Francis, jefe de la cantera de la RFEF, acorralado: se queda sin compinches y sin éxitos deportivos

Francis Hernández, coordinador de las categorías inferiores de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), está cada vez más acorralado dentro de Las Rozas. Su llegada, a finales de 2018, a un cargo de tantísima responsabilidad (sucedía a toda una institución como Ginés Meléndez) levantó sospechas desde el primer momento porque aterrizó puesto a dedo por su íntimo amigo Luis Rubiales, entonces presidente. Cuando Relevo destapó los entresijos de su llegada al cargo, esta fue la explicación que dio Hernández: "El fútbol, por suerte, está lleno de personas que pueden dar la oportunidad a alguien para desarrollarse profesionalmente". Es decir, Rubiales le dio a su amigo la oportunidad de demostrar que, a pesar de venir de una empresa de organización de eventos, estaba preparado para dirigir la cantera de una selección nacional.

Analicemos la situación por partes. Por un lado, el rendimiento deportivo de las inferiores bajo su mandato, que comenzó a finales de 2018. Desde entonces, España sólo ha añadido dos títulos a su palmarés, ambos en 2019: los Europeos Sub-21 y Sub-19 de ese curso. A esos éxitos, sin embargo, hay que ponerles un asterisco: Francis apenas llevaba unos meses como coordinador y casi todo el mérito hay que dárselo a la anterior gestión, porque se dio continuidad a un trabajo que se había comenzado desde hacía tiempo. Ese ciclo Sub-21 había arrancado en 2017, mientras que la generación Sub-19 venía de conquistar la Eurocopa Sub-17 en 2017. Era el mismo seleccionador (Santi Denia) y los mismos futbolistas (Ferran, Sergio Gómez, Abel…).

Desde ese exitoso 2019, en el que Francis Hernández presumía de los nuevos mecanismos que había implementado en la RFEF, las inferiores de España han entrado en una travesía por el desierto en cuanto a títulos. Son cuatro años consecutivos sin levantar ningún trofeo (2020, 2021, 2022 y 2023), algo que nunca había estado ni cerca de ocurrir en lo que va de siglo, donde la sequía más larga se produjo cuando no se ganó nada en 2009 y 2010. En el resto de periodos lo máximo que se estuvo sin ganar fue un año y hubo momentos excelsos como los cuatro títulos en dos cursos conseguidos entre 2011 y 2013 (dos Sub-21 y dos Sub-19).

Este 2023 ha sido especialmente preocupante para la RFEF, porque sólo la Sub-21, dirigida por Santi Denia, ha tenido un rendimiento sobresaliente: fueron subcampeones de la Eurocopa de la categoría a pesar de que muchos de los futbolistas en edad de participar (Ferran, Eric, Williams, Pino, Pedri, Gavi…) no acudieron. Perdieron por la mínima ante Inglaterra y Abel Ruiz erró un penalti para empatar en el último minuto. Otra vez, además, hay que poner asterisco, porque Denia lleva más de una década en Las Rozas y esa generación es la misma que conquistó los títulos Sub-17 (2017) y Sub-19 (2019).

En este 2023 Francis Hernández ha tomado decisiones de mucho calado que no han dado resultados. La más llamativa fue la de no renovar a una leyenda como Julen Guerrero, a pesar de que logró el objetivo de clasificarse para el Mundial Sub-17 al llegar hasta semifinales del Europeo de la categoría. Según pudo saber Relevo, el coordinador prescindió del vasco porque en algunos momentos se negó a acatar algunas órdenes a la hora de realizar convocatorias o alinear jugadores. No se plegaba, en resumen. Como sustituto contrató a Hernán Pérez, que perdió con estrépito en sus dos primeros encuentros: goleadas ante Portugal (1-4) e Inglaterra (1-4). Al Mundial Sub-17, en el que debía estar Julen Guerrero, fue José Lana, aunque sin mucha mejor suerte: La Rojita se volvió a casa en cuartos de final. Lana también había quedado eliminado en semifinales del Europeo Sub-19 unos meses antes.

Los resultados deportivos, por tanto, no justifican su presencia en un cargo de tanta responsabilidad, aunque no es lo más grave de su situación actual. Analicemos ahora todo lo extradeportivo. Francis Hernández llegó a la RFEF junto a José María Mora Gordillo, coordinador de operaciones e instalaciones de la Ciudad del Fútbol, que va a ser despedido por comentarios inapropiados a algunas compañeras, tal y como desveló Relevo. La relación de Hernández y Mora es casi familiar, puesto que ambos trabajaban, codo con codo, en JOFRAN Eventos, una empresa de eventos culturales y deportivos de Granada. Desde el 18 de mayo de 2006 (momento de la fundación de esta sociedad) hasta su entrada en la RFEF fueron los encargados de su funcionamiento, aunque sin demasiado éxito: en 2017 JOFRAN Eventos tuvo unas pérdidas de 28.423 euros y en 2018, de 16.602. En ninguno de esos dos ejercicios los ingresos totales declarados de la sociedad alcanzaron los 200.000 euros. Rubiales los contrató y desde que llegaron a Las Rozas la amistad entre Hernández y Mora es aún más fuerte, compartiendo su día a día cuando están en la capital de España.

Cuando Rubiales fue suspendido, y antes de que llegara su dimisión, Francis Hernández se comportó como un comisario político del expresidente. Desde los instantes posteriores a la polémica celebración del Mundial femenino fue habitual escuchar de su boca distintas descalificaciones hacia las campeonas del mundo. Todavía hoy considera que son Jenni Hermoso y sus compañeras quienes han traicionado al expresidente y no ha dudado en manifestarlo públicamente en la Ciudad del Fútbol, sin importarle que hubiera testigos.

La 'caza de brujas' de Francis no quedó ahí y no dudó en recriminar a Luis de la Fuente y a Santi Denia la postura que tomaron contra Rubiales. Al seleccionador absoluto le afeó su contundente arrepentimiento por aquellos aplausos en la asamblea, mientras que a Denia le recriminó que fuera uno de los pocos que no aplaudió al expresidente. Aquello enrareció durante bastantes semanas el ambiente alrededor de Francis, porque los técnicos que llevan en la casa más de una década no tienen ninguna deuda pendiente con él ni con Rubiales, puesto que su trayectoria habla por sí sola, títulos incluidos.

Todo esto deja desprotegido y señalado a Francis Hernández, que hasta hace pocas semanas había sido el pitbull de Luis Rubiales dentro de Las Rozas. En la Ciudad del Fútbol ya no está su mentor y tampoco va a estar Mora, su inseparable y fiel amigo que en los próximos días va a abandonar su puesto en la RFEF por la puerta de atrás. El currículum nunca justificó el cargo de Hernández, pero tampoco lo sostienen los resultados deportivos y mucho menos su comportamiento en el día a día de la Federación.