MANCHESTER CITY

Cuando todo le empujaba a marcharse, Pep Guardiola ofrece una nueva prueba de amor al Manchester City

La salida de Txiki Begiristain y la amenaza de una posible sanción hicieron pensar en un adiós del de Santpedor, que renovará en los próximos días hasta 2026.

Guardiola sonríe durante el último Brighton-Manchester City. /REUTERS
Guardiola sonríe durante el último Brighton-Manchester City. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

Una renovación de Pep Guardiola (53 años) jamás había despertado tanta atención como la que adelantó ayer The Athletic y se firmará en los próximos días: el de Santpedor ampliará su contrato con el Manchester City hasta 2026 y se compromete así a cumplir su décima temporada consecutiva en el Etihad. Pep nunca había enlazado tanto tiempo consecutivo en un mismo club. Duró cuatro temporadas en su Barça (2008-12), del que salió con un desgaste evidente, y tres en el Bayern (2013-16), incapaz de cumplir el reto de ganar la Champions. Al City llegó en 2016 con el objetivo de crear un proyecto a largo plazo… y su legado, filosofía de trabajo, potenciación de jugadores y títulos dan fe de que lo ha conseguido.

Hace más de una década que Guardiola dejó claro al mundo que no tiene nada que demostrar y que es, si no el mejor, uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol. Y, si no necesita más conquistas para reafirmar su estatus, tampoco precisa de seguir probando en el City que han sido él y sus métodos quienes cambiaron a la entidad: ganó la tan ansiada Champions, lleva ¡seis Premier! (cuatro consecutivas), ha consolidado a los 'skyblue' como el mejor equipo de Inglaterra en este siglo y ha moldeado al primer Balón de Oro que defiende la camiseta cityzen. Y lo más sencillo, por todo esto y más razones, parecía decir adiós.

En primer lugar, porque Pep ya ha logrado prácticamente todo lo que se puede conseguir. Además de los éxitos mencionados, ha sumado al palmarés del Etihad un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa, dos FA Cup, cuatro Copas de la Liga y tres Community Shield. La afición le venera (llevan meses solicitando su continuidad hasta en catalán), goza del total respaldo de la cúpula directiva y de la propiedad y ha exprimido el máximo a futbolistas que deben a su técnico gran parte de su crecimiento. Por si fuera poco, existe otro factor que ha pesado enormemente en las dudas de Guardiola de si alargar o no su ciclo: la salida del director deportivo Txiki Begiristain, una de sus personas de mayor confianza y que dejará el club a comienzos de 2025.

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Begiristain, de 60 años, previó junto a su familia alejarse del negocio en cuanto cumpliese los 55 y ha prolongado su etapa directiva en Inglaterra por su sintonía con Guardiola y Ferran Soriano (director ejecutivo) y por la leyenda que los tres, con un grupo de trabajadores maravilloso y plantillas de ensueño, han dibujado en el City. Su adiós supuso un pequeño palo para Pep y no ayudó precisamente a decantar la balanza a favor de continuar en Mánchester, como tampoco que sobre la entidad todavía pese una amenaza de sanción por 115 presuntas irregularidades económicas que se estudian en un megajuicio. El riesgo de descenso, por ese lado, también existe.

Además, y a nivel puramente deportivo, los mancunianos atraviesan por su peor momento de los últimos años: enlazan cuatro derrotas consecutivas, algo que no había sucedido jamás en la carrera de Guardiola, y los últimos tropiezos en Brighton (2-1) y sobre todo ante el Sporting de Portugal (4-1) han terminado de encender las alarmas. Sin Rodri, y con un Haaland no tan efectivo, el rendimiento ha bajado enteros y Pep debe buscar soluciones para que el Liverpool (a cinco puntos) no se escape en la Premier y evitar sustos en la Champions.

La coctelera, al menos desde fuera, invitaba a pensar más en un 'no' que en un 'sí', pero los que le conocen de verdad juran que su renovación no esconde otros secretos que su amor por un City al que se ha enganchado, que en Mánchester ha encontrado un lugar ideal para vivir y entrenar y que confía a ciegas en el proyecto del jeque Mansour bin Zayed. Sólo así puede entenderse que, libre para saltar del barco en junio y después de nueve cursos sobresalientes, Guardiola se sienta convencido de ir a por el décimo y que dé su palabra en el momento de mayor marejada.

Guardiola, con Haaland.  REUTERS
Guardiola, con Haaland. REUTERS

Nuevos gestores

Según la información del prestigioso periodista Sam Lee, el de Santpedor firmará hasta junio de 2026 y deja abierta la posibilidad de renovar después una temporada más. Cabe destacar, además, que, en caso de haber declinado la propuesta del City, a Pep no le hubiesen faltado novias. El técnico nunca ha ocultado que sueña con dirigir a una selección para poner el colofón a su trayectoria en los banquillos… y hubiera gozado de propuestas de combinados nacionales, equipos europeos y proyectos exóticos para continuar el camino más allá de Mánchester.

De cualquier modo, su ampliación con el City no significa un portazo a las selecciones. Tuchel sólo ha firmado con Inglaterra hasta 2026 (cuando Guardiola terminará su contrato) y Sport aseguró que Ronaldo Nazário quiere presentarse a la presidencia de la Confederación Brasileña y llevarse a Pep de entrenador después del Mundial de EE. UU., México y Canadá. Pero para eso ya habrá tiempo de hablar.

Ahora, Guardiola sólo piensa en remontar el vuelo de su City y en armar una plantilla todavía más competitiva para la 2025-26 de la mano de Hugo Viana, el 'nuevo Txiki'. El portugués, arquitecto del Sporting campeón de los últimos años, empezará a trabajar en Mánchester a comienzos de año y tendrá deberes, entre ellos la renovación de Haaland, evitar la fuga de Rodri y garantizar que no haya sobresaltos con Foden, Rúben Dias o Gvardiol. Con Pep al mando, casi todos serán más fáciles de convencer.