La ley del silencio del vestuario del Real Madrid sobre el caso Dani Olmo que dice mucho: "Lo que pienso me lo quedo para mí"

El Real Madrid no se ha posicionado respecto a la cautelar urgente concedida el pasado miércoles al Barcelona que permite la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. Mientras gran parte del fútbol español se levanta en armas sobre la decisión del Consejo Superior de Deportes, los blancos se mantienen callados. Ni críticas, ni siquiera opiniones, sobre lo sucedido. En el conjunto blanco ven al Barça como un aliado más que como un rival y a esto se suma que sigue empeñado en dos luchas: derrocar a Javier Tebas y sacar adelante su proyecto de Superliga.

Esta ley del silencio implementada por el club, al que no parece importarle el trato de favor que el CSD le ha dado a su gran competidor deportivo, ha llegado al vestuario. En la caseta han decidido que si arriba no hablan, no lo van a hacer ellos. Quedó claro tras las declaraciones de los protagonistas que se expusieron ante la prensa tras ganar al Mallorca y clasificarse a la final de la Supercopa.

Empezando por Carlo Ancelotti, que tuvo que responder hasta cuatro preguntas al respecto. La primera, en los micrófonos de Movistar Plus+: "No quiero opinar. Tengo una opinión, pero no quiero opinar". Siguió esta línea en rueda de prensa. "Pienso... pero no quiero hablar del tema. Opinar de este tema me parece complicado y no quiero hablar de ello", afirmó, para después sentenciar con un "yo tengo un perfil público y, simplemente, no quiero opinar. Lo que pienso me lo quedo para mí".

Dos jugadores, Rodrygo y Lucas Vázquez, también fueron cuestionados. Especialmente tajante fue el capitán: "No vamos a hablar del tema", le dijo a Ricardo Sierra mientras esbozaba una risa que dejaba intuir que en ningún caso iba a hacerlo. El brasileño también esquivo las cuestiones al respecto. "No me parece nada. Prefiero no hablar de este tema. Creo que no me ocupa a mí y que sólo debo estar centrado en la final para intentar ganarla".

Silencios que dicen mucho más que algunas palabras. El vestuario ha seguido a pies juntillas la política de comunicación para no meterse en problemas. Por otro lado, sí que se han compadecido de la situación de un compañero de trabajo, entendiendo que ha debido pasar malos días sin saber si podría jugar o no.

Lo que es seguro es que van a tener que encontrarse con Dani Olmo en la final. El Clásico tendrá mucho trasfondo, pues un gol del atacante recién inscrito podría darle la Supercopa al Barcelona. Ya fue clave su participación saliendo desde el banquillo en el último partido de Liga en el que los blaugranas acabaron arrollando a los de Ancelotti en el Bernabéu (0-4).

El Real Madrid no descarta una declaración sobre el caso Olmo, aunque a estas alturas se antoja improbable e insuficiente para parte de su afición, que pide la misma contundencia que han tenido Las Palmas, Valladolid o Atlético de Madrid. Los blancos anteponen los proyectos comunes que le unen al Barcelona y esto también llega a un vestuario que sella sus labios para respetar la ley del silencio que se traslada desde la planta noble.