Susana Rodríguez y el futuro tras su triple corona de 2024. "Si voy a Los Ángeles serán mis últimos Juegos"
La gallega ha logrado en el mismo año el oro en triatlón paralímpico en Juegos, Mundial y Europeo.
Susana Rodríguez hace tiempo que traspasó los límites del propio deporte para convertirse en una figura mediática como una de las grandes referencias del movimiento paralímpico español. Tras el oro en los Juegos de París junto a su guía Sara Pérez, la gallega inicia un nuevo ciclo pensando en Los Ángeles 2028, a los que tiene claro que si va serán sus "últimos".
Susana Rodríguez (Vigo, 1988) cerró hace unos días en Torremolinos una temporada perfecta en la que puede presumir de haber ganado un oro en los Juegos Paralímpicos de París, pero también su sexto título mundial y un bronce en el relevo mixto por equipos, así como la quinta corona continental.
La triatleta gallega, con una agudeza visual de un 5% en un ojo y de un 7% en el otro a consecuencia del albinismo, tiene un palmarés que impresiona: seis veces campeona del mundo, cinco de Europa y doble campeona paralímpica en Tokio y París.
Fuera del deporte es médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación en un hospital de Vigo y su historia de superación es un ejemplo para los niños que la escuchan atentamente en cada charla que da, como la que protagonizó en Madrid, en el espacio Telefónica, con alumnos del colegio Santa Isabel.
"El mundo sin ver es muy difícil. Hay mucha información que no nos llega pero el día a día es bastante normal. Yo fui al colegio con personas sin discapacidad y venía dos días a la semana una profesora de la ONCE. Me gustaba mucho todo lo que tenía que ver con la salud. Mi padre era anestesista y le preguntaba mucho por su trabajo. Por eso tiré por esa rama", dijo.
Junto a Celine Ricaud, marketing manager de Mattel para España, les enseñó la Barbie que han diseñado sobre su figura y, antes de atender a EFE, les dio algunos consejos para su vida personal: "pelead por vuestros sueños porque a veces se cumplen".
¿Cómo se siente al ver su réplica en una muñeca de juguete?
Es algo que jamás en la vida pensaba que podría ocurrir. Cuando contactaron conmigo me hizo muchísima ilusión y después ver el resultado me ha llenado de orgullo. Es bonito que a través de ella se pueda transmitir una historia y eso le llegue a los niños y las niñas para que puedan decir que si sueñas con algo a veces se puede conseguir. Creo que eso es lo más potente de todo.
El año 2024 ha sido inmejorable. Oro en los Juegos y ganadora del Mundial por sexta vez. Mejor imposible
Ha sido un año increíble de resultados. En cada gran competición estuvimos en el mejor nivel y ha sido todo muy bonito. Hubo momentos difíciles pero me quedo con los resultados, con lo que disfrutamos y lo que nos reímos. Hubo algún lloro también pero en global lo he disfrutado muchísimo. Eso creo que es lo más importante
Para 2025, ¿qué objetivos se marca?
El año que viene tenemos los Mundiales en Australia, en Wollongong, en octubre, y ese será el objetivo principal a nivel deportivo. Además, aunque todavía no lo tengo definido, me gustaría preparar alguna otra cosa que me ayude también en mi preparación de triatlón pero que no sea puramente las carreras del circuito. El año después de los Juegos lo hago un poco más ameno porque este ha sido muy exigente. Hay que hacer cosas en el deporte que también se salgan de lo de siempre.
¿Y Los Ángeles 2028?
En principio voy a empezar el ciclo y mientras disfrute del deporte y me vea con posibilidades de pelear por las carreras seguiré. Ahora mismo tengo ganas. También tengo claro que si voy a esos Juegos serán los últimos. Tengo una trayectoria muy interesante en mi deporte y quiero competir mientras me vea en condiciones de pelear y disfrutarlo. Siempre haré deporte porque es mi vida pero cuando no me vea competitiva o no me apetezca lo practicaré de otra manera.
La posibilidad de Los Ángeles la barajo, pero creo que ahora, después de lo duro que ha sido este año y con el accidente que tuve, no me parece justo estar haciendo planes a cuatro años vista. Si voy será para pelear por el tercer oro.
Su figura ha trascendido el ámbito puramente deportivo y junto con Teresa Perales es una de las máximas figuras del deporte paralímpico español. ¿Cómo lleva ese estatus?
Es raro porque yo al final tengo un día a día con mi trabajo, que afortunadamente me mantiene muy cerca de cuáles son los verdaderos problemas de la sociedad. Aún así me siento agradecida por el cariño de la gente y todo el reconocimiento que estoy teniendo. Me alegra que mi caso, o el de Teresa, que al final ha sido nuestra referente en España, sirva para que la gente vea que las personas con discapacidad podemos hacer muchas cosas. Eso es muy importante porque muchas veces se presupone que por tener una discapacidad no somos capaces de hacer esto o lo otro cuando a lo mejor tenemos que hacerlas pero de otra manera. Necesitamos adaptaciones pero eso no quiere decir que no merezcamos el mismo respeto. Creo que nosotras podemos llevar muy bien a la sociedad este mensaje.
Uno de los reconocimientos que ha tenido es del Real Madrid. ¿Cómo es pisar el césped y que te aplaudan ochenta mil personas en el Santiago Bernabéu?
La verdad que es impresionante. Había estado ya el año de Tokio haciendo el saque de honor y cuando he vuelto ha sido más impresionante aún porque en aquel momento estaban con las obras y el aforo no estaba al completo. El sonido es brutal y con el techo cerrado impresiona más. Yo, como forofa madridista no puedo pedir más. El club siempre tiene un trato estupendo conmigo y en este caso con todos los medallistas de París madridistas.
Como médica, ¿sigue trabajando en un hospital de Vigo?
Tengo una reducción de jornada del 33%, que es la que me puedo pedir, y este año he tenido todas las facilidades del mundo para poder compatibilizarlo con los entrenamientos. Bueno, este año básicamente me he dedicado a preparar los Juegos de París y a veces es una situación un poco difícil porque cuando me voy no me sustituye nadie. Eso me hace sentir regular pero también sé que el deporte lo tengo que hacer ahora porque esto es un tren que pasa y hay que aprovecharlo. Es un trabajo en el que la jubilación es mucho más temprana que en cualquier otro y, aunque no es del todo fácil, lo llevo como puedo.
Estar en Vigo me ha facilitado mucho la vida en el sentido de que yo vivo en la ciudad y ahora cojo un autobús urbano y voy. No tengo que depender del tren o de los horarios como pasaba entre ciudades como cuando estaba en Santiago.
¿Va a seguir con Sara Pérez de guía?
Eso no cambia. Lo tengo claro. Ella vive en Madrid pero haremos concentraciones y cuando nos organicemos el calendario ya iremos cuadrando. Este año lo hemos pasado muy bien, Sara es de mi edad y creo que tenemos una forma bastante parecida de entender el deporte. A nivel individual, Sara también es una persona muy exigente y nos entendemos bien. Todo ha fluido y hay que dejar que siga.