Nico Williams, seis meses después de su 'no' al Barça: solo piensa en el Athletic tras un 'boom' que le costó digerir
El extremo está disfrutando de la gran temporada rojiblanca tras haber superado la presión que sintió al comenzar la competición.
Nico Williams lo acapara todo. Cada viaje de la expedición rojiblanca es el foco principal y su imagen está más explotada que nunca. Firmas, fotos, autógrafos... Es el más buscado. Lo siente él y también cada uno de los miembros de la plantilla rojiblanca, que han visto como el boom mediático que supuso el triunfo en la Copa del Rey y, sobre todo, la Eurocopa, catapultó al pequeño de los Williams a otra dimensión. Si a ello se le suma un verano movido, con el interés del FC Barcelona por ficharle, el cóctel se convierte en una situación difícil de digerir para un joven jugador de solo 22 años. Seis meses después, llega un nuevo duelo ante los azulgranas.
La presión fue máxima desde el comienzo de curso, pese a que recibió una ovación atronadora ante el Getafe en el debut de LaLiga por haber decidido continuar un año más en Bilbao pese a las mareantes ofertas del exterior. Hace seis meses desde que regresó a los entrenamientos con antelación y dio carpetazo a los rumores. Desde entonces, se ha mirado con lupa su rendimiento y se la ha exigido como a las grandes figuras internacionales. Algo que le costó sobrellevar en un inicio. Los primeros meses fueron duros y necesitó tiempo par asumirlo. Más aún tras un inicio de temporada irregular, en parte por la falta de descanso durante el verano.
Desde el club se le intentó proteger, exponiéndole únicamente a una rueda de prensa al finalizar el mercado, minutos después de caer ante el Atlético de Madrid en San Mamés. Fue una comparecencia larga, en la que explicó los motivos de su decisión de renunciar a fichar por los gigantes del continente, pero en la que también se le preguntó mucho por el futuro. Aquello también le costó entenderlo, después de haber apostado por seguir en el club de su vida. Con el tiempo, ha entendido que todos sus movimientos y declaraciones son miradas con lupa y se magnifican.
Con su hermano Iñaki y Óscar de Marcos como consejeros habituales dentro del vestuario -así lo ha reconocido él mismo recientemente-, Nico ha ido masticando lo que significa su figura hoy en día en Bilbao. Es el estandarte mediático, aunque haya otros líderes sociales y futbolísticos en el grupo. Los siguientes meses sirvieron para ir reposando emociones hasta llegar a este nuevo duelo ante el Barcelona en la Supercopa, que además coincide con la rocambolesca situación vivida con la no inscripción de Dani Olmo.
Precisamente, la situación de su compañero en la Selección Española le da la razón más que nunca. Pese a las negociaciones del verano y las ofertas culés, la falta de confianza en la inscripción, su amor por el Athletic y el proyecto deportivo acabaron por decantar la balanza en favor bilbaíno. No se equivocó. Él sí puede jugar hoy la semifinal de la Supercopa, salvo que una molestia en el tobillo lo impida.
Por eso, en estos momentos reina la tranquilidad en su entorno. Sin pensar en el futuro. "Prefiero vivir el presente, se vive bastante mejor que comiéndote la cabeza con el futuro", decía recientemente en una entrevista en Universo Valdano. El único futuro que mira es el del corto plazo. El de este año que le ilusiona tanto y con el que llevaba soñando varios años junto a su hermano: competir en Europa vestido de rojiblanco.
El gran inicio de competición que están protagonizando, siendo colíderes junto a la Lazio, multiplica esa ilusión y el reto que tiene hoy entre ceja y ceja. En el vestuario están especialmente ilusionados con poder reinar en la Europa League, aunque públicamente prefieran dejar mensajes conservadores, y ese mismo sentimiento lo tiene un Nico que quiere seguir haciendo historia en el Athletic Club.
No salir en invierno
En pleno mercado de invierno, siguen apareciendo noticias e intereses de grandes clubes europeos por el internacional español. Desde Inglaterra apuntan al Arsenal, pero Nico Williams tiene claro que acabará la temporada en Bilbao. No se plantea salir a mitad de una temporada tan ilusionante, después de haber apostado en verano por seguir jugando con el Athletic Club.
En la entidad vasca hay tranquilidad en este sentido. "Nosotros aspiramos a tener jugadores del nivel de Nico en plantilla durante muchos años", respondió Mikel González desde Yeda sobre su futuro, a pocas horas de enfrentarse al Barcelona. "Siempre se van a generar rumores, pero una cosa es esto y otra la voluntad de los jugadores. Nico ya lo demostró cuando renovó hasta 2027". Tienen claro que la apuesta del extremo del pasado verano fue clave y de mucho valor, por lo que en lo único que piensan es en retenerle y que el conjunto bilbaíno pueda seguir ofreciéndole retos a la altura de su dimensión. Y allí aparecen la Supercopa, la Copa del Rey, la Europa League y, por supuesto, el sueño de jugar la próxima Champions League.