La RFEF convoca a la Comisión Gestora y habrá dobles elecciones

Tres días después de que Luis Alfredo de Diego Díez, magistrado titular del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo nº 2, denegara la cautelar solicitada por Pedro Rocha tras el recurso presentado por el extremeño tras la inhabilitación de dos años dictada el pasado mes de julio por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), la junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se reunió en la tarde de este viernes.

De forma telemática, 18 de los 19 miembros de la junta directiva mantuvieron su primera reunión después de que la Federación ejecutara la inhabilitación del presidente. También invitaron al resto de presidentes territoriales que actualmente no están en el gobierno federativo desde que Pedro Rocha fuera elegido el pasado 26 de abril, pues al fin y al cabo, serán los que decidan el proceso electoral. El objetivo principal de la convocatoria era decidir el futuro inmediato de la institución y la fórmula para convocar elecciones. Finalmente se acordó convocar a la Comisión Gestora, que a su vez iniciará el proceso electoral para elegir primero presidente, y después convocar comicios a todos los órganos de representación, es decir, primero para renovar la Asamblea y luego elegir un nuevo presidente para los próximos cuatro años.

El núcleo fuerte de los presidentes territoriales que forman parte del órgano directivo actual, es decir, Pablo Lozano (Andalucía) -que no estuvo presente-, Joan Soteras (Cataluña), Rafael Louzán (Galicia), Rafael del Amo (Navarra), Alejandro Morales Mansito (Tenerife), José Ramón Cuetos (Asturias) y José Ángel Peláez (Cantabria), a los que apoyan los cuatro exonerados el pasado lunes por el 'Caso Soule' -José Miguel Monje Carrillo (Murcia), Diego Martínez Gómez (Melilla), Antonio García Gaona (Ceuta) y Jacinto Alonso (Rioja), aunque los tres últimos no participaron de la reunión-, apostaron desde el gobierno federativo, con María Ángeles García Chaves, conocida como 'Yaye', presidiendo la junta, por aplicar el artículo 31.8 de los estatutos de la RFEF: "Si el Presidente cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la Junta Directiva se constituirá en Comisión Gestora y convocará elecciones para proveer al cargo; el que resulte elegido ocupará el cargo por tiempo igual al que restase por cumplir al sustituido". Es decir, convocar la Comisión Gestora y, una vez formada, elecciones de forma inmediata . Esta fue finalmente la opción que abrazaron finalmente todos los participantes tras presentar los informes correspondientes y debatir las opciones.

Otro grupo de barones -quienes se desmarcaron del presidente extremeño en su momento a través de una carta al CSD- liderado por Salvador Gomar (Valencia) y formado por Pablo Burillo (Castilla La Mancha), Marcelino Maté (Castilla y León), José Juan Arencibia (Las Palmas), Paco Díaz (Madrid) y Javier Landeta, en nombre de los cuatro presidentes de la federaciones vascas, plantearon una sustitución directa del presidente según el artículo 31.7 de los mencionados estatutos. "En supuestos de ausencia, enfermedad o cualquier otra causa que impida transitoriamente desempeñar sus funciones, el Presidente será sustituido por los Vicepresidentes, en su orden; en defecto de ellos, por el Tesorero y, en última instancia, por el miembro de mayor antigüedad de la Junta Directiva, o por el de más edad si aquélla fuera la misma". ¿Y para la convocatoria de elecciones? Recurrían a la orden ministerial firmada por Pilar Alegría el pasado 25 de enero: "La persona que ostenta la presidencia de las federaciones deportivas españolas será elegido mediante sufragio libre, directo, igual y secreto por los miembros de la asamblea general presentes en el momento de la elección". Es decir, sugirieron que no hacía falta convocar Comisión Gestora, sino que sustituyera a Rocha de forma interina uno de los vicepresidentes y que el nuevo sea elegido en unas elecciones próximas por la Asamblea actual. Pero finalmente en la reunión se decidió por consenso por parte de todos los participantes, tras leer los informes recibidos, no hacerlo así, sino optar por la primera opción y convocar una gestora el próximo lunes -cuando se votará quién la presidirá- y con ella establecer un nuevo proceso electoral que elija únicamente presidente con la Asamblea actual.

Más allá de la fórmula, no hay únicamente dos "bandos" en la RFEF, al menos en la carrera presidencial. En el núcleo de confianza de Rocha ya sospechan de las intenciones de Pablo Lozano, presidente de la federación andaluza, quien no estuvo presente en la reunión y se ha erigido como su sustituto en los últimos eventos ante la desaparición misteriosa a nivel público de María Ángeles García Chaves, conocida como 'Yaye, y el paso a un lado de Rocha después de ser inhabilitado por el TAD el 16 de julio después de ser inhabilitado por el TAD.

Lozano fue el máximo representante federativo, acompañado del secretario general Álvaro de Miguel, en la final olímpica en la que España venció a Francia en París y en el primer partido de la Selección absoluta después de ganar la Eurocopa. También fue, tal y como adelantó Relevo, quien comunicó a Francis, coordinador de las categorías inferiores de la Selección nombrado por Luis Rubiales, su inminente despido. Todo a pesar de que la primera vicepresidenta adjunta de la RFEF es 'Yaye'.

En un contexto de apoyar "al mejor postor", Lozano persigue presentarse a las elecciones en caso de que el juez impida a Rocha su camino hacia la presidencia. Además, cuenta con la confianza y el beneplácito del Gobierno, en cuyo partido, el PSOE, militó hace años.

También hay quien comenta dentro de la institución de la posibilidad de que José Miguel Monje Carrillo (Murcia), uno de los grandes apoyos de Luis Rubiales, decida entrar a jugar el partido. Por el momento, según ha podido saber Relevo, ha sacado la calculadora para sondear los posibles apoyos que tendría, dentro de las territoriales, para acceder al trono.

Más allá de la competencia de Rocha, lo que se valoraba en la Junta Directiva de hoy era el futuro más inmediato de la RFEF. A pesar de que hay varias interpretaciones jurídicas, varios expertos señalan a Relevo que según los estatutos, se debería convocar la Comisión Gestora, en principio con María Ángeles García Chaves a la cabeza, cuya función sería únicamente -y no como hizo el propio Pedro Rocha tras la dimisión de Rubiales- convocar elecciones inmediatas para elegir nuevo presidente en la RFEF.

Sin embargo, el texto ministerial que advertían los barones que, de momento, son contrarios a la gestión de Pedro Rocha, esconde una condición que permitiría la convocatoria de elecciones completas, a Asamblea y presidente. Como el período que resta es "menor de seis meses", tal y como indica la norma, entonces las elecciones que la RFEF tendría que convocar podrían ser completas, primero a la Asamblea, y luego a presidente. Finalmente, la decisión de la Junta Directiva fue optar por los dobles comicios, justo lo que desde la institución querían evitar desde la dimisión de Luis Rubiales el 10 de septiembre de 2023, hace ahora prácticamente un año. Muchas vueltas para llegar a la misma línea de salida.

El nombre del presidente de la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte es uno de los más mencionados en las reuniones internas que la cúpula de Rocha ha mantenido en las últimas semanas. Saben que cualquier desliz en la aplicación del reglamento será denunciado ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) y eso podría cambiar, como ha sucedido hasta ahora, el paso del plan establecido.

Galán ya manifestó su intención de demandar en caso de que no se "constituya de inmediato una comisión Gestora que convocaría elecciones presidenciales con la asamblea actual y, una vez culminado ese proceso, el nuevo presidente/a electo convocaría las elecciones cuatrienales a la asamblea general y a la presidencia". Y eso mismo es lo que se ha decidido.

En su opinión, reflejada en una carta remitida a la RFEF, sería un error interpretar en sentido contrario la Orden Ministerial reguladora de las elecciones federativas. Considera que en este caso, aunque quedan menos de seis meses para la conclusión del mandato de Rocha, el texto ministerial no indica cuál es el proceder, por lo que habría que elegir primero presidente con la asamblea actual y después convocar elecciones completas. Galán también considera que no se puede aplicar que María Ángeles García Chaves pudiera ser la sustituta de Rocha, como presidenta "en funciones", pues señala que los estatutos no contemplan esa posibilidad en caso de que el presidente cese por inhabilitación. En cualquier caso, ante las diferentes interpretaciones jurídicas, lo que Galán sugiere es que la RFEF elevara una consulta a la Secretaría de Estado para el deporte con el objetivo de aclarar cuál era el camino correcto a seguir.

El primer paso que Pedro Rocha dio para evitar su inhabilitación de cara al próximo proceso electoral tras la denegación de la medida cautelar solicitada fue interponer un recurso de apelación. Una vez presentado, toca esperar que prospere para conocer el resultado. De forma paralela, necesita que las circunstancias en la RFEF cambien para poder solicitar una segunda medida cautelar. ¿Qué podría considerarse un cambio circunstancial para que pudiera dar ese paso? La convocatoria de elecciones. Precisamente por eso, desde la cúpula federativa afín a Rocha, propusieron la convocatoria inmediata de elecciones. Una vez iniciado el proceso electoral, el extremeño solicitará al Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo una nueva medida cautelar.

Y esto tiene una explicación. El segundo argumento que alegó Pedro Rocha para solicitar la primera medida cautelar giraba en torno a su posible candidatura a las elecciones de la RFEF: "El demandante sostiene que, si no se suspende la ejecución de la sanción de inhabilitación, no podrá presentarse a unas eventuales elecciones como candidato a la Asamblea General de la RFEF y, posteriormente, ser elegido presidente. Justifica la necesaria adopción de la medida cautelar afirmando que dichas elecciones se celebraran en septiembre de 2024". Es ante este alegato donde el magistrado, a pesar de denegar la cautelar en este momento, dejaba la puerta abierta: "En resumidas cuentas, no hay prueba sobre la realidad de los perjuicios invocados; máxime cuando las elecciones a la Asamblea General de la RFEF aún no se han convocado. Lo anterior implica que no puedan tenerse por ciertos los perjuicios invocados (que son meramente hipotéticos o potenciales) y determina que ni siquiera proceda entrar a valorar su irreparabilidad".

Como las elecciones a la RFEF aún no se habían convocado, el perjuicio que podría ocasionar su inhabilitación en ese caso no se podía valorar y, por tanto, se rechazó la medida cautelar. ¿Qué ocurriría si se convocaran las elecciones? Que las circunstancias cambian y por tanto Rocha podría solicitar de nuevo una nueva medida cautelar al Juzgado Central de lo contencioso-administrativo. En ese caso, el magistrado se volvería a pronunciar sobre una nueva solicitud de medida cautelar, o cautelarísima si se considerara que requiere la urgencia de esta vía. En cualquier circunstancia, el segundo argumento aportado por Pedro Rocha podría considerarse un perjuicio irreparable si el litigio finalizara con una sentencia a su favor, es decir, si dictaminara una resolución contraria a la del TAD. Y entonces, podría presentarse como candidato a las elecciones federativas, que es su objetivo prioritario.

Ahora la RFEF se encamina a un doble proceso electoral. La Gestora se constituye única y exclusivamente para llevar a cabo ese paso, por lo que en el próximo lunes se reunirán para votar quién la preside y convocar elecciones a presidente de forma inmediata. Después, impugnaciones mediante en caso de que las haya, el elegido por la Asamblea actual tendrá que convocar comicios de nuevo en este año olímpico para renovar, por fin, todos los órganos de representación que dirigirán la RFEF durante los próximos cuatro años. Rocha sólo podría presentarse si el juez le concede, en estas nuevas circunstancias, la medida cautelar que solicitará una vez se convoquen las primeras elecciones.