La RFEF despide a José Mª Mora Gordillo por comentarios inapropiados a sus compañeras
Tal y como adelantó Relevo, la Federación ha prescindido del director de Operaciones y Eventos a raíz de una denuncia recibida por su juez de 'Compliance'.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) despidió finalmente el pasado 1 de febrero al que fuera director de operaciones y eventos de la RFEF, José María Mora Gordillo, tras una denuncia interna presentada en el departamento de Compliance. Javier Puyol, responsable del departamento, comenzó en el mes de noviembre un proceso interno que ha culminado, tal y como adelantó este medio, en la salida de Mora Gordillo por su "conducta inadecuada para su cargo" en varias ocasiones.
El sevillano fue apartado de sus funciones durante la investigación tras la denuncia de algunas trabajadoras de la RFEF por comentarios con contenido inapropiado, absolutamente improcedentes, que han terminado marcando el final de uno de los miembros del Rubialismo que aún seguían en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Según ha podido saber Relevo, Puyol llamó a declarar a algunas compañeras de Mora por un comportamiento inadecuado y repetido del máximo responsable de la organización de partidos, que había encendido las alarmas.
La llegada de José María Mora -sobrino del exjugador del Real Madrid, Betis y Selección española, Rafael Gordillo- a la RFEF ya fue en su día un misterio y una decepción para muchos. De hecho, despidieron a un profesional muy querido como era Eduard Dervishy para contratarle a él que, teniendo responsabilidades internacionales, no hablaba prácticamente una palabra de inglés. Mora, que llegó de la mano de Luis Rubiales a la RFEF en 2018 como coordinador de actividades e instalaciones, se convirtió tan sólo un año después en el coordinador del área de operaciones de la Federación y en 2020 en el director del departamento de operaciones y eventos. Una carrera meteórica en tan sólo cinco años.
Tanto Mora como Francis Hernández, otro de los soldados de Rubiales desde su llegada a la RFEF, participaron activamente en su campaña electoral en Andalucía. Como agradecimiento a ambos, y a pesar de que su única experiencia profesional era su trabajo en Jofran Eventos -la empresa de eventos culturales y deportivos que compartían-, los contrataron para cargos de alta dirección en la RFEF. Después de la suspensión e inhabilitación del ya expresidente, se han mantenido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con un llamativo perfil bajo. Antes, según cuentan empleados federativos, llegaban a levantar de su sitio a miembros del cuerpo técnico de la Selección para marcar su jerarquía, por ejemplo, en las ruedas de prensa.
Mora también era conocido dentro de Las Rozas por sus comentarios y bromas de contenido sexual sin reparo alguno. Por ello, el hecho de que haya terminado enfrentándose a este proceso, para algunos no ha sido ninguna sorpresa. "Algunas veces usaba la Ciudad del Fútbol como si fuera un afterwork", asegura un empleado de la RFEF.
Ahora el caso de Mora Gordillo se convierte en uno más de los despidos que poco a poco van sucediéndose en la RFEF con los miembros del núcleo duro que acompañó a Rubiales desde 2018. Andreu Camps, Jorge Vilda, Pablo García Cuervo, Miguel García Caba, y ahora él.
Proceso con la máxima discreción
Prácticamente nadie en la RFEF sabía de este proceso de Compliance contra Mora Gordillo hasta que el pasado mes de noviembre Relevo lo destapara. "Está fuera por algo personal, pero no sé qué le pasa, no sé qué es", explicaban a este medios numerosos compañeros.
Las alarmas saltaron el 16 de noviembre en Huelva. Mora Gordillo estaba en la expedición de la Sub-21 y recibió una llamada. La atendió y, poco después, pálido y con el rostro desencajado, abandonó la concentración y desde entonces no se le vio por la RFEF. De hecho, su despacho ha permanecido cerrado con llave, algo poco habitual, y nadie sabía qué ocurría, salvo los mencionados compañeros que se ceñían a "un problema personal".
Al desvelar esta información allá por el mes de noviembre, Relevo se puso en contacto con Mora para saber cómo llegó hasta la Federación. Dijo lo siguiente: "Aparte del bagaje con la empresa, que está ahí demostrado, he sido futbolista profesional hasta los 30 años, soy titulado en nivel 3 de entrenador y entré en la RFEF en un perfil medio, como responsable de escuela de fútbol, de museos, de instalaciones y demás. Gracias a mi trabajo y a mi capacidad, el presidente confió en mí para el cargo que ocupo ahora mismo", aseguró.