PREMIER LEAGUE | EVERTON 1 - ARSENAL 0

Sean Dyche contra el fútbol moderno: el hombre de hielo apacigua el infierno del Everton

Dyche debutó con los 'Toffees' derrotando al Arsenal.

Sean Dyche en su debut con el Everton./GETTY
Sean Dyche en su debut con el Everton. GETTY
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Si bien las primeras impresiones duran para siempre, lo de Sean Dyche y su Everton fue amor a primera vista. Los Toffees, atados a una de las crisis institucionales más preocupantes de su historia, llevan tiempo coqueteando con el descenso. Dyche ha sido el elegido para agarrarse a la salvación sea como sea. Y en su debut ante el Arsenal demostró que este Everton ya lleva su sello. Los gunners no perdían desde setiembre, los clarets no ganaban desde octubre.

En un fútbol moderno en el que se habla de laterales invertidos, de mediocentros que lateralizan su posición y de falsos nueves, Dyche da un golpe sobre el tablero y regresa al "ABC" de este deporte. Ni este Everton ni su Burnley, su último proyecto, tendrán la frescura de los equipos de Arteta o Guardiola. Pero tienen un ADN de equipo de autor. Sus conjuntos son férreos en defensas y prácticos en ataque: balones a la banda y centro lateral en busca de los jugadores con más centímetros dentro del área.

Un entrenador de 'pub'

Si por azares del destino uno termina alguna vez en Burnley, podrá buscar cobijo en el The Royal Dyche. El propietario de esta pub de la ciudad decidió que si el Burnley se clasificaba para Europa, cambiaría el nombre y pondría el del entrenador. Y así fue. Los clarets llegaron a las rondas previas de Europa League. Dyche es una figura de culto en Burnley.

Si hay una imagen que define a Dyche es la que se dio en el Burnley-Tottenham que se suspendió por una gran nevada. El técnico salió a inspeccionar el terreno en camisa y corbata mientras la nieve arreciaba sobre Turf Moor. Sus equipos también se reflejan en esa imagen. Y su Everton, en el que tan sólo lleva una semana, también.

Ante el Arsenal, erigió un 4-5-1 que soldó un centro del campo formado por Doucouré, Gana Gueye y Onana. En las bandas, dos extremos clásicos a pierna natural: McNeil -a quien ya tuvo en el Burnley- e Iwobi. Y en el área, los centímetros de Calvert Lewin. ¿La receta? Centros laterales y la búsqueda del balón parado.

Cuando el Everton-Arsenal dio inicio, una avioneta con un mensaje sobrevoló Goodison Park. "El club peor dirigido de la liga. Momento de de decir adiós, Bill (el presidente del club)", rezaba la pancarta. Unos metros más abajo, sobre el verde, el Everton comenzó a desarrollar su identidad.

"Si damos más de 300 pases es que no estamos siendo productivos"

Sean Dyche Entrenador del Everton

"Si damos más de 300 pases es que no estamos siendo productivos", reconoció Dyche hace algunos años en una entrevista en The Athletic. "Fútbol sentido común", le llama. Ante el Arsenal, conectaron poco más de 250 pases. Los de Arteta, quien fue nominado mejor entrenador del mes de enero, se vieron completamente superados. Fue la peor actuación en esta temporada de unos gunners irreconocibles.

Afuera de Goodison Park, miles de personas volvieron a participar en las protestas contra la propiedad del club. De hecho, los directivos no atendieron al partido (no es la primera vez que lo hacen) por motivos de seguridad. En este mercado de invierno, a pesar de la difícil situación en la clasificación, el Everton no fichó. Y no solo eso, dejó escapar a Anthony Gordon, canterano y jugador franquicia, al Newcastle a cambio de 45 millones de euros. No invirtió los ingresos en ningún jugador.

"Hay unos principios básicos que queremos trabajar: queremos creer y confiar el uno en el otro", dijo Dyche en la rueda de prensa previa al partido. Su Everton parece que lleve años trabajando con él, a pesar de que sólo lleva una semana en Liverpool. De hecho, el gol lo generaron dos viejos conocidos, dos ex del Burnley. Centró McNeil y remató Tarkowski. El "ABC" del fútbol.

El Everton está en crisis. El conjunto de Lampard fue un equipo que no transmitía nada. Y Dyche le ha dado un vuelco, ha llegado a Goodison Park con desfibrilador. Si el fútbol es un estadio de ánimo, el Everton ha pasado de estar en la lona a estar on fire. Como Dyche consiga salvar al Everton, en Liverpool más de un pub de rebautizará.