LA CRISIS DE RUBIALES

Francis, el 'pitbull' de Rubiales dentro de la RFEF: broncas con seleccionadores, críticas a las jugadoras…

El coordinador de categorías inferiores, íntimo amigo del expresidente, se mantiene fiel y provoca crisis internas.

Francis Hernández, en una concentración de la Sub-21./Sergio Santos
Francis Hernández, en una concentración de la Sub-21. Sergio Santos
Sergio Santos

Sergio Santos

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) es, especialmente desde hace días, un lugar hostil. Los silencios son largos porque nadie quiere hablar más de la cuenta y cuando se rompen, en más de una ocasión, es por alguna bronca con cruce de reproches. Luis Rubiales ya no es el presidente, aunque muchos de sus fieles delfines siguen en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, casi todos en puestos de alta responsabilidad. Desde el inicio de toda la polémica, la obsesión de esos incondicionales que aún guardan lealtad al expresidente fue mantener el clima de unión alrededor de Rubiales. Cerrar filas ante los ataques externos.

La Asamblea, a donde casi todos fueron pensando que asistían a una dimisión, reflejó ese clima de presión para respaldar al exdirigente. Sin embargo, aquello fue definitivo y muchos se bajaron del barco. Dijeron basta. Luis de la Fuente, en el discurso que leyó el viernes, refleja el sentir de bastantes de los que aplaudieron a Rubiales. No buscan justificaciones, pero sí que tienen claro que no volverán a apoyar al expresidente.

En cambio, algunos se mantienen firmes en su postura de apoyo a Rubiales. Especialmente fieles siguen quienes le deben su actual puesto de trabajo al de Motril. Uno de los más vehementes en los últimos días ha sido Francis Hernández, coordinador de categorías inferiores y el principal guardián que tiene el expresidente en la parcela deportiva. Desde los instantes posteriores a la polémica celebración de Sidney ha sido habitual escuchar de su boca distintas descalificaciones hacia las campeonas del mundo, según ha podido saber Relevo por tres fuentes federativas distintas. Hernández considera que son Jenni Hermoso y sus compañeras quienes han traicionado al expresidente y no ha dudado en manifestarlo públicamente en la Ciudad del Fútbol, sin importarle que hubiera testigos.

La 'caza de brujas' de Francis no queda ahí. La semana pasada, en una concentración en Albir, tuvo una fortísima discusión con varios de los técnicos de la RFEF. Uno de ellos fue Santi Denia, que no aplaudió el discurso de Rubiales. La bronca con el seleccionador sub-21 volvió a subir de tono tras la conferencia de prensa del viernes, en la que Relevo le preguntó a Denia si Francis y Tito Blanco (el adjunto al coordinador) estaban arrepentidos por los aplausos en la Asamblea (fueros de los que los lideraron y de los primeros en levantarse en señal de apoyo) y que si quería disculparse en su nombre. El seleccionador contestó lo siguiente: "No, eso tendrás que hablarlo con ellos directamente. Cada uno es libre de expresar su opinión o su manera de ver lo que sucedió. Llevamos toda la semana juntos, lo hemos hablado y claro que hay muchas opiniones, como en el resto de la sociedad. Todo el mundo puede opinar de un lado o de otro, pero me gustaría que hubiese unión, diálogo y respeto. No hay otra manera de que crezcamos como imagen del fútbol español. Diálogo y respeto, a partir de ahí todo va a funcionar". Aquello tensó todavía más una relación que está en su peor momento.

Francis, durante la asamblea.

La cosa se extiende más allá, porque Hernández acusó a quienes pretendían dar la espalda al expresidente y el pasado viernes se mostró muy molesto por el hecho de que se permitiera un discurso tan contundente de Luis de la Fuente, técnico de la Absoluta, contra Rubiales. "Volvió de la sala de prensa con la cara descompuesta", cuenta un trabajador de la RFEF.

Francis, elegido a dedo por Rubiales

¿Quién es Francis Hernández? Sobre el papel, el coordinador de las categorías inferiores, aunque es una de las personas con más mando en la Federación, una especie de comisario político del expresidente. Relevo ya desveló el pasado domingo cómo fue su llegada a Las Rozas junto a José María Mora, que era su socio en Jofran Eventos. Ambos fueron elegidos a dedo.

Nada mejor que varios ejemplos para entender el carácter de Hernández. El pasado viernes, en la conferencia de prensa de De la Fuente, la RFEF reservó diez asientos para el cuerpo técnico del seleccionador en la primera y segunda fila (ocho y dos, respectivamente). Albert Luque y Francis Hernández llegaron los últimos, el director de fútbol ocupó el primer asiento y no titubeó en mandar atrás a Pablo Amo, segundo entrenador de la Absoluta, para hacer hueco al coordinador. "Ahí va Francis", le dijo en tono serio. Amo, desconcertado, se levantó y buscó dónde sentarse. "Vete ahí, a la segunda fila", le explicó Luque mientras Francis ocupaba el lugar que acababa de dejar libre. Finalmente, el segundo técnico mantuvo un lugar en primera fila, aunque en un asiento más alejado. Luque quería dejar claras las jerarquías. Hasta ahora, ningún coordinador de categorías inferiores había tenido tanto peso específico, y eso que los ha habido con mucha más preparación y palmarés que Francis Hernández.

«Ahí voy yo», dijo el coordinador

Después la sala se vació y fueron pocos los periodistas que se quedaron a presenciar la conferencia de prensa de Santi Denia, técnico de la Sub-21. Entre los empleados de la RFEF, Javier Gómez Matallanas (portavoz del presidente) se situó en la primera fila (sólo estaba él), en el sitio donde anteriormente estaba Luque… hasta que llegó Francis. "Javi, ahí voy yo", le dijo, tajante, el coordinador. Matallanas se levantó y se desplazó varios asientos a la izquierda. Nuevamente, Hernández quería dejar clara la cadena de mando.

Por sus comentarios internos, Francis Hernández sigue alineado con el expresidente… y no es el único. De ahí que en Las Rozas haya, cada vez más, dos bandos muy diferenciados y una larga lista de cargos intermedios con miedo a hablar más de la cuenta por miedo a represalias. Rubiales sigue muy presente y no sólo en sentido figurado.