FEDERACIÓN

Rafael Louzán cumple su promesa y acaba (por ahora) con la histórica 'guerra de las licencias'

A la espera de UEFA, el presidente de la RFEF concede a Miguel Galán lo pactado en la campaña electoral (afecta a 22.000 técnicos) y logra reconciliar a dos frentes enfrentados desde el siglo pasado.

Louzán y Galán, juntos en Madrid, el pasado 5 de diciembre para sellar su acuerdo. /RELEVO
Louzán y Galán, juntos en Madrid, el pasado 5 de diciembre para sellar su acuerdo. RELEVO
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

De momento, y sin necesidad de darle los 100 días de margen para evaluar el arranque de su mandato, en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) andan orgullos de que su nuevo presidente, Rafael Louzán, esté cumpliendo con todo lo prometido. Más allá de la limpia que está haciendo en la casa, y que podría tener su continuidad al finalizar la Supercopa de Arabia, y la configuración de su Junta Directiva con novedades importantes (Javier Tebas y David Aganzo de vicepresidentes y el 50% mujeres), el gallego ha logrado desatascar por el momento un problema que estaba totalmente enquistado. Es el relacionado con los entrenadores y que había conducido a la institución día tras día a los tribunales desde hace demasiados años.

Louzán, según ha podido saber Relevo, ya ha cumplido con el primero de los tres acuerdos que alcanzó con Miguel Galán en la campaña electoral de diciembre para anular así la impugnación de su candidatura que había en marcha. Y la ejecución de su promesa, más allá de la importancia que tiene para 22.000 técnicos deportivos afectados que se han formado en centros privados, impide que el director de CENAFE (centro nacional de formación de entrenadores) vuelva a ponerse el traje de Querellator contra todo lo que se mueve en Las Rozas y que tan malos recuerdos trajo a Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha.

Galán recibió ayer el nombramiento de la Comisión de Seguimiento que se ha creado en la Federación para velar por el cumplimiento de este trato alcanzado por el que los técnicos deportivos de grado medio inicial y de grado superior que no se hayan formado a través de la RFEF —y que por tanto tengan títulos académicos y no federativos— podrán tener sus licencias para dirigir en el extranjero desde esta misma temporada. Louzán ha incluido a Galán como representante de los centros privados y los técnicos deportivos de toda España con voz y con un voto. En ese organismo habrá otro representante de la Federación, también con un voz y un voto, como el que aportará el Consejo Superior de Deportes.

Este importante paso se terminó de consolidar en una reunión celebrada el pasado 2 de enero en la sede de la federación madrileña. En esa cumbre estuvieron presentes Paco Díez, presidentes de la RFFM, Luis Serantes como abogado de Louzán y por extensión ya de la RFEF, así como el presidente del Comité Nacional de Entrenadores de la RFEF, David Gutiérrez, y el secretario del Comité de Entrenadores y a la vez vicesecretario general de la RFEF, Óscar Callejo. El ambiente, según varios de los presentes, fue cordial y muy productivo. Y no es un detalle menor, ya que precisamente los responsables del Comité de Entrenadores presentes en la sala habían sido dos de los más activos y beligerantes opositores a las teorías de Galán en el pasado. Esta vez, el deseo y las órdenes de Louzán para desencallar la situación pesó por encima del resto y no hubo más que gestos de acercamiento. Galán estuvo acompañado por su abogado Fernando Pinilla.

La hoja de ruta

Ese mismo día se acordó que antes del próximo 17 de enero se pondrá en marcha la primera de las tres fases acordadas en diciembre por Louzán y Galán. Esto es, la publicación de una nueva circular para iniciar la acreditación de competencias UEFA B, A y PRO para los entrenadores con título académico que lo reclamen y que estén en el extranjero sin poder trabajar o que se vayan a marchar fuera a lo largo de este año. Pese a que aún hay que retocar algún texto propuesto, no se les someterá a ningún requisito de experiencia deportiva o exámenes convalidatorios parciales que están prohibidos por la Abogacía del Estado, según el informe que presentó Galán hace días y que la RFEF ha dado por bueno.

Además, antes del próximo 20 de enero, también se ha acordado que entre en vigor la segunda fase de un pacto que también llegó a firmar hace un mes Sergio Merchán (el barón de Extremadura) cuando aún era el plan B de la RFEF como candidato por si la justicia metía mano a Louzán antes de que se abrieran las urnas. Este nuevo paso afectará al propio Reglamento General de la RFEF, donde se añadirá lo siguiente: el título de técnico deportivo de grado medio nivel inicial en fútbol es equivalente al UEFA B a efectos profesionales; el de grado medio nivel final es equivalente al UEFA A y el de grado superior es equivalente al UEFA PRO. La tercera fase del convenio, en el que se incluirá un Comité de Expertos, se podrá ejecutar a lo largo del mandato de Louzán que expira en 2028.

Aun así, y a pesar de esta buena sintonía entre dos bandos que estaban en guerra desde el siglo pasado, hay quien dentro de la Federación todavía tiene ciertas dudas de que todo lo que exigió Galán se pueda llegar a cumplir. Ahora es UEFA quien deberá pronunciarse, ya que tiene una normas muy estrictas para que las diferentes federaciones puedan formar parte de su Convención. Hasta ahora, este tipo de convalidaciones hubieran puesto a la RFEF en serio riesgo de quedarse fuera del máximo organismo europeo, y por extensión de FIFA. UEFA ya tiene el ROC (reconocimiento de competencias) para poder convalidar, incluso abriendo alguna que otra ventana al año para que se puedan hacer este tipo de tramitaciones, pero eso es justo lo que solicitó Galán: que sus representados no tengan que cumplir estos trámites al entender que no tienen porque pasar exámenes, presentar trabajos o proyectos cuando ya han aprobado sus cursos avalados por el CSD y con la firma del mismísimo Rey de España.

La RFEF, según varias fuentes consultadas, nunca ha negado a los alumnos de centros privados reconocerles, pero sí les han exigido siempre someterse a las normas y a este tipo de validaciones. De hecho, ya tiene muy desarrollado el programa de 'Reconocimiento de Competencias' en su propia web, por lo que habrá que ver cómo modifica este apartado sin saltarse la ley. Louzán y su equipo, en un principio, sondearon la posibilidad de crear una especie de Máster interno y superior para que sirva como puente y se maten dos pájaros de un tiro: contentar a los técnicos que poseen títulos académicos con una convalidación incluso gratuita al mismo tiempo que se regatean los problemas que puedan poner en UEFA. Sin embargo, por ahora esa fórmula no se ha desarrollado. Lo que se ha ejecutado es lo que exigía Galán y lo que no querían, hasta hoy, sus nuevos interlocutores.