José Quiles se queda a las puertas de las medallas con un ojo morado
El español perdió por decisión unánime ante el uzbeko, y gran favorito al oro, Khalokov. Quiles compitió pese a llegar tocado de su pelea anterior.
La fiesta del boxeo español no pudo ser completa. Rafa Lozano Jr. rozó la medalla este viernes y José Quiles lo hizo este sábado. El alicantino, en sus segundos Juegos Olímpicos, se tiene que conformar con el diploma. Aún así, París 2024 ya el mejor torneo para España en mas de cien años de historia. Nunca se había logrado más de una medalla en una misma edición. Reyes Pla y Ghadfa sueñan con el oro, pero Lozano y Quiles son la cara amarga. Aún así, ambos dieron la talla y deben estar orgullosos. Quiles, de 26 años, cayó este sábado, por decisión unánime, ante el actual campeón mundial de la división (57 kg), el uzbeko Abdumalik Khalokov.
😢José Quiles se queda al borde de las medallas.
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El eldense no pudo vencer a Khalokov en un combate que se llevo el uzbeko por 5-0. #Paris2024 #ParisRTVE3a
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El combate demostró una vez mas la valía del español. En octavos de final ganó sobrado, pero un cabezazo le provocó un chichón en la frente que bajó a su ojo izquierdo. El resultado estremeció, ya que Quiles salió con el ojo completamente morado. La tesitura no era la mejor, ya que cualquier golpe ahí iba a ser más doloroso, pero resistir a todo es una de sus mayores cualidades. El alicantino lo intentó, pero cuando llegó a la esquina al acabar el combate sabía que había perdido. La suerte no estuvo con él. Khalokov era máximo favorito al oro en la división (también fue abanderado de su país) y el ojo en ese estado no ayudaba a una pelea tan compleja.
Khalokov tiene muy bien tomado el timming del boxeo olímpico. Entra y sale con una velocidad vertiginosa. El uzbeko, eso sí, sabía de la calidad del español y no arriesgó ni un ápice. Quiles tuvo sus manos en el round inicial, pero los cinco jueces se lo dieron al asiático. Sabiendo lo que había pasado, Khalokov fue todavía más conservador, lo que empezó a desesperar al español. El de Elda quería cruzar golpes, pero no estaba por la labor el uzbeko. En le round final, Quiles apretó y su rival se quedó. Ahí se vieron los mejores momentos del español, pero no fue suficiente.
El diploma para Quiles, una vez pase la amargura, debe ser visto como lo que es: un éxito. El español ha logrado reinventarse y cambiar su historia para crecer. Lo cosechado en París no tiene comparación con lo sucedido en Tokio. Debido a una lesión en el bíceps derecho, Quiles acudió a Japón sin prácticamente poder golpear. Peleó por la cita que era, de otro modo se hubiese caído con total seguridad. Tras ese sinsabor, el púgil quiso cambiar todo lo posible para quitarse la espinita en la capital gala. Por ello, tras certificar su billete olímpico abordó a Aldo Martínez. Desde siempre el atleta padeció de muchos problemas físicos. En el último año han desaparecido casi por completo.
José Quiles, muy crítico con los jueces en su combate de cuartos de final ante Khalokov, a quien ha recriminado su actitud de "moverse de un lado a otro, dejar pasar el tiempo y no querer boxear": "Han puntuado cosas que no son mi trabajo" 🥊 #ParisRTVE3A #Paris2024 pic.twitter.com/CK18h3YgoY
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Aldo Martínez ha estudiado mucho sobre cómo afecta la salud bucodental al rendimiento físico. La transferencia de los problemas de la boca al cuerpo es muy alta y por ello hace especial hincapié en que todos los deportistas con los que trabaja empiecen por ahí. "Cuando me lo explicó me sonaba muy raro, pero es cierto. Una vez que fui al dentista y me trató los problemas que tenía, todo ha mejorado de manera exponencial", comenta a Relevo Quiles. "Es tan importante que si un protector bucal (instrumento que utilizan los deportistas de contacto para proteger sus piezas dentales de los golpes) no está bien ajustado eso puede influir en el rendimiento deportivo de gran manera", desvelaba Martínez a este medio al descubrir el plan que Ilia Topuria siguió para vencer a Alexander Volkanovski.
El segundo debe para Quiles siempre fue el recorte de peso. Marcar en la báscula (cada mañana de combate) los 57 kilos de su división era un suplicio. Sufría mucho y en ocasiones hacía recortes poco saludables. Lo acababa pagando en el ring. Con la estrategia de Aldo Martínez eso dejó de ser un problema para el alicantino. "He aprendido que tengo que controlarme más fuera de competición y en la actualidad lo estoy llevando mejor que nunca", afirmaba el púgil en la previa. Desde los 16 años lleva dentro de la Selección. Es un diamante pulido desde muy pronto y esa calidad sólo necesitaba de un plus para relucir.
En octavos de final dio una de sus mejores versiones, incluso, sin recordar nada desde el primer round con un golpe. Salió lo innato, salió el talento. El órdago en cuartos de final era complejo, pero el alicantino demostró que tiene boxeo para estar en estos niveles. En octubre cumplirá 27 años y quizá ahora tenga un tiempo de reflexión. ¿Seguir en el equipo o intentarlo en el campo profesional? Nivel para ser élite lo tendrá la vía que elija. "No sé si saldrá otro ciclo o no. En este peso, seguro que no (subirá). Ya se verá. Ahora mismo quiero relajarme y estar con mi familia. Han sido muchos años de esfuerzo para este torneo", apuntó el español al terminar.