pepe Domingo.
Sentado en la terraza de su casa de Brunete, De la Morena se cita con Juanma Castaño y con Relevo para echar la vista atrás, a aquellos años 90 de la guerra de las ondas, a la rivalidad con José María García y también a un capítulo oscuro: los cerca de tres años que De la Morena y Pepe Domingo estuvieron sin hablarse pese a lo mucho que se habían querido.
Ninguno quiere desvelar el motivo por el que comenzó todo. "Conmigo no se había enfadado nunca, nunca. Fue la primera y la única vez que se enfadó. Te lo juro. Fue una chorrada que empezó a ir a más, a más, a más y terminamos divorciándonos", señala De la Morena, de 68 años y que se retiró en 2021 después de dirigir durante 27 años El Larguero en la Cadena Ser y otros cinco El Transistor en Onda Cero. Con Pepe Domingo Castaño coincidió hasta que en 2011, gran parte del equipo de deportes de la Cadena Ser -entre ellos Pepe Domingo, Juanma, Paco González y Manolo Lama- fichó por la Cadena Cope.
Poco tiempo después, esa "chorrada que empezó a ir a más" puso una distancia entre De la Morena y Pepe Domingo que parecía insalvable. Y ahí es donde emerge la figura de Juanma Castaño. El actual presentador de El Partidazo, que comparte apellido pero ningún lazo familiar con Pepe Domingo, intercedió para que aparcaran las diferencias. "Esa medalla me la pongo yo", se enorgullece.
Todo ocurrió a finales de 2016. Juanma Castaño y De la Morena coincidieron en un AVE de Valencia a Madrid y salió el nombre de Pepe Domingo. "Yo me acuerdo perfectamente. Habían tenido un pequeño desencuentro, una tontería. Pepe se podía enfadar con cualquier tontería", arranca Juanma Castaño, que se acercó un día en la radio a Pepe Domingo a decirle que había visto a De la Morena predispuesto a sentarse y a hablar.
"No quiero saber nada, no quiero saber nada, déjame en paz con De la Morena que estoy muy tranquilo como estoy", fueron las palabras de Pepe Domingo, según recuerda ahora Juanma. "Entonces yo le digo: 'Pepe, imagínate si por cualquier razón le pasa algo a José Ramón mañana por la mañana. Te vas a quedar toda la vida con la carga de conciencia de no haber querido arreglarte con José Ramón'. Y entonces me dice: 'Qué cabrón eres'".
"En la primera Nochevieja que pasamos juntos me dejó escribió en una servilleta. Había unas cosas íntimas que no vienen al caso, pero el final era 'No cambies nunca, paleto, no cambies'"
La cita fue un viernes en la casa de Brunete de José Ramón a eso de las nueve de la noche. Juanma se retrasó cerca de 20 minutos y cuando llegó, De la Morena y Pepe Domingo ya habían hecho las paces. "Cuando llegué ya estabais abrazados. Estabais hablando tranquilamente".
Y brindaron para la ocasión. "Coge el vino que quieras", le dijo José Ramón a Juanma aquel viernes. "¿Cuál es el mejor? Pues ese, que la situación lo merece", le respondió el actual presentador de El Partidazo. La noche empezó con un abrazo, siguió con vino y acabó incluso con Emilio José, gran amigo de Pepe Domingo, cantando.
La servilleta en la primera Nochevieja
De la Morena y Pepe Domingo se conocieron en 1981, cuando el primero entró de becario en la Cadena Ser y el segundo acababa de volver de Miami. "Él empezó a hacer el programa del mediodía y ahí ya empezamos a hablar, a hablar, nos hicimos muy amigos. Y pasábamos todas las Nocheviejas juntos", continúa emocionado De la Morena. "En la primera que pasamos juntos me dejó escribió en una servilleta. Había unas cosas íntimas que no vienen al caso, pero el final era 'No cambies nunca, paleto, no cambies'. Y cuando nos separamos, yo le escribí una carta y le dije 'Te juro que no cambié'. Y él me contestó también muy dolido. Y así se quedó todo congelado hasta ese día que vinimos aquí. Y cenamos juntos aquella noche y volvió a cantar".
"Pues menos mal que lo hicimos, porque imagínate que por lo que fuera no... Porque Pepe se fue de una manera inesperada", insiste Juanma Castaño. "Pero como dice Lama, se fue como le hubiera gustado a él", añade José Ramón. "Lo hubiera firmado así. Porque él era miedica y no habría aguantado una enfermedad larga. Él siempre lo decía: 'Quiero irme con un vaso de tequila'. Pues casi. Casi sin darse cuenta y en buen estado de forma. Ha apurado hasta el último trago".
La broma de Manolo Lama con el chinchón
De la Morena recuerda entonces una anécdota con Manolo Lama y una copa de chinchón en un restaurante de Andorra, una de las muchas batallitas que cuenta Joserra durante la hora que dura la charla con Relevo.
"Y de la copa de chinchón, ¿te acuerdas?", dice De la Morena. "Un día que fuimos a Andorra en La Vuelta y al subir la escalera en un restaurante dice Pepe 'Anda, si tienen chinchón, mira que bien'. Porque siempre a él le gustaba pedir una copa de chinchón después de la cena. Y en esos sitios no lo tenían. Entonces fue el cabrón de Lama y le dijo al dueño 'Retire usted esto, que como lo vea Pepe, ya veréis luego, rompe todo, se pone muy violento, quítelo usted'. Y cogió el tío y quitó la botella de chinchón", continúa De la Morena sin poder aguantar la risa ante la mirada de Juanma Castaño.
"Y al final ya nos íbamos, Pepe pide una copa de chinchón y le dice 'No, no tenemos'. 'Sí tienen, sí tienen. Venga usted conmigo. Estaba aquí'. Y ya nos vio reírnos a nosotros y se pilló un rebote...", añade el que fuera director de El Larguero.
"Las noches con Pepe eran muy buenas, eran muy buenas. Además, es que no tenía fin. 'Si te padecemos, te tenemos que disfrutar', me decía. El cantar, las noches con Emilio José, fueron muchas noches, muchos días. Muchos momentos que a mí se me han pasado muy rápido. Se me ha ido todo muy rápido. Ha sido todo muy bonito para contar. Lo que pasa es que cuando lo cuentas, ya te das cuenta de que eres el abuelo cebolleta y de que lo has contado 20 veces".
"Pero lo has vivido, que es lo importante", le responde Juanma.