JJOO | NATACIÓN ARTÍSTICA

El deporte olímpico que roza los límites del cuerpo vuelve a debatir su normativa tras París: "Es un tema de salud"

La natación artística se despide con otro oro de China, con un ejercicio con menor dificultad. "Se mejorará lo experimentado".

La natación artística, en concreto China, en una de las tres rutinas de equipo. /GETTY
La natación artística, en concreto China, en una de las tres rutinas de equipo. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

París.- La natación artística se despide de los Juegos Olímpicos con seis días de competición trepidante en los que China se ha convertido en la nueva Rusia (dos oros), España regresa al podio olímpico después de 12 años (bronce en equipo), ha habido coreografías espectaculares como el Moonwalker de la Estados Unidos de Andrea Fuentes y el triunfo de las gemelas en la rutina de dúo. Pero también con un debate que empezó antes de París y que continuará en las próximas semanas y que avencina otro cambio de normativa -esta matizada, no profunda- en un deporte que después de los Mundiales de Budapest, en 2022, vivió un basto cambio de reglas. Se volvió más objetivo y la estrategia de las entrenadoras es más crucial.

"Antes tenían menos peso que ahora. En estos momentos ellas montan las coreografías con los elementos obligatorios, el nivel de dificultad de los híbridos y las transiciones. Son fundamentales", detalla Gabriela Viglino, una de las más experimentadas de World Aquatics, presente en París. "Habrá un cambio sobre lo experimentado, pero nada profundo", matiza otra de las jueces ligada incluso al comité que se encarga de redactar y analizar las propuestas.

Los cambios afectan al tiempo que pasan las nadadoras debajo del agua debido a la gran cantidad de elementos que se deben realizar en una rutina que va de los 2:45 a los 3:30 minutos en función de la modalidad. Aunque World Aquatics recomienda que no se sobrepase el 60% o el 65%, en ocasiones las estrategias de los entrenadores para obtener una alta puntuación es demasiado arriesgada al aumentar el nivel de dificultad y las nadadoras están ya al límite. Y, para reforzar esta teoría, la triunfadora China ganó el dúo con una dificultad de 51, por debajo de otras selecciones. "Es ya por un tema de salud, tenemos que debatirlo", argumenta una de las jueces.

La Selección española de natación artística en París.  GETTY
La Selección española de natación artística en París. GETTY

Actualmente, cada coreografía necesita incluir cinco elementos técnicos que vienen impuestos, se incluyen también acrobacias y cuatro híbridos. A todo eso hay que añadir las transiciones, que son las partes entre un elemento y otro que habitualmente sí se hacen fuera del agua, ya sea desplazándose o con los brazos. Todos los elementos que no sean transiciones se hacen en apnea y cuenta solo el movimiento de las piernas (altura, flexibilidad, ángulos, sincronización...) Y eso lo que provoca es que "muchos equipos se centren solo en estos elementos, en añadirles dificultad, pero no tengan en cuenta hacer una rutina equilibrada, con transiciones, y eso también puntúa". Por eso mismo, una de las propuestas es pasar de cuatro hibridos a tres, con tal de reducir tiempo debajo del agua y poder encajar mejor la historia que se cuenta.

"La musicalidad, la interpretación y los bañadores" con mensaje

Porque ese es otro punto clave, la parte artística en la que España ha sobresalido en la rutina de equipo, donde entran en juego "la musicalidad, la interpretación o que los bañadores ya introduzcan la historia que se cuenta". Y en eso España, con por ejemplo la rutina de dúo que trata sobre la Sagrada Familia, lleva la delantera. Y Mayuko Fujiki ha interpretado muy bien el reglamento.

En constante cambio, la natación artística se despide de estos Juegos sin Rusia (siguen entrenándose pero están exlcuidas de competiciones en el extranjero: "La geopolítica"), sin la particpación de hombres ("si competía no ganamos una medalla", comentó Andrea Fuentes a Relevo) y con una aceptación muy positiva del reglamento pero con cambios claros ya que se pone en juego la salud de las deportistas. Hay que pasar menos tiempo debajo del agua. Un pequeño matiz que todos agradecerán.