JJOO | BRASIL 0 - ESTADOS UNIDOS 1

Emma Hayes reconcilia a Estados Unidos con la gloria: "Hemos aprendido a estar en nuestra burbuja"

El conjunto de las barras y las estrellas se impuso a Brasil en la final de los Juegos Olímpicos.

Emma Hayes celebrando el oro. /REUTERS
Emma Hayes celebrando el oro. REUTERS
Nagore Domínguez

Nagore Domínguez

El destino quiso que Estados Unidos volviese a Francia a levantar otro título de los grandes. Han sido cinco años de casi sequía -se colgaron el bronce en Tokio 2020 entre otros premios menores- desde que ganaron el Mundial de 2019 en el mismo territorio y una época de transición en la que la selección de las barras y las estrellas ha estado lejos de su nivel. La Federación estadounidense se fijó en Emma Hayes después de destituir a Vlatko Andonovski tras caer en los octavos de final del pasado Mundial, y con el anuncio de la actual seleccionadora las expectativas entorno a la selección volvieron a crecer.

La ex del Chelsea, se despidió del conjunto inglés con un lunar en su palmarés: no consiguió ningún título a nivel continental durante 12 temporadas. Pero firmó otros hitos al levantar cinco veces el título de liga, cuatro la FA Cup, dos Conti Cup y una Community Shield. Cruzó el charco para probar suerte en su primera experiencia como seleccionadora y en tres meses rompió con su palmarés pasado para colgarse la medalla de oro con Estados Unidos, que volvió a subirse a lo más alto del pódium en las olimpiadas doce años después.

Los titulares, los comentarios, las respuestas, las publicaciones...Todos los mensajes decían lo mismo cuando Estados Unidos ganó a Brasil en la final (0-1): están de vuelta. La fase de grupos fue un aviso. Sumaron un pleno de victorias con una goleada a Alemania (4-1) por el camino. Empezaron las eliminatorias y los partidos se apretaron, tanto que se impusieron a Japón (1-0) en los cuartos de final en la prórroga e hicieron lo mismo ante Alemania (1-0).

Rodman, Swanson y Sophia Smith.  USWNT
Rodman, Swanson y Sophia Smith. USWNT

Más allá de los resultados, Emma Hayes ha reconstruido un grupo de jugadoras jóvenes y ha sabido sacar su mejor rendimiento. El mejor ejemplo ha sido el tridente de ataque formado por Mallory Swanson (3), Sophia Smith (4) y Trinity Rodman (3), quienes han marcado un total de 10 goles entre las tres, de los 12 que ha marcado la Selección a lo largo de los Juegos Olímpicos. La seleccionadora inglesa, que recuperó a Mallory Swanson tras perderse el Mundial y estar fuera durante 343 días por un desgarro en la rótula, supo dar con la tecla y no le faltó valor: dejó a Alex Morgan fuera del torneo por decisión técnica.

Además, desde su llegada, la mayoría de jugadoras -pesos pesados del vestuario- han puesto en valor su cercanía con ellas y han destacado ese lado más humano que Hayes devolvió a la selección. Ayer, en la rueda de prensa posterior al encuentro, la entrenadora compareció junto a Lindsey Horan, la actual capitana, quien terminó pidiendo que no le hicieran más preguntas -con tono de broma- tras emocionarse por las palabras que Hayes tuvo hacia ella.

"No se ve todo el trabajo que hace fuera del campo, las conversaciones que ella tiene para ayudar a las pequeñas, o para ayudar al resto a que estén cómodas", comenzó explicando la seleccionadora. "En ella puedo ver, no solo que es la líder, sino que hace que mi trabajo sea mucho más fácil porque es firme con todos, pero también pero también muy justa con todos. Estoy contenta por Lindsey porque se lo merece y nunca recibe el crédito que realmente merece", dijo.

Una medalla de oro para pasar página

"Este equipo ha pasado mucho, diferentes entrenadores, derrotas, el trabajo de fuera del campo... Estar aquí ahora con tan buen grupo, con tan buena entrenadora. Todos hemos puesto de nuestra parte para estar aquí", dijo Trinity Rodman ante los medios de comunicación tras la entrega de medallas. Ella ha sido una de las jugadoras que han irrumpido con fuerza en la liga estadounidense y también en la selección y es consciente de lo que ha pasado durante los últimos cinco años.

"Es fácil salir del agujero y disparar contra las dudas que la gente haya podido tener. Hemos aprendido a estar en nuestra burbuja y creer en que sí podíamos y ser conscientes de que no podemos cambiar estas cosas", confesó con la medalla de oro al cuello. También desveló uno de los secretos que ha llevado al equipo estadounidense a sumar su quinta medalla de oro: "Disfrutar y creer, son las dos palabras más grandes para nosotras. Nos lo hemos pasado muy bien. Hay un concepto erróneo sobre que siempre estamos riéndonos y pasándolo bien y que no somos serias, pero hemos demostrado que nos hemos tomado esto muy enserio".