La cara oculta del segundo oro paralímpico de Susana Rodríguez: "Cuando parece que empiezas a sacar la cabeza… ¡pum!"
La triatleta gallega acaba de proclamarse campeona en París 2024. Como contó a Relevo, tuvo que enfrentarse a varios problemas físicos y anímicos, algo que le da más valor a lo conseguido.
París.- Contra viento y marea, como dicen, o en su caso, contra la incertidumbre y el Sena, la triatleta Susana Rodríguez se ha colgado hoy la medalla de oro en París 2024, ganando todos los segmentos, deteniendo el crono en el 1:04:19 y con una diferencia de más de dos minutos sobre la segunda.
🥇 ¡ORO DE SUSANA RODRÍGUEZ!
— Teledeporte (@teledeporte) September 2, 2024
El triatlón español baña de oro esta jornada de los Juegos Paralímpicos.
Con qué autoridad ha ganado la campeona de Tokyo 2020, revalidando su título.#ParísRTVE2s #Paris2024 pic.twitter.com/srXXnvY0MO
Su segundo oro paralímpico tras el de Tokio 2020 significa mucho más por lo que esconde: si la cara es una medalla con un cachito de Torre Eiffel, la cruz es un mes previo a París 2024 de dolor físico y mental.
A comienzos de junio disputaba la Copa del Mundo en Vigo cuando ella y su guía Sara Pérez se precipitaron a 70 km en el sector del tándem. Ambas fueron trasladadas al hospital. Pero una vez les dieron el alta, los problemas de la gallega no terminaron.
"A raíz del accidente me quedó tocada la espalda", confesaba a Relevo hace unas semanas desde la concentración en el CAR de Sierra Nevada. Sin embargo, fue un mes después cuando los problemas se agravaron y sufrió una hernia dorsal.
"Tuve un dolor muy agudo y chungo. Un dolor terrible, tuve que salir llorando de nadar… Sólo he dejado sin acabar tres entrenamientos en mi vida". Tanto es así que, según desveló a este medio, el viernes 2 de agosto tuvieron que hacerle un bloqueo epidural.
La segunda semana del pasado mes ya estaba nadando, consciente de que iba "justita para hacer un buen bloque de entrenos", aunque animada al verse rodeada del resto de triatletas de la Paratriarmada española en Granada. "Al final aquí me viene guay entrenar en altura".
El dolor, que regresó un mes después del accidente, tuvo otras consecuencias que dificultaron su camino a su medalla en París 2024: le afectó mentalmente. "La caída fue muy gorda y al final pudo ser mucho peor. Pero he tenido que trabajar la cabeza, porque me costó mucho volver al tándem", se sinceraba a este medio. "Estuve muy jodida y al final se hizo todo bastante duro porque con el accidente ya me había costado mucho volver a la bici. Cuando parece que empiezas a sacar la cabeza…¡pum!".
De hecho, ganó las Series Mundiales de Montreal en su regreso tras la caída. "Hicimos un carrerón. Daba la impresión de que estaba todo solucionado". Pero nada más lejos de la realidad.
Para más inri, la primera semana de julio tuvo que ser intervenida de una pequeña cirugía para cambiar el holter que lleva. Se le había abierto la piel. "Me crecen los enanos", bromeaba.
Pese a todo esto, Rodríguez se levantó una vez más, como hiciera tras ese famoso burnout que casi la aparta del deporte, para lograr con contundencia uno de los objetivos más bonitos de su carrera.