La ovación del pabellón y las lágrimas españolas explican la dimensión del drama de Carolina Marín
La onubense se despide de las medallas con su tercera lesión de rodilla: "No quería que esto sucediera", dijo su rival, consternada.
El sueño de la medalla de Carolina Marín se esfumó en un apoyo, en un globo que buscó y remató con el ahínco de siempre pero que le causó de nuevo una lesión de rodilla. La derecha. La primera de las dos que le han martirizado después de aquellos Juegos Olímpicos de Río donde llegó a su cénit. En la Porte de La Chapelle Arena se hizo el silencio cuando la onubense hincó la rodilla en el suelo, miró a su entrenador, Fernando Rivas, y torció la mueca. El drama inundó las caras.
Todos se alarmaron. Su staff salió rápido a la pista porque sabían la fragilidad de Carolina. El partido estaba encarrilado. Primer set al bolsillo y un 10-7 en el segundo. La experiencia de la campeona olímpica como aval y su superioridad ante la número ocho del mundo, He Bing Jiao, como seguro de pasar a la final. Pero todo saltó los aires. "No tenemos la confirmación exacta pero apunta a ligamento cruzado. Pero tiene una lesión seguro", dijo el presidente de la Federación Española de Bádminton.
La onubense se retiró, pusó una protección e intentó jugar. Perdió dos puntos y dijo basta. Y entonces lo que ocurrió en la Chapelle fue una de las imágenes de los Juegos de París. Todo el pabellón de puso de pie, incluido la afición china, y había españoles llorando. Carolina se tiró de rodillas, sollozó abrazada a su entrenador, hasta que le trajeron una silla de ruedas que ella mismo se negó a utilizar. Salió a pie entre aplausos y se marchó rápidamente sin hacer declaraciones, directa a los vestuarios.
No puede seguir Carolina Marín. Se ha roto.Tenía la medalla y la final en la mano. Dolor, mucho dolor.#Paris2024 pic.twitter.com/bXcwaxVdcy
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 4, 2024
"No quería que esto sucediera, porque ella ha jugado muy bien en la competición", comentó la rival de Carolina, que también acabó muy afectada pese a su pase a la final, ante una nube de periodistas chinos que la rodearon. La retirada de Carolina debido a su lesión la deja a las puertas de la medalla. Carolina tuvo que quedarse en el vestuario porque le tocó control antidoping mientras le pedían un coche para volver a la Villa.
El día anterior, la propia jugadora se había mostrado muy optimista con su nivel mostrado en París y con el foco puesto en su mentalidad que marca la diferencia. Pero de nuevo se ha cruzado una lesión. Maldita.