La receta de Raúl para levantar al Castilla: un "estoy jodido" que espabiló al grupo, optimismo con 'fichajes' de la casa…
El técnico ha sacado al filial del descenso y superado su peor momento. En el vestuario, a pesar de la falta de refuerzos, se marcan el objetivo de pelear por el play-off.

Raúl González ganó ocho Ligas, tres Champions o dos Intercontinentales y tiñó de gloria sus 20 años y casi 1.000 partidos como jugador. Sin embargo, sumido ahora en el barro de la Primera Federación, los que le conocen aseveran que pocas veces lo había pasado tan mal como entre los meses de octubre y noviembre de 2024. El motor de su Castilla había gripado (dos victorias en 14 jornadas), las posiciones de descenso se convirtieron en una especie de hábitat natural y el club, que no toleraría que su filial terminase en la cuarta categoría, empezó a moverle la silla y a deslizar que ven preparado a Arbeloa. El cóctel desbordó el vaso e hizo que el '7' alcanzase una situación límite. "Estoy jodido, pasándolo mal", le dijo a sus jugadores durante la mala racha que encendió todas las alarmas en Valdebebas. Pero el fútbol, bien lo sabe Raúl, cambia semana a semana. Y en el último mes le ha dado la vuelta a la tortilla.
Su Castilla ha volado de la mano de dos 'aviones' como Gonzalo y Víctor Muñoz y suma nueve de los últimos 12 puntos. El triunfo en casa del Betis Deportivo (1-3), tercero, ha henchido de moral al grupo y hace creer al vestuario en la posibilidad de subir a Segunda. Como lo leen. En una Primera Federación alocada y con distancias mínimas, la reciente buena dinámica ha colocado al filial a sólo cuatro puntos del play-off y con uno de ventaja sobre la zona roja. Y, de seguir al alza y en el crecimiento que suelen experimentar los equipos jóvenes, en el vestuario están convencidos de que tendrán opciones de pelear por el quinto puesto. El tiempo dirá si pecan de una ambición desmedida o si Raúl vuelve a obrar un pequeño milagro.
En este invierno, y a pesar de que la dirección de cantera lleva desde diciembre peinando candidatos para reforzar el eje de la zaga y la delantera, las operaciones en marcha se han enquistado y dejan al entrenador con lo que tenía. Relevo adelantó el interés en el centrocampista Rodrigo Mendoza (Elche)... y el traspaso tiene muy pocos visos de hacerse por las exigencias económicas de la entidad que posee el argentino Bragarnik. Antes el club se había retirado de la puja por Alan Godoy, el '9' que más gustaba a Manu Fernández, responsable de fichajes, por una serie de cuestiones contractuales que no convencían ni al Madrid ni al atacante, que en las últimas horas ha encarrilado su regreso al Nàstic. Por Slavy (ha terminado en el Villarreal B) o Naim García (Racing de Ferrol) no existieron movimientos serios a pesar de que sus perfiles gustasen.
Sin contrataciones en los dos últimos veranos y una configuración de la plantilla que no resulta de su agrado, Raúl ha buscado soluciones en el fondo de la caja de herramientas para potenciar el talento del que dispone. Para empezar, al poco de iniciarse el curso giró su modelo para que la mayoría de los ataques pasasen por Víctor Muñoz, potente extremo derecho que ya fue convocado por Ancelotti para la Intercontinental. La idea ha dado sus frutos: lleva siete goles y cuatro asistencias. La explosión de Gonzalo, con 15 tantos, también ha ayudado, como haber sacado de la enfermería a Manuel Ángel o Jacobo Ramón y que Chema haya pegado un paso al frente en el pivote.
Raúl, visceral, motivador y con mano dura, tira de psicología para formar a los chicos. Cuando el equipo iba hacia abajo no dudó en sincerarse, trasladar al vestuario su estado de ánimo e intentar que levantasen la situación todos juntos; su humor, después de derrotas como las de Sevilla Atlético (1-0 en el añadido) o Alcorcón (un 2-1 injusto), tampoco fue el más animado en los entrenamientos. Sus charlas despertaron al grupo y motivaron una reacción que hoy le tiene más tranquilo, esperanzado y creyéndose en buena compañía, con su segundo Marcos Jiménez como uno de los ejemplos, para continuar la escalada y mirar hacia arriba, aunque interna y externamente el preparador hable de atar cuanto antes la permanencia y no pensar en otra meta hasta sortear definitivamente el infierno.
Hay otro argumento que le ayuda a pensar con optimismo: a falta de incorporaciones desde otros clubes, a finales de marzo o principios de abril sumará a tres 'fichajes' de la casa. Uno es el mediapunta César Palacios, que se rompió el cruzado en el amistoso del primer equipo ante el Milan en Chicago en verano y está llamado a ser uno de los líderes de este Castilla; otro el central Joan Martínez, que también participó en esa gira con Carletto; y el último el centrocampista Dani Mesonero, con ficha de Real Madrid C pero posibilidades de ayudar al primer filial, con el que destacó en la pretemporada antes de lesionarse. Los tres ya tocan balón.
Todos se sumarán a otras perlas que Raúl se ha sacado casi de la chistera. Si los anteriormente mencionados o los laterales David Jiménez y Youssi parecen más hechos, el que ha solucionado el hándicap de los centrales, sin Asencio ni Joan Martínez, ha sido Mario Rivas, juvenil del año 2007 e hijo del exfutbolista Nano. En conclusión, la mezcla de tocar la fibra, una propuesta futbolística asentada (dominio de la pelota y verticalidad con Muñoz) y los mirlos que irrumpen han solucionado de momento la papeleta y mantienen al Castilla relativamente alejado de los puestos de peligro. En caso de ganar este domingo al Villarreal B en Valdebebas (15:30), el quinto puesto no será un sueño y sí una opción real. Si se pierde, volverán los fantasmas. Así es esta Primera Federación… que, pese a todo, pinta mejor de lo que parecía para Raúl, que sufrió y ahora ve la luz al final del túnel.