Las salidas controvertidas de Marcelino tras su adiós a Marsella: "Es un tipo diferente, se me aparecía por las noches"
El técnico asturiano ha dejado el Olympique tras las amenazas de muerte de los ultras del club francés.
La primera experiencia de Marcelino García Toral fuera de España ha durado tan solo 89 días. Las intolerables amenazas de muerte por parte de los ultras del Olympique de Marsella han terminado con un proyecto marcado por el amargo adiós a la Champions en la fase previa. Aquella eliminatoria del pasado mes de agosto pudo ser el desencadenante de un triste final, otro más en la carrera del técnico asturiano, "el más exigente y el mejor de todos", como algunos de sus exjugadores le recuerdan.
El empate frente al Toulouse en la quinta jornada (no había perdido en Liga hasta su dimisión) provocó la reunión entre radicales y el presidente del Olympique. Marcelino (58 años) pensó en no abandonar un proyecto al que llegó de la mano del español Pablo Longoria, su gran valedor el pasado mes de junio. Sin embargo, tres días más tarde decidió dar un paso al lado. "Las condiciones de trabajo no son las adecuadas para desarrollar nuestra profesión con seguridad y la normalidad en un club de fútbol", explicó el cuerpo técnico en su adiós.
Es la undécima vez que Marcelino se despide de un equipo desde que dejó el CD Lealtad de Villaviciosa en 1998. El de Careñes hizo historia logrando el título con récord de puntos en Tercera División, pero no disfrutó del ascenso al año siguiente. Marcelino dijo que se tenía que formar y no estaba preparado para Segunda B. Suena excéntrico, pero… "¿qué ocurrió? No tenía título de Nivel 3 para entrenar, por eso lo deja". Quien habla es Pedro Menéndez, actual responsable de captación de cantera en el Sporting y jugador del Lealtad en la temporada 1997-98. Allí fue entrenado por Marcelino, que aprovechó la oportunidad del club negrillo para "dar salida a todas sus inquietudes".
"Una lesión de rodilla le dejó sin jugar y se metió con nosotros de entrenador en el juvenil. Rápido nos dimos cuenta de que había llegado al equipo alguien distinto. Vimos algo diferente a lo que estábamos acostumbrados allí, a nosotros nos solía entrenar alguien del pueblo. Demostró su pasión desde el principio y nos hizo creer que podíamos ser futbolistas. Y luego también en lo humano era muy grande. Cuando me lesioné me buscaba en coche los fines de semana para ir a ver partidos", explica Pedro Menéndez, quien también fue presidente del Lealtad años más tarde.
«Mi primera llamada siempre ha sido Marce»
"Tengo una relación personal muy buena con él. Cuando llegué a la presidencia del Lealtad, el club tenía una deuda de 200.000 euros, no los 90.000 que nos habían dicho, y al final conseguimos vivir los mejores años de nuestra historia. Ahí tuve la suerte de que Marcelino estaba sin equipo y estuvo muy cerca. Su hijo y el de Rubén (Uría) entrenaban con nosotros. El primer año no teníamos ni balones ni material ni nada. Ascendimos de forma épica y estuvimos cuatro años en Segunda B. Marcelino siempre nos ayudó con cosas de entrenamientos o de la plantilla. Para cualquier problema que tenía mi primera llamada siempre ha sido Marce. Tiene muchas capacidades, ve el error antes que nadie y sabe lo que va a pasar en el partido. Él en el descanso te dice lo que va a pasar después. Y saca lo mejor de cada jugador", recuerda Menéndez.
Esa fue la primera salida 'difícil' de entender porque Marcelino podría haber buscado una alternativa para seguir en el Lealtad, al lado de casa, con amigos y vecinos. Pero prefirió la formación antes de dar el salto al filial del Sporting, donde "por casualidades de la vida" llegó al primer equipo sin grandes resultados. "Su manera de entrenar ahí ya marca su destino", añade Menéndez sobre la ambición del técnico.
En Gijón trabaja con Iñaki Tejada como segundo entrenador. "Fueron años intensos, como todos los inicios, él tenía una idea clara y muchas inquietudes, Marce solía hacerse muchas preguntas. Su manera de entrenar en aquel momento, por la experiencia que contaban los jugadores, es que nadie entrenaba como nosotros. Era un concepto innovador. Es verdad que no lo trasladábamos a ningún sitio porque no era mediático. Pero es lo que se hace ahora, preocuparse del entrenamiento invisible, ver al rival en el campo, eso a día de hoy lo hace todo el mundo. Queríamos eso y lo llevamos al grupo. Era innovador y exigente, estoy de acuerdo. Pero claro, lo hacíamos hace 30 años o más", apunta en declaraciones a Relevo.
"Recuerdo verle correr por tribuna para dirigir un entrenamiento. Él ya inventó el andamio"
Responsable del área de formación del Sporting"Yo recuerdo quedarme hasta las 11 ó 12 de la noche discutiendo si se ponía uno u otro (de nosotros) ¡con una tarea determinada en el entrenamiento! Parecía que daba igual, pero se estudiaba todo. Si el preparador físico tenía 10 minutos eran 10 minutos exactos, no había nada a la improvisación. Le recuerdo verle correr por la grada de tribuna para dirigir el entrenamiento desde arriba, y ahora hay andamios, pero él ya los 'inventó'. Es cierto que sigue quedando en el subconsciente de la gente lo del peso y la exigencia, pero lo más difícil que ha conseguido Marcelino es evolucionar esa idea", asegura el que fuera su segundo en El Molinón.
De allí se fue entre lágrimas por no poder ascender al equipo a Primera. El que fuese jugador del Sporting durante cuatro cursos (1985-1989) pronto levantó la ilusión de los suyos. Fue líder durante 9 jornadas, estuvo en puestos de ascenso buena parte de la temporada y se convirtió en el tercer equipo más goleador, pero la quinta plaza le dejó sin optar al ascenso. La temporada siguiente (2004-05) el equipo logró una holgada salvación, pero no tuvo opciones de regresar a Primera.
De Gijón a Huelva, donde logró el ascenso a Primera con una generación irrepetible. Al año siguiente rozó los puestos europeos con la octava plaza: Cazorla, Rosu, Uche, Jesús Vázquez, Sinama-Pongolle… hicieron las delicias en la afición del Decano, que vivió uno de los mejores momentos de su historia. Ese gran trabajo fue el pasaporte de Marcelino para fichar por el Racing y ahí sí que logró el billete a Europa además de unas históricas semifinales de Copa. "Marcelino, UEFA y vino", reza el título de un libro que queda para la posteridad en Santander.
El capítulo de Duscher y el adiós por Aly Syed
En El Sardinero todavía recuerdan que es es un "tipo especial y diferente". "Es un grandísimo entrenador, de los mejores que he tenido", explicaba al diario AS Aldo Duscher, que entre bromas solía decir: 'mejor si no sigue en el Racing'. "Duscher llega con 8 kilos de sobrepeso y él se los hace perder", afirma Pedro Menéndez, quien también fue secretario técnico de los cántabros. "Al final acaba haciendo la mejor temporada de su carrera. También lo decía Gonzalo Colsa, 'nunca en la vida he tenido un entrenador que me haya apretado tanto, hasta soñaba con él, se me aparecía por las noches'. Cuanto más rendimiento saca un jugador, más opciones tendrá ese jugador de conseguir un contrato mejor", añade.
Marcelino decidió no seguir en el Racing, con lo que eso conllevaba. Prefirió irse al Zaragoza, en Segunda División, al que también lo subió. Otro extraño adiós que confirmó su capacidad para tomar decisiones que otros no se atreven. En La Romareda pasó a ser el segundo entrenador mejor pagado del fútbol español y cumplió el objetivo, pero se fue por la puerta de atrás en la jornada 12 de la temporada siguiente. Una mala racha llevó a los maños a los puestos de descenso y acabó con su cese.
Este despido le dio oportunidad de regresar al Cantábrico, donde había sido tan feliz. La llegada del indio Ahsan Ali Syed como máximo accionista supuso su vuelta tras la destitución de Miguel Ángel Portugal. Marcelino salvó al equipo en Primera y se marchó. Así es él. "No se pueden confiar en el presidente, promete todo y no cumple nada", dijo sobre Ali Syed en su segunda etapa en Santander, donde desplegó aún más su obsesión por tener todo controlado en las sesiones y fuera de ellas. Marcelino llegó a comprar las semillas del césped de La Albericia, el lugar de entrenamiento de los montañeses, para garantizar su buen crecimiento.
"El responsable de que Marcelino no triunfara en el Sevilla fui yo"
Exdirector deportivo del SevillaUn año después fichó por el Sevilla, donde no completó la temporada. En febrero de 2012 fue destituido después de una mala racha con el club nervionense. Un total de siete partidos sin ganar lastraron a un técnico que se traicionó a sí mismo, como él ha reconocido en alguna ocasión. En este proyecto sí que cedió en la confección de la plantilla y terminó saliendo cuando quedaban pocos meses. Un año de parón y pronto regresó a los banquillos, en esta ocasión, al del Villarreal.
El 'submarino' estaba en Segunda pero eso no le importó a Marcelino, que volvió a bajar un escalón en su estatus para subir dos de golpe. Y así fue pese a que su periplo arrancó con una durísima derrota. "Empieza perdiendo 5-0 con el Castilla y luego mira dónde lo deja. Siempre ha dejado al equipo mejor de lo que lo ha encontrado. Me quedo con las palabras de Monchi en su adiós", sentencia Tejada, uniendo ambas etapas y estos dos adioses. "El responsable de que Marcelino no triunfara en el Sevilla fui yo", dijo el ex director deportivo del Sevilla.
Aquella derrota inicial en Valdebebas fue el preludio de un ascenso incontestable que terminó con su experiencia más larga desde que es entrenador profesional. El asturiano construyó un equipazo en Villarreal, lo metió en la Champions y se clasificó para las semifinales de la Europa League. Sin embargo, la temporada 2016-17 ya arrancó con malas sensaciones y todo se terminó torciendo. Parecía liquidado por un encontronazo en el vestuario y así fue.
La polémica con Mussachio le hizo estar fulminado antes de empezar. Marcelino planteó al club un ultimátum: él o el central. Y el club apostó por el jugador confirmando sus sospechas. Otra vez igual, Marcelino dijo adiós y se vio obligado a esperar un nuevo proyecto. Años más tarde, Cani destapó que incluso se había replanteado dejar el club por el asturiano. "No le aguantaba más, tomé la decisión de dejar el Villarreal porque me hacía infeliz", relató en 2019 al programa Ídolos, en relación a la exigencia y control del míster.
Valencia y Athletic: Copa y Supercopa
En el Valencia alcanzó su primer título (al margen del ascenso con el Recre): una Copa del Rey que nadie esperaba. Los 'che' se cargaron al Barça en la final, se clasificaron para la Champions y cambiaron su suerte. O eso parecía después de haber vivido -en el ámbito personal- un episodio que estuvo a punto de cambiar su vida en la Navidad de 2017: un accidente de vuelta a Asturias que le permitió "volver a nacer".
Solo dos meses después de celebrar el título en la capital del Turia, todo había llegado a su fin. Peter Lim decidió echarle por desavenencias. "Ya he hablado muchas veces de este individuo", dijo sobre Lim. "Lo peor es decir una cosa sentado en una mesa y hacer luego otra (…) te sientes engañado".
Marcelino encontró consuelo en San Mamés. Allí continuó alargando su carrera y conquistó una Supercopa de España ganando a Barça y Real Madrid por el camino. Además clasificó al equipo para la final de Copa, aunque esta vez no pudo levantar el título, y tampoco la heredada por el coronavirus.
Cuando llegó el turno de las Elecciones se complicó todo y volvió a dar un paso atrás. El entrenador asturiano no se comprometió con ningún candidato y optó por terminar su etapa en Bilbao. "Siento que el club no me da la confianza que necesitó", dijo en su despedida. Ahí comienza una nueva fase en su carrera, al menos en su cabeza, al recordar que ya era hora de un proyecto de Champions.
«Ha triunfado en todos los sitios quitando este último episodio»
Y lo tuvo en su mano en Marsella aunque la previa les dejó fuera. El resto ya conocen la historia. Unos ultras no le quieren, Marcelino se resiste, pero fiel a su naturaleza, no hará nada que no le guste o no le ofrezca convencimiento. "La del Olympique fue una decisión complicada, pero él tenía ganas de probar algo de fuera".
"Da el paso por Pablo (Longoria), pero era arriesgado por el entorno del club, Es una pena porque ahora tenía el Ajax y luego el PSG. Sé que la eliminación de Champions fue jodida pero quién vio el partido sabe que no merecieron quedarse fuera", matiza Pedro Menéndez. "Marce ha triunfado en todos los sitios, siempre mejora lo que toca. Quitando este último episodio, que es otra historia. Siempre ha dejado un poso. No sé si quedarme con la Copa del Valencia o la Supercopa del Athletic o con el Villarreal", finaliza Iñaki Tejada.