Qué fue de Pantic, mítico delantero del Atlético de Madrid en los años 90

En la rica historia del Atlético de Madrid, hay capítulos que perduran en la memoria de sus aficionados como hitos inolvidables. Uno de esos momentos trascendentales fue la temporada 1995/96, la del Doblete tan celebrado por los colchoneros, con un protagonista central que ocupa un lugar de privilegio en la historia del club, Milinko Pantić.

El futbolista serbio entró al Atlético de Madrid con el pie derecho: el día de su debut -el 3 de septiembre de 1995- marcó un gol de tiro libre en la primera jornada de Liga, frente a la Real Sociedad. Después vinieron más éxitos, en un paso por el Atleti relativamente breve pero indudablemente muy exitoso.

Dueño de un toque magnífico, Pantic era un especialista con la pelota detenida: sobre todo en córners y tiros libres, el serbio sabía cómo inquietar a los rivales. Son recordados también sus recortes por banda y sus milimétricos centros.

Empezó su carrera en el FK Partizan de Belgrado en 1985, pero nunca se afirmó como titular y se marchó en 1991 al fútbol griego. Cuatro años más tarde, con 29 años y después de tener buenos y malos períodos en en el Panionios -el club de Grecia al que volvería para retirarse del fútbol a los 35 años-, Pantic desembarcó en el Atlético de Madrid y se quedó tres temporadas. Estuvo presente en 136 partidos (107 de ellos de la Liga) y marcó 35 goles.

Fue uno de los estandartes de aquel Doblete del Atleti (Campeonato de Liga y Copa del Rey) en la temporada 1995/96, con su compatriota Radomir Antic como entrenador y su valedor y otros puntales como Simeone, Vizcaíno, Caminero, Molina, Geli, Penev y Kiko.

Pantic marcó el gol de cabeza que le dio al Atlético de Madrid el triunfo en la final de la Copa del Rey jugada en 1996 en Zaragoza contra el Barcelona. Quizá el gol más importante de su carrera. Y también tuvo un papel estelar en aquel partidazo que el Barça le ganó 5-4 al Atlético de Madrid en el Camp Nou por cuartos de final de esa misma competición en 1997: el serbio marcó los 4 goles de su equipo.

Preciso, inteligente y con gran visión de juego, Pantic fue un centrocampista elegante y con el ángel suficiente como para ganarse el corazón de los aficionados del Atlético de Madrid en poco tiempo. Esa relación de cariño está perfectamente simbolizada en el ramo de flores que una de las socias más emblemáticas del club, Margarita Luengo, deja en una esquina del campo de juego cada vez que juega su equipo de local.

Pantic dejó el Atlético de Madrid en el verano de 1998. El futbolista se marchó traspasado al Le Havre francés por una cifra de 200 millones de pesetas, donde jugó solo un año. En aquel momento, Pantic llegó a declarar en el medio Alacontra que "se equivocó" en su salida a Francia por respetar al Atlético, ya que en ese momento tenía una oferta de más dinero y de dos años en el Racing de Santander.

En cualquier caso, la temporada en Francia con Le Havre no fue como esperaba. Allí solo jugó 21 partidos en todas las competiciones y marcó solamente dos goles. Esto hizo que se marchara a Panionios en Grecia, club del que salió hacia el Atlético de Madrid. En 2001 finalmente colgó las botas.