Marcelino: "Nos merecemos un gran proyecto"

Llega a nuestra cita a orillas de la Playa San Lorenzo de Gijón sonriente y con el andar pausado al que tan poco acostumbrados nos tiene en el área técnica.

Se nota que Marcelino no sólo está disfrutando de este parón tras su salida de Bilbao, sino que además lo hace en su tierra, donde se está construyendo una casa con vistas privilegiadas. Las mismas que le da esta distancia temporal con un fútbol al que le está dedicando el tiempo "justo" y sobre cuyo futuro repite constante una misma palabra: ilusión. Sí, también cuando habla de la Selección.

¿Cómo está? ¿Cómo le va la vida sin fútbol en este impás?

Pues estamos muy bien. La verdad es que el tiempo sin trabajar también pasa muy rápido, y más coincidiendo con el verano. Disfrutando de la familia, de los amigos, a la vez te sirve para cargar energía. En las pausas que me tocó tener siempre intenté aprovecharlas al máximo, y cuando toque volver a trabajar, estar a tope.

¿Cómo es su día a día? ¿Cómo lo está aprovechando?

Me levanto entre las ocho y media y las nueve, y suelo leer noticias. A partir de aquí, normalmente utilizo las mañanas para hacer deporte y temas personales que siempre hay que resolver, y por las tardes, con la familia, con la mujer, establecemos ocio. Y en la mañana o por la tarde, mínimo tres días a la semana, me dedico a revisar el trabajo. Tengo mis momentos de análisis sobre lo que hicimos y lo que podemos mejorar, pero no estoy pendiente las 24 horas del fútbol, porque eso me llevaría a que cuando iniciemos un nuevo proyecto no tengas esa vitalidad que necesitas para ejercer un nuevo reto. También doy clases de inglés cuando no trabajo.

¿Está viendo mucho fútbol?

Lo justo. Cuando estoy descansando procuro aprovechar ese tiempo para hacer aquello que cuando estoy trabajando no puedo permitirme. Veo los fines de semana fútbol, de cualquier competición, no sólo la liga española. Intento seguir algunos partidos tanto de la liga italiana como de la Premier, que son dos competiciones muy bonitas para ver y, a la vez, aprender.

¿Le gustaría entrenar en alguna de ellas?

Son dos ligas importantes. La Premier es la más espectacular de todas, tanto lo que se desarrolla en el terreno de juego como todo lo de alrededor, conlleva un gran espectáculo. Y la liga italiana también es atractiva, hay muy buenos equipos y también hay una buena idea de juego. La española es la que, por supuesto, más me gusta porque es la nuestra, porque además así lo siento, pero cualquiera de estas dos competiciones me parecen suficientemente atractivas para cualquier entrenador.

Me ha contado antes de empezar la charla, con una gran sonrisa, que se está construyendo una casa aquí. ¿Qué supone Gijón para usted?

Me considero un asturiano que disfruta de su tierra. Tengo siempre presentes los orígenes; son de una familia humilde, de un pueblo pequeñito (Careñes). Allí nací, allí crecí, en una familia humilde que me fue educando en unos valores importantes, y ahora intento ponerlos en práctica de forma repetida. Villaviciosa también es un lugar donde convivo habitualmente con los amigos y, por supuesto, Gijón, que es donde vivo. Cuando vas creciendo en tu sitio, pues crees que perteneces a él y eso te pertenece a ti, y al final es lo que lo que intento, disfrutar de esta maravillosa tierra, para mí al menos, y que sé que cuando definitivamente deje mi profesión será el lugar donde viva hasta que dios quiera.

¿Cuáles son esos valores que le ha inculcado su familia?

Me implicaron la humildad, siempre. Crecí en una familia muy humilde. El trabajo, la dedicación, el ser honesto… Mi padre reunía muchos valores en lo que es trabajar e intentar sacar una familia adelante a base de muchísimo trabajo, de muchísimas horas, y una comunicación que tenía con las personas muy buena. Era una persona muy querida y es lo que intento repetir. La humildad y la sinceridad son virtudes que el ser humano debe tener y conservar y a la vez demostrar, y eso es lo que intento hacer.

¿A qué se dedicaba su padre?

Mi padre era maderista. Se dedicaba a comprar eucaliptos, que aquí en Asturias hay muchos montes de eucaliptos. Luego los talaba, los cortaba y tenía también los camiones para llevarlos a las papeleras de Euskadi. Y así fui yo creciendo en ese entorno familiar.

Le está dedicando también muchas horas a la bici, ¿no?

Sí, yo siempre digo que hay que ejercitar la mente o el cuerpo. Cuando estoy trabajando ejercito más la mente, y una vez que no estamos en lo que es el día a día, la vorágine que lleva el fútbol y la competición, hay que cultivar el cuerpo de otra forma. Empecé a hacer bicicleta hace nada, poquito, dos años, pero la verdad es que disfruto de ella, ya sea de carretera o de montaña. Además, aquí tenemos muchísimos bonitos parajes para poder hacerlo.

¿Y por qué no le vemos entrenando? Ofertas ha debido tener este verano…

Bueno, este cuerpo técnico, que ya llevamos muchísimos años, muchísimas experiencias, con toda la humildad, que muchísimos éxitos -considerando como éxito cumplir los objetivos o sobrepasarlos, en función de lo que se suponía al principio de iniciar ese proyecto-, creo que nos merecemos un gran proyecto. Lo digo con toda la humildad y toda la modestia, pero es una vez vista la trayectoria. Tenemos una serie de ilusiones y si se cumplen, si llega el momento en el que estás en el lugar adecuado en el momento oportuno para que esa ilusión se convierta en realidad, pues fenomenal. Y si no surge, llegará el momento en que nos tengamos que replantear la situación. Pero ahora estamos en este periodo en que mis compañeros también pero, sobre todo yo, necesito tener esa ilusión de que ese momento va a llegar.

¿Cuáles son esas ilusiones? ¿Por dónde pasan?

Tener un equipo que te ofrezca la posibilidad de jugar Champions. Estar más cerca de Champions que de Europa, porque una vez que conocimos esta aventura con el Valencia, es muy bonita y yo ya tengo una cierta edad. No me queda una trayectoria muy larga por delante, y si ahora nos cerramos a la posibilidad de que esa situación se dé, quizás luego nos lo reprochemos.

La idea es intentar que eso se dé: si estamos entrenando, no se da. Si no estamos entrenando, puede darse, porque el fútbol es muy cambiante y en cualquier momento sabemos que los entrenadores estamos muy expuestos, aunque a la vez no deseo que a ningún entrenador le vaya mal. Cuando estoy de descanso, me centro en que el destino es el que te va a llevar al lugar que muchas veces ni piensas. Así fue mi última experiencia. Fuimos al Athletic y nunca en mi cabeza pensaba que eso sería una posibilidad real. Y se dio esa opción y en un día tuvimos que decidir si la aceptábamos o no. Afortunadamente, decidimos que sí, y vivimos una experiencia muy bonita, muy bonita.

Habla de un proyecto de Champions, pero ¿qué piensa cuando lee o escucha que Marcelino está esperando a la Selección?

Que no es real, no es la realidad. Te lo digo enlazando con la respuesta anterior: siempre que hay un entrenador nunca puedes pensar que existe la posibilidad de que luego puedas entrenar a ese equipo o, en este caso, en la Selección. No, yo no estoy pensando en eso. Es una ilusión entrenar a la Selección como la tiene cualquier entrenador español, que podría ser en muchos de los casos su máxima ilusión, como puede ser el mío. Pero la realidad dice que es una hipótesis ahora muy difícil de que se produzca. No me produce ningún desgaste, no me produce en ningún caso el estar esperando. Si surge ahora, el mes que viene o cuando sea una posibilidad de que el cuerpo técnico, porque decidimos todos, consideremos que es un reto bonito, ilusionante y el que realmente podemos creer que nos merecemos y que nos ilusiona, pues allí iremos. Si me dices: ¿te gustaría entrenar a la Selección antes de que dejes de ser entrenador?", pues te diría: "sí, ésa es mi máxima ilusión. Antes de finalizar mi trayectoria como entrenador, tener esa posibilidad".

Ha dicho que entrenar a la Selección sería su máxima ilusión.

Sí, pero bueno, no tiene por qué ser para ahora… Si me dices: ¿te gustaría entrenar a la Selección antes de que dejes de ser entrenador?", pues te diría: "sí, ésa es mi máxima ilusión. Antes de finalizar mi trayectoria como entrenador, tener esa posibilidad".

Cuando han surgido esos rumores, ¿lo ha hablado con Luis Enrique, con su paisano?

No, le tengo el máximo respeto y tampoco los entrenadores tenemos que hablar de esa situación. Él es un entrenador que lo está haciendo muy bien y tiene muchísima capacidad, porque así lo ha demostrado en sus sucesivas experiencias. La Selección está muy bien, ahora tiene un Mundial donde todos vamos a apoyar, donde tienen buenos futbolistas, tiene un buen cuerpo técnico, tiene un buen entrenador y esperemos que salga lo mejor posible. Y, a partir de aquí, él tiene la capacidad de decisión, junto con el presidente, de valorar si es el final de un trayecto o si el trayecto se prolonga.

Su trabajo es lo suficientemente bueno como para que se dé esa posibilidad. Y, si no sigue, tampoco a mí me comunicaron que yo tenía más posibilidades que ningún otro. Se abrirá un abanico de posibilidades y será el presidente quien elija cuál consideran que es el mejor entrenador para ocupar ese cargo. Pero eso es futuro. El presente me indica que ahora estamos tranquilamente disfrutando de nuestros momentos de no trabajo. ¿Cuándo me puedo impacientar? Me podré empezar a impacientar en mayo o junio del próximo año si vemos que no surge aquello que pretendemos.

Pero, ¿le han comunicado algo? ¿Le ha contactado la Federación?

No, no, como es lógico. Yo entiendo que debe ser así, porque cuando eres entrenador de un equipo, a mí no me hubiera gustado que la directiva sin comunicarme a mí… Creo que las cosas se pueden hablar, y cuando no hay una confianza lo lógico es que se hable con el propio entrenador y, a partir de aquí, si tienen que hablar por lo que sea una junta directiva de un club con otro entrenador, porque consideran que el ciclo del anterior ha acabado, yo creo que lo más sensato por parte de todos es sentarse en una mesa y decir "mira, se ha acabado". Y se acaba, porque sabemos que es así. Los entrenadores vivimos de los resultados, de momentos, y si no son buenos, abandonamos nuestro trabajo.

¿Qué entrenadores referentes tiene, también a nivel mediático?

Hay muchísimos entrenadores buenos. A nivel futbolístico y también en el plano personal, a uno que conozco muy bien y que considero amigo, Rafa Benítez. Y Sacchi. Fueron dos influyentes en mi iniciación como entrenador. Y me fijo en los grandes entrenadores, por lo que demuestran en sus equipos y en su forma de ser como Guardiola, Luis Enrique, Simeone, Klopp, Ancelotti, Conte, Zidane…

 

¿A qué aspira España en el Mundial?

Es una buena selección, juegan bien al fútbol, basan el juego en la posesión. Son un equipo. La mayor virtud de nuestra selección es que funcionan como un colectivo. La selección española nos puede gustar más o menos, pero es evidente que tiene una clara identidad y para mí eso es muy, muy importante. Vamos a competir contra selecciones de muy alto nivel, muy alto. Aquí en Europa Francia tiene un nivel superior a los demás, sobre todo en cuanto a calidad individual. Otras selecciones también muy poderosas, como Brasil, Argentina tiene en la actualidad una grandísima selección, y luego siempre habrá una o dos selecciones que pueden ser sorpresa. ¿A ello qué tenemos que añadir? El jugar un Mundial en un lugar diferente, con un clima diferente y en un momento de la temporada también distinto a lo que es lo habitual. Se dan condicionantes diferentes a la hora de afrontar esa competición, que ya veremos lo que conlleva a nivel de juego.

¿Le ha sorprendido la eclosión de Nico Williams? Fue el primer canterano del Athletic al que hizo debutar…

Es un futbolista que tiene unas grandes condiciones. Es un chico muy joven, pero tiene muchísimas virtudes. En la temporada pasada, la de su debut, tuvo una aparición buena y una progresión constante. Es un futbolista que, en el fútbol actual, su perfil y sus condiciones son muy importantes, y en fútbol español no hay muchos jugadores de esas características. Me alegro muchísimo por él. Ha tenido dos participaciones muy buenas. Luego está en la decisión de Luis Enrique llevarlo o no a la Selección, pero yo, como es un futbolista que tuve, que es joven, que sé de sus ilusiones y que, además, tuvo un comportamiento extraordinario conmigo y con el resto de cuerpo técnico, pues ojalá vaya.

Antes del Athletic estuvo en el Valencia. Le pregunto por otro nombre propio. ¿Cómo ha vivido la salida de Anil Murthy de la presidencia del Valencia?

Con indiferencia total. Indiferencia en el sentido de que a la vez que creo que es una buena noticia para valencianismo y para la afición del Valencia, pero es indiferente. Tuve una relación con él de respeto, desde mi parte a la suya, no sé si desde la suya a la mía, tampoco soy quién para valorarlo y tampoco es algo que me interese en exceso.

 

Siempre ha mantenido que la relación de Marcelino y el Valencia estaba inacabada. No sé si este hecho le acerca a esa posible vuelta algún día, aunque ahora el Valencia está muy lejos de la Champions a la que aspira…

No sabes nunca lo que pueda ocurrir en el futuro del fútbol. Es difícil de pronosticar, pero yo creo que es imposible que con la actual propiedad, bueno, creo no, es imposible que con la actual propiedad yo entrene de nuevo al Valencia. Por mi parte nunca aceptaré trabajar con aquellas personas que me faltaron al respeto. Y digo me faltaron al respeto no por la toma de decisión final, porque el propietario puede tomar la decisión, sino por un engaño en una mesa, diciéndonos algo absolutamente diferente de luego la respuesta y los hechos. (Se refiere al último viaje de Marcelino a Singapur, en el que el propietario aceptó sus propuestas de fichajes y, de regreso a Valencia, Lim se desdijo sin mayor explicación).

 Yo con ese tipo de personas no quiero trabajar y, por supuesto, es imposible que se dé esa circunstancia. No hay dinero que compense lo que son ciertos valores humanos que considero bases en las relaciones. Repito que es imposible. Lo que sí guardo es un grandísimo recuerdo de Valencia, de su gente, de su afición. Tengo muchos amigos, me demuestran su cariño ahora, me demostraron su cariño cuando estuve. Y cuando tuve la oportunidad de volver, máximo respeto, muestras de apoyo increíbles. Y todavía las tengo a día de hoy cuando me encuentro a mucha gente valencianista, que hubo bastantes aquí en Asturias o en cualquier otro lugar de la península. Siempre estaré agradecido al Valencia, a su afición, a los futbolistas que me hicieron cumplir mi sueño de ganar un título y, por supuesto, a Mateu, que fue una pieza básica de que tuviese este logro.

¿Cómo sigue su relación con Mateu?

Seguimos siendo amigos, por supuesto, y tenemos relación a menudo. Me alegro mucho de sus éxitos. No tenía ninguna duda de que así iba a ocurrir. Sé de su valía humana, de su valía profesional, de su constancia, de su buena toma de decisiones, de su buen criterio. El Barça ha salido muy favorecido de una situación muy, muy complicada. Hay que recordar que el Barça, igual que pudo pasar con el Valencia entonces, estaba alejado de lo que era su nivel o su zona de estar, y me alegro muchísimo, muchísimo, porque creo que el Barça ha confeccionado una grandísima plantilla, le ha pegado un revolcón muy grande y me parece que es un claro candidato a cualquiera de las competiciones que dispute.

Con ese trabajo de palancas que ha hecho este verano y a tenor de cómo ha empezado la competición, ¿cree que LaLiga se la van a disputar Barça y Madrid?

Sí, son los dos favoritos principales. El Atlético de Madrid también tiene un muy buen equipo, muy buena plantilla y con muchas posibilidades. Pero el equipo que más ha crecido a nivel individual, en cuanto a recursos, ha sido el Barça. Ahora tiene un equipo físico, técnico, una parte defensiva poderosísima, y el fichaje de Lewandowski, ¿qué voy a decir? Ahí están los hechos que corroboran el increíble acierto. Tienen futbolistas muy veloces y pueden jugar perfectamente a contraataque o, ante presión alta del rival, salir de la primera línea de presión y luego jugar con espacios contra pocos efectivos rivales. Desde todos los puntos de vista, ha crecido muchísimo y, más si cabe, con respecto a los dos grandes rivales.

El tercero en la tabla es el Athletic Club, con el mejor arranque de la historia en los últimos 27 años. ¿Cómo está viendo desde fuera el trabajo de Valverde y del equipo?

Muy bien, fenomenal. Cuando van estas jornadas y estás en esa posición, sumas 16 puntos de 21, es porque los ha merecido. Y, además, con goleadas. El año pasado en el Athletic teníamos bastantes problemas de resolución cara al gol. Me parece que en la primera vuelta fue el equipo que peor coeficiente tuvimos cara a la portería rival de toda la competición, y este año están jugando bien y, además, están teniendo acierto. El trabajo de Valverde es muy bueno y el del equipo, también. Y me alegro mucho porque porque sé cómo son esos chavales, les tengo un cariño enorme. Tuve la gran suerte de ser entrenador local en San Mamés y ésa es una experiencia que llevaré siempre en mi vida. A la ciudad, su gente, su afición y los futbolistas y trabajadores del club, por supuesto, les deseo todo lo mejor y, repito, el trabajo de Ernesto me parece muy bueno.

¿Y le dará al Villarreal para estar en esa zona Champions?

El Villarreal tiene un equipazo. Es un equipo muy bien hecho, quizás en alguna posición es importante que no tenga lesiones. La baja de Gerard, tan repetida, es un hándicap importante en el aspecto ofensivo, pero es un equipo para mí, por potencial esta temporada, que tiene los suficientes argumentos para ser equipo Champions al final de la misma. Tiene la ventaja de que la Conference League no le va a distraer ni desgastar tanto como la temporada pasada la Champions.

¿Qué posición es en la que cree que no se puede permitir esas lesiones?

En el centro de la defensa Albiol es un jugador fundamental y quizás, en mi modesta opinión, no tiene un sustituto. Ese futbolista es muy, muy, muy importante.

¿Cómo ha vivido sus éxitos europeos? La consecución de la Europa League, la semifinal de la Champions… ¿Cuántos recuerdos le vinieron de aquel Villarreal-Liverpool?

(Risas) Sí, sí, sí que me vinieron, sí. Pasé allí casi cuatro años extraordinarios, tanto a nivel humano como profesional. Tuvimos un final que pudo ser de otra forma, en el que yo tuve mi parte de responsabilidad también. Todos la tuvimos, pero no eludo la mía, pero eso para nada resta valor a lo que en su momento viví y lo que recuerdo, porque tuve una relación extraordinaria con los dirigentes, y la vuelvo a mantener, la tengo otra vez. Los trabajadores fueron extraordinarios con nosotros. Tenía jugadores a los que también les guardo muchísimo cariño y agradecimiento. El club, la forma de trabajar las instalaciones… No sé si la perfección existe, pero si no, a nivel de gestión se aproxima a ello. Y me alegro de todo lo bueno que le suceda.

El hecho de ganar la Europa League es lo que Fernando se merecía, un presidente que ha hecho tanto por el Villarreal y tan bien, se merecía un título y al final por fin le llegó, era de justicia. Y la pasada temporada también hicieron una Champions buenísima. Quizás eso les distrajo en exceso y estuvieron en lucha con el Athletic por ese séptimo puesto hasta el último partido. Cuando hay una gestión de forma repetida tan buena, lo normal es que esté en los lugares altos de la tabla, como así viene sucediendo temporada tras temporada.

¿Cuál fue esa responsabilidad suya en la salida del Villarreal, y en qué momento se han limado las asperezas con los dirigentes del club?

Digamos que tampoco es una responsabilidad de los dirigentes, sino que se dio una circunstancia de forma de actuar de un futbolista con el que yo no estaba de acuerdo (él no lo nombra, pero se refiere a Mateo Musacchio), porque había repetidas actuaciones que no consideraba que eran buenas para el grupo, y a partir de aquí yo creía, puede ser que a lo mejor estuviera equivocado, que seguir manteniendo esa convivencia no iba a ser beneficiosa para el Villarreal. El Villarreal decidió acercarse más a lo que ellos consideraban que era un patrimonio del club, y como desde mi punto de vista, acertado o equivocado, no había espacio para los dos en el mismo lugar, tomaron la decisión de prescindir de nuestros servicios. Y se acaba. Pasa el momento, fue difícil para todos, y después el tiempo nos hace pensar a cada uno en qué hemos acertado, en qué hemos fallado y, sobre todo, cuando vives cuatro años de una relación personal y profesional, es mucho más inteligente por todas las partes acordarte de lo bueno.

Otro de sus exequipos que atraviesa un momento difícil es el Sevilla, con una situación muy delicada…

El fútbol por eso es tan bonito, tan difícil, por eso todos podemos opinar, pero no todos estamos acertados en la opinión. Si nos preguntamos todos aquellos que estamos relacionados con el fútbol si podíamos predecir que el inicio del Sevilla iba a ser de esta manera, habiendo demostrado una solvencia en las últimas temporadas y una trayectoria magnífica de Julen con ese equipo, quién nos iba a decir que iba a estar en esta situación. La realidad es que el Sevilla ha sumado muy pocos puntos. Ha habido una transformación en la plantilla importante, sobre todo en dos jugadores que eran muy importantes tanto en el aspecto defensivo como ofensivo en iniciación del juego. Y los resultados al principio no salen… Es complicado.

Bonito, complicado, ilusión... A esas palabras repetidas en esta charla, ¿añadimos confianza? Cuando se fue el Athletic dijo que el club no le daba la confianza que necesitaba. ¿Será indispensable en el siguiente proyecto?

Siempre es importante que exista una total confianza para iniciar ese proyecto. Siempre es así. Muchas veces también me escuchaste decir que el entrenador está en medio. Es muy importante que los jugadores crean en lo que el cuerpo técnico propone y, a su vez, que los dirigentes también confíen en ese cuerpo técnico.

Permítame esta última, que no me quiero quedar con la curiosidad. ¿Cuál es el plato que le hace olvidarse de la dieta, de la bici y hasta del fútbol aquí en Asturias? Aunque no se olvida mucho, porque está para jugar…

Los fines de semana suelos aprovecharlos bien, ¿eh? (ríe), pero no puedo decir un plato que sea superior a los demás. Me gusta mucho el pescado, el marisco, que también tenemos mucho y bueno. Y no podría ser de otra forma, me gusta muchísimo la fabada. Me gusta todo. Y la sidra, la sidra me encanta. En este tiempo de descanso, cuando estoy en Asturias, aprovecho para cumplir ese gusto que tanto anhelo cuando no estoy aquí. Igual que, por ejemplo, el jamón también tiene el lugar de origen como su punto máximo de excelencia, la sidra es indudable que donde mejor sabe es en Asturias.

…

Terminamos la extensa charla y subimos a una terraza a hacer las fotos que ilustran esta entrevista, que en verdad acaba pero no, porque seguimos hablando de Asturias, de las obras de su nueva casa que le han llevado a ponerse al teléfono en varias ocasiones. De sus 57 años. De los 92 kilómetros en bici que confiesa haber recorrido esa mañana. De los que espera seguir recorriendo delante de los banquillos que le aguarden en España, Italia o Inglaterra hasta que haga de Gijón su refugio definitivo. Aunque, al final, más allá de su ilusión confesa por dirigir a la Selección, lo que queda claro es que el anhelo de Marcelino es llegar a parecerse a su padre.