Los secretos de la tanda de penaltis más importante en la historia de la Selección: "Es un golpeo, el mejor de vuestra vida"
El abrazo entre Misa y Cata, el ritual con Alexia Putellas y la mallorquina o la arenga de Montse Tomé.
Tras ver romperse a Carolina Marín, cualquier hazaña de los nuestros en los Juegos Olímpicos multiplica su valor. Porque nunca sabrás cuándo puede estar siendo la última. Hace unas horas, España vibraba con Jenni Hermoso, Irene Paredes y Cata Coll. La Selección española femenina de fútbol salvaba los muebles ante Colombia en los cuartos de final olímpicos. Las de Montse Tomé son una de las selecciones favoritas al oro y a punto estuvieron de marcharse de Francia por la puerta de atrás.
Pero se levantaron, empataron el partido (2-2) y acabaron por imponerse desde el punto de penalti. Una tanda de penas máximas que rompía una de las últimas barreras del fútbol femenino español. "Es un golpeo, es un único golpeo, el mejor de vuestra vida. Y, al final, han conseguido hacerlo bien", relataba Montse Tomé tras el termino del encuentro.
El partido comenzó con la premonición de Cata Coll. Bien sabía el destino que la guardameta del Barça iba a ser la heroína. Luciendo una máscara al más puro estilo Catwoman, que protegía su nariz rota, la mallorquina auguró la tanda de penaltis antes del encuentro. Se lo confesó a Patri Guijarro: "Antes de salir le dije: 'Tengo la sensación de que vamos a penaltis'".
El último precedente -y el único- desde el punto de penalti recordaba a la Eurocopa del 2017. Aquellos cuartos de final en los que España empató a cero ante Austria y sucumbió en una fatídica tanda de penaltis. Las austriacas los marcaron todos y Silvia Meseguer falló el suyo. De aquel partido, tal y como relata David Menayo -una de las grandes enciclopedias del fútbol femenino español y compañero en MARCA- quedan Alexia Putellas, Jenni Hermoso, Irene Paredes y Mariona Caldentey.
Además, lo que podía parecer un premio, dejaba una sensación agridulce. España había empatado un 2-0 en los últimos 20 minutos del partido -incluyendo el tiempo de añadido-. Pero podría haber matado el encuentro en la prórroga. Siendo superior a su rival, que su final se decidiese en la lotería de los penaltis, nos dejaba en vilo.
El abrazo de Misa, el ritual con Alexia Putellas...
Cuando la colegiada del partido, Katia García, señaló el final de la prórroga y el inicio de la tanda de penaltis, todos querían abrazar a Cata. Desde la tribuna de prensa, mi compañera Mayca apreció una primera charla entre la guardameta mallorquina con Emi González, el psicólogo del combinado nacional. Tras él, fueron desfilando todas sus compañeras.
El abrazo entre Misa Rodríguez y ella fue especial. La portera del Real Madrid había vuelto a ser suplente. Sin embargo, en esta ocasión, la nariz rota de Cata Coll podría haberle dado la titularidad. Pero tanto Montse Tomé como su cuerpo técnico y la guardameta blaugrana consideraron que la última estaba al 100% y que proteger su rostro con una máscara sería suficiente. Vaya si lo fue. Cata se escapaba hacia la portería cuando Misa, sorteando compañeras, se apresuró hacia ella para darle un abrazo antes de hacer historia.
🧐 Cata Coll tenía estudiados los penaltis de las colombianas.
— Teledeporte (@teledeporte) August 3, 2024
Con máscara y dolor, pero no importa. Todo sea por una medalla olímpica.#ParisRTVE3A #Paris2024 pic.twitter.com/SArjTik1iy
Tras ella, Alexia Putellas. La dos veces Balón de Oro había sido sustituida en la segunda parte del partido y vería el final del mismo desde el banquillo. La de Mollet del Vallès siguió el ritual que comparte con Cata Coll: un peculiar saludo que repiten antes de cada partido. La ocasión lo merecía. Tras el lanzamiento de Aitana Bonmatí, que significó el triunfo español, Alexia y Lucía García fueron las dos primeras en abrazar a Cata Coll. La del Barça y la ex del Manchester United corrieron desde la banda a por su compañera.
Cata Coll comenzó la tanda de penaltis parando el lanzamiento de Usme, la capitana cafetera. Mariona marcó el suyo, al igual que Manuela Vanegas. Eva Navarro no falló y Salazar envió el balón por encima de la madera en el tercer lanzamiento colombiano. Salma Paralluelo marcó y Carabalí, también. Y llegó el turno de Aitana Bonmatí, transformó su penalti en gol y desató la locura. "Sí, la verdad es que han estado muy bien tirados. [...] Es un momento, obviamente, muy tenso, de mucha presión, pero es el hecho de estar tranquilas, centrarnos en que es solo un chute y confiar en el equipo", confesaba Salma Paralluelo, sin inmutarse, tras el tsunami.
En menos de un año, España ha conquistado más hitos que muchos en una vida entera. Tanto dentro como fuera del campo. Ahora, espera Brasil (otra vez). Las cariocas, sin -a priori- Marta Vieira y Antonia Silva, serán el rival de las nuestras en las semifinales de la cita olímpica (21:00h, 6 de agosto, Marsella).