SELECCIÓN

La RFEF quiere empoderar a Santi Denia, un oro con el que no pudo Suker y que brilla (sin aplaudir a Francis y Rubiales) como tapado

Una semana después de su éxito en París, la Federación tiene claro que esta apuesta de Ginés y Flores debe crecer más en plena reorganización del staff y que sucederá algún día a De la Fuente.

Santi Denia es manteado por la Selección Olímpica, ante la mirada de De la Fuente, tras ganar el oro en París. /
Santi Denia es manteado por la Selección Olímpica, ante la mirada de De la Fuente, tras ganar el oro en París.
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Hace justo nueve días, pocos instantes después de que acabase la final de los Juegos Olímpicos de París entre Francia y España, Santi Denia volvió a revivir lo que es una constante en su vida. El albaceteño, tras sacudirse los nervios contenidos, cerrar el puño por el oro brillantemente conseguido y repartir las primeras carantoñas a pie de campo antes de ser manteado, se cruzó en el césped con Luis de la Fuente, el seleccionador absoluto que había descendido a toda prisa desde el palco para felicitar a los campeones. La tele captó el emotivo abrazo entre amigos y de repente, al desanudarse, el cámara siguió al riojano mientras el verdadero protagonista de la tarde, mucho menos conocido, se iba hacia la grada solo en un segundo plano. Es la imagen que mejor resume su carrera: un profesional que no deja de triunfar como tapado.

Santi (Albacete, 1974) llegó de puntillas al fútbol como jugador e hizo lo propio desde que se decidió a hacer carrera en los banquillos. Como futbolista fue reclutado a principios de los 90 por el Albacete Balompié atendiendo siempre a sus deseos y tiempos, porque se hizo de rogar. Era feliz jugando con los colegas en el Barrio del Pilar y a Ginés Meléndez y a Antonio Flores, coordinadores y encargados de poner en pie toda la prolífica estructura de cantera del club desde inicios de los 80, les costó un par de años convencerle de que a su lado crecería más y mejor. Hasta que un día, sin mucha fe ya en verle por allí vestido de blanco, el propio central vio el anuncio de que en el Campo de la Federación -muy cerca del Carlos Belmonte- se celebrarían unas pruebas de acceso y decidió acudir para examinarse. Cómo no en segunda fila.

La estrategia de los técnicos al conocer su cambio de postura fue no parecer desesperados en ningún momento porque fichara, así que no le hicieron mucho caso en el primer partidillo. "Hombre, tú por aquí; suerte" y poco más. Pero ya en la segunda sesión no pudieron contenerse. Antonio Flores se le acercó, le dijo que qué tal se veía y que si estaba seguro de dar el paso. Así que nada más recibir su convincente visto bueno le ordenaron que acudiera a la sede del club a toda prisa y le dijera de su parte a Juan Ignacio Rodríguez, el mítico Juanito, que tramitara de urgencia su ficha en el equipo Juvenil Nacional. Ahí empezó a construirse una leyenda que hoy es quien capta, mima y convence.

Santi Denia, tras ganar la final olímpica ante Francia, habla por teléfono desde París.  GETTY
Santi Denia, tras ganar la final olímpica ante Francia, habla por teléfono desde París. GETTY

En verano de 1992, Julián Rubio llegó al primer equipo del Queso Mecánico para sustituir a Benito Floro (fue fichado por el Real Madrid de Ramón Mendoza) y, en esas continuas reuniones que solía mantener con los técnicos de la casa para analizar la cantera, consensuó con Ginés y Flores que tres o cuatro juveniles que ya hacían sus pinitos en Tercera tenían que subir al primer equipo para hacer la pretemporada y foguearse. Pero antes, en un viaje en junio a San José (Costa Rica) para homenajear a Conejo, Santi Denia ya formó parte de la expedición. Y desde entonces, pese a llegar como meritorio, no se bajó del barco de la élite y tuvo que abandonar a su querido Criubaldo, su pareja ideal en el centro de la defensa en el filial.

Y pese a que su debut en Primera fue bastante duro. Suker, al que marcó, se paseó con el Sevilla por Albacete al inicio de la Liga (0-3), pero el entrenador siguió confiando en su valía con solo 18 años. A partir de ahí fue indiscutible y brilló con luz propia hasta ser internacional y fichado por el Atlético de Madrid para lograr el doblete y ser campeón de Liga y Copa. Sin hacer ruido siempre sacaba buena nota.

Santi Denia, ante Van Bronckhorst, en su segunda etapa en el Albacete.  GETTY
Santi Denia, ante Van Bronckhorst, en su segunda etapa en el Albacete. GETTY

De jugador a entrenador

Tras retirarse de corto en casa en 2007 y haber empezado ya a centrarse en los niveles I y II en los cursos de entrenador, en 2008 acudió a Las Rozas, también sin darse mucha importancia, para sacarse el tercer carnet junto a una de las primeras hornadas de exfutbolistas profesionales que lograron la titulación definitiva en la Federación. Allí volvió a coincidir con Ginés Meléndez, que ya llevaba una década al mando de las categorías inferiores de España y como director de la escuela de entrenadores, mientras que Antonio Flores, de nuevo inseparable de Ginés, era uno de sus más expertos profesores.

Santi coincidió en aquel curso con Aitor Karanka, que era y es íntimo amigo suyo, además de con Hierro, Pochettino, Mono Burgos, Esnáider, Donato, Kodro, Molina, Chendo, Unzué y tantos otros: "Siempre estaba muy atento a la teoría y daba gusto verle explicar en las prácticas, como los demás, todo lo que sabía. Era un grupo muy participativo. A él, como algunos otros, ya se le notaba lo que quería ser a corto plazo. No hacía el curso por hacerlo como había casos. Deseaba ejercer cuanto antes. Preguntaba mucho y nosotros le aconsejábamos que no tuviera prisa y que se formara lo mejor posible. Verle arriba es una satisfacción. Es tranquilo y comedido, como parte de esa escuela de Del Bosque que ya habían implantado Iñaki Sáez y Ginés Meléndez y que también está sabiendo continuar De la Fuente", explica por teléfono Antonio Flores, ya retirado a sus 70 años, desde su casa de Albacete.

"Verle arriba es una satisfacción. Es tranquilo y comedido, como parte de esa escuela Del Bosque implantada por Iñaki Sáez y Ginés Meléndez y que también está sabiendo continuar De la Fuente"

Antonio Flores Descubridor de Santi y profesor suyo en la RFEF

Tras rechazar una oferta para seguir en Albacete como segundo entrenador nada más colgar las botas, y tener en su poder la titulación como técnico, se incorporó a la dirección deportiva del Atlético, según un acuerdo que tenía firmado al abandonar el club rojiblanco como jugador. En febrero de 2009 fue designado segundo de Abel Resino y el 23 de octubre, tras el destitución del exportero, cogió los mandos de forma interina y dirigió al Atleti ante el Mallorca en un partido de Liga en el Calderón (1-1). Hasta que Ginés volvió a llamar a su puerta tras llegar a ser profesor suyo en el colegio José Prat en 1985 ("era regular con los libros…") y de su mujer, la saltadora Toñi con la que tiene dos hijos (uno de ellos, Marcos, debutó como nueve con la Sub-19). Aitor Karanka había decidido dejar las categorías inferiores de la RFEF para irse al Real Madrid con Mourinho y Santi fue el elegido para incorporarse a la estructura técnica de la RFEF. Desde entonces no se ha movido de la casa, pasando por todas las categorías y cosechando numerosos triunfos y títulos.

Santi Denia tras el oro logrado en ParísEFE

Ginés da las claves para que todo el mundo en la Federación vea a Santi ya como una de sus banderas y como el recambio natural de De la Fuente en el futuro, a poder ser después del Mundial 2030 o más allá, cuando finalice su exitoso paso por la Absoluta: "Santi es una esponja. Lo mejor que tiene es que desde el inicio siempre quiso ir de ayudante en todos los equipos de las categorías inferiores más allá del que le asignaras. Fue mi segundo, de Milla, de Lopetegui, de Celades y hasta de De la Fuente. Siempre me decía 'jefe, me gustaría ir a este campeonato a ayudar'. Y de todos ha ido cogiendo cosas porque es muy inteligente. Esa es una de las claves de su éxito. A las 8:30 ya estaba en Las Rozas y siempre era una de los últimos en irse. Se recorría España de arriba abajo viendo equipos y chavales".

"Santi es una esponja. Fue segundo mío, de Milla, de Celades, de Lopetegui y de De la Fuente y de todos ha ido cogiendo algo. Será seleccionador absoluto"

Ginés Meléndez Descubridor de Santi y quien lo fichó para la RFEF

Se la jugó por mojarse

Y si en lo deportivo su trayectoria es inmaculada, en lo extradeportivo tampoco tiene manchas por sus valores y personalidad. Es más, en la Federación es considerado un héroe. Y no sólo por no aplaudir a Rubiales en la Asamblea de la vergüenza del 25 de agosto de 2023. Sino, además, por su entereza y valentía para explicarlo después, arriesgando mucho su puesto, con Rubiales todavía a los mandos: "Mi mensaje es de admiración a las campeonas del mundo, que son las protagonistas de una hazaña que va a quedar para la historia de la Federación y de España, algo que desafortunadamente quedó empañado por unos hechos que considero inadmisibles y desafortunados. He cometido muchos errores en mi vida, y la edad y las canas me hacen ser más reflexivo. Analicé y reaccioné como me sentí, y me salió no aplaudir".

Santi Denia, en una foto de archivo tras la final Sub-21 Inglaterra-España, junto a Abel Ruiz y Luis Rubiales.  GETTY
Santi Denia, en una foto de archivo tras la final Sub-21 Inglaterra-España, junto a Abel Ruiz y Luis Rubiales. GETTY

Este talante, sus éxitos y el hecho de que en Las Rozas goce de la simpatía de todos los trabajadores hacen de Santi un hombre reputado, muy querido y sobre el que la dirección tiene depositada toda su confianza. Hasta el punto de que la dirección deportiva quiere darle más peso y recursos en un momento en el que hay que reconstruir todo el organigrama, y sobre el que los más veteranos coinciden en señalarle como un claro candidato a dirigir alguna vez al primer equipo. "Veo muchos años más a Santi en la Federación. Estar ahí es un privilegio y muchos prefieren ganar cinco y estar dentro que ganar el doble y entrenar fuera. Ahí eres tú quien eliges a los mejores para entrenarlos. Te dotan de todo. Yo hubiera estado en la RFEF hasta que me hubiera muerto. Santi se quedará y algún día será nuestro seleccionador nacional", reconoce orgulloso Ginés.

De momento, Santi ha sido nombrado hijo predilecto en su Albacete natal después de 'colgarse la medalla' hace una semana. Y sin Francis Hernández, el jefe de la cantera con el que alguna vez se ha encarado por no querer someterse a sus órdenes y que será despedido, y en plena reorganización de la cúpula deportiva, su vuelo no tiene techo. Aunque lo haga siempre como copiloto.