Mendilibar: "Los interiores no me interesan"
Su visión del fútbol, las claves de su juego y los problemas con los que se ha encontrado. El ex entrenador de Eibar y Alavés entre otros, charla con Relevo.
¿Qué preocupa a José Luis Mendilibar? El ex entrenador del Eibar (Zaldívar, 1961), uno de los equipos más estimulantes que ha visto LaLiga los últimos años, lleva más de ocho meses sin cargo después de asumir el puesto en el Alavés a mitad de temporada y no poder revertir su mala dinámica. Cuando le digo qué le preguntaría a otro entrenador, no duda ni un segundo en responder: "¿Cómo entrarías en un equipo a mitad de temporada? Yo he entrado dos veces. En una estuve tres años y en la otra pocos meses." Dejamos para el siguiente invitado la respuesta.
El técnico vasco acude a Relevo para ver la final del Mundial rodeado de más entrenadores y aprovechamos para charlar de su gran pasión: el fútbol. Mendilibar es un entrenador que rehúye de lo complejo, que persigue la sencillez en un deporte cada vez más robotizado. Cada reflexión suya es un centro al área que busca remate; apenas hay pases en horizontal. "Quiero finalizar, no jugar para tener solamente la pelota. Me gusta el fútbol agresivo, que busca atacar siempre y que se juega en campo contrario." Su ideario lleva siendo así desde que empezó en preferente, hace 30 años. El fútbol cambia, él mantiene sus creencias.
Venimos del Mundial en el que hemos visto a España tener problemas para jugar por dentro. ¿Es cada vez más complicado ver el jugador creativo?
Ahora la zona del mediapunta se pide ocupar por dos interiores en un 4-3-3. A la España de Del Bosque y Luis Aragonés y al Barça de Guardiola les fue bien, y de repente parecía que todos teníamos que cambiar a eso. Yo creo que un interior tiene que poder jugar de mediapunta, porque es recibir para girarse y encarar. A mi eso de volver a tocar hacia atrás una vez has superado una línea rival… me chirría. Quiero jugadores que puedan encarar.
Nunca ha usado interiores, y desde hace tiempo tampoco mediapuntas.
Desde David Silva (Eibar) y Víctor Rodríguez (Valladolid) no los uso más allá de algo puntual. No porque no quiera, ¡porque no los encuentro! Silva tenía poco gol, pero te daba una cantidad de últimos pases increíble, y Víctor sí tenía esa pegada. A mí es que los interiores no me interesan. Tener a dos jugadores que no meten muchos goles, que no defienden demasiado y que parece que están pero aparecen para cosas bonitas no me interesa.
"Un interior tiene que poder jugar de mediapunta (...) eso de recibir y volver a tocar atrás me chirría"
EntrenadorEn el Eibar a veces usaba a un jugador como Jordán, que en el Sevilla terminó jugando más abajo. ¿Qué buscaba?
Él no estaba cómodo de mediapunta. Le costaba girarse y prefería ir más atrás. Tenía un gran golpeo que tratábamos de aprovechar, porque quiero que cuando hay un centro lateral, uno de mis dos mediocentros cargue el área y el otro se acerque para ganar la segunda jugada. Si no jugamos con doble punta, el mediapunta tiene que ir. No quiero que el rival gane el rechace.
Para usted, el fútbol es constante movimiento, un remolino de situaciones que se suceden casi sin freno. Cuantas más cosas pasen, mejor. Durante sus cinco temporadas en Ipurúa, el Eibar lideraba la liga a la hora de permitir el peor porcentaje de acierto en el pase a sus rivales.
Los riesgos los tomas siempre, defiendas a 60 metros o a 30. Hay que saber qué riesgos son más comprometidos, pero yo prefiero que todo pase lejos.
Su idea siempre ha sido la misma. ¿Nunca ha dudado?
Jamás. Jugar por fuera, sacar el balón rápido al lateral o al extremo y centrar rápido sin esperar a llegar a línea de fondo. Escucho a comentaristas decir que el 4-3-3 tiene superioridad en el centro del campo contra el 4-4-2. ¡Cómo si esto fuese un futbolín! El fútbol es movimiento. Si defiendo en 4-4-2, mi extremo de lado contrario cerrará para ayudar al mediocentro y uno de mis delanteros bajará para ayudar. Si hay una superioridad, significa que yo también la tengo en otro lado.
Aunque a usted no le gusta que sus extremos bajen demasiado. Su Eibar era el equipo que más tiempo presionaba en campo rival.
Es que si le digo a mi extremo que baje 70 metros persiguiendo al rival, cuando la recuperamos ve la portería lejísimos. ¡Esto deprime al jugador! ¿Para qué están mis mediocentros? Para bascular. Igual que mis centrales. En el fútbol de hoy veo muy pocos centrales que hagan coberturas. Se defiende solo el área. Yo no quiero defender el centro lateral, quiero evitar que centren.
Ha visto todas las caras del mundo del fútbol. Cinco cursos en el Eibar, pero también ceses en el Levante y Athletic en el mes de octubre tras haber empezado esa misma temporada. Aún así, el estilo es incuestionable. ¿Se arrepiente de algo?
Cuando llegas a un club que tiene un estilo muy defensivo, tú quieres cambiar las cosas, y a veces no tienes tiempo o no sabes hacerlo. Tienes que adaptarte, que el cambio sea más paulatino y cuando veas que la gente está más acostumbrada, hacerlo. A veces me he equivocado.
¿Le ha costado cambiar de mentalidad a equipos a los que ha llegado?
Mira, cuando llegué al Levante traté de cambiar un estilo más defensivo, llevaban tiempo así. Los jugadores se sentían cómodos defendiendo atrás, más replegados. Yo les decía 'si el mejor ha sido vuestro portero, que lo acaba de fichar el Real Madrid, no habéis defendido tan bien'. A veces cuesta. Con el Eibar puntuamos contra Barça o Madrid sin renunciar a nuestra idea. Es verdad que nos han metido seis goles, pero estaba convencido que defendiendo nuestra área igual perderíamos 2-0, pero íbamos a perder. Por una semana no renunciaré a mi estilo, porque mis jugadores dejarán de creer.
De hecho, la mayoría de jugadores de banda del Eibar jugaban a gran nivel ante equipos como Real Madrid o Barça. ¿Les beneficiaba ese estilo?
Me hace gracia que cuando el rival tiene a un extremo muy bueno y tu lateral es muy ofensivo y precisamente lo bueno que tiene es eso, que dobla, que provoca que se ataque mucho, le limites y no le dejes hacer lo que sabe. Le vas a quitar lo bueno de él, porque en defensa es más flojo y va a sufrir.
¿Es fácil convencer al futbolista?
El jugador necesita pruebas. Ver que lo que dices en el vestuario y entrenamientos, sirve. En un partido de pretemporada se tiene que ver lo que estás explicando, porque aunque les seduzca lo que les propones necesitan ver que funciona para lanzarse de cabeza a la piscina.
¿En sus ataques, prefiere calidad o cantidad? Sus equipo buscan constantemente el juego directo y el centro al área.
Cantidad. Si meto 15 centros al área sé que no los remataré todos, puede que solo cuatro de ellos. Pero si de los 11 restantes gano siete rechaces estando cerca de la jugada, defendiendo hacia adelante, ya son 12 ataques de los 15 intentados. Parece que si no es un centro a la cabeza de alguien es rifarla, igual que cuando despejas. No todos podemos defender con balón; para eso se necesita mucha calidad.
"No todos podemos defender con el balón; para eso se necesita mucha calidad"
EntrenadorCon Dmitrovic, el Eibar era el equipo que más largo jugaba de toda La Liga con el portero. ¿Están mal vistos los pases en largo?
Es que se ve como un pelotazo y no lo es. Hay que ganar esa jugada y cuando la bajas empiezas a jugar. ¡Que no puedes pegar un pelotazo desde ahí porque el campo se acaba! Una vez la bajas, buscas soluciones y juegas al fútbol. No me gusta dar 40 pases, quiero llegar y llegar.
Cuando hablo de duelos, frunce el ceño y sonríe. Noto que quiere matizar algo de lo que estoy comentando.
No me gusta hablar de duelos, porque eso significa que no has podido anticiparte. Más que duelos, lo que busco es anticipación, el saber dejar en fuera de juego al rival. Esa sapiencia.
Y nadie la ha reflejado mejor que el único jugador del que se acuerda de su cumpleaños: Iván Ramis.
Ramis ha sido el central más lento que he tenido, pero a la vez con el que más lejos he defendido. Era muy bueno. Siempre decía que si Ramis jugaba entre 18 y 20 partidos íbamos a salvar la categoría, porque nos daba mucho. El único año que no jugó esa cifra de partidos bajamos. Algún día tenía que dejar de funcionar porque ya tenía una edad y se lesionaba mucho. Nos dio la vida.
Ramis renovaba siempre año a año. ¿Tenía problemas para que renovara?
Era una pelea a la hora de renovar, porque ellos me decían que se lesionaba mucho y yo les decía que me daba igual. Si teníamos cuatro centrales, uno tenía que poder jugar 35 partidos, el otro 28, otro 20 y otro 8. Tienen que estar de puta madre según el número de partidos que tengan que jugar. No vamos a renovar al que ha jugado 35 solo porque los ha disputado, puede que haya jugado porque hay otro lesionado. En cambio, si el que juega 18 está bien… eso nos daba Ramis.
Algo que le obsesiona es el ritmo, que se juegue constantemente. ¿Le daba rabia cuando sus equipos hacían falta?
Sí, no me gusta que hagan falta porque eso le da una ventaja al rival. Les das la pelota y te la pueden meter en tu área o volver a jugar. Aunque quienes más hacían esa falta eran los delanteros, los cabrones. Las hacían para no seguir corriendo, preferían cortar la jugada antes que bascular. La falta del vago.
¿Se puede hacer algo para que se juegue más tiempo al fútbol? En el Mundial hemos visto añadidos muy largos.
Partimos de la base de que todos somos unos tramposos, que cuando vamos ganando nos echamos al suelo. En la Premier no pasa tanto. Escuché al jefe de los árbitros de FIFA decir que la gente quería ver más fútbol. No, lo que queremos es ver buen fútbol. Si añades ocho minutos es que hemos estado parados. Quiero ritmo.
¿Pueden hacer algo los árbitros?
No entiendo que en un córner avise a los jugadores de que no se pueden agarrar, o antes de un penalti recordándole al portero que no se adelante. ¡Si es que ya lo saben! ¿Cuánto hace que no se sacan faltas rápidas? Entre el spray, la barrera… no hay continuidad. Pido eso, no 15 minutos más de juego. Y eso lo pueden dar los árbitros.
¿Le gustaría entrenar en Inglaterra? Habla del ritmo que tiene la Premier.
No lo veo, primero porque mi inglés no va a ningún lado. Tienes que ser muy bueno y haber estado en grandes equipos; si no, te hacen el examen de inglés antes de ser entrenador. ¿El idioma del fútbol es universal? ¡Una leche! Si yo hablo ruso y tu portugués y hablamos de fútbol, no nos entenderemos. El traductor te ayuda, pero no lo hace con el mismo énfasis que pones tú. El jugador te tiene que entender y le tienes que explicar las cosas a tu manera, no a la del traductor. Sé que es muy difícil que vaya al fútbol inglés.
¿Tiene muchas ganas de volver a entrenar? En anteriores entrevistas dijo que tenía mucho gusanillo por volver.
Estoy muy tranquilo. El año pasado estaba con ese mono de entrenar, pero este año ya no lo tengo. Estoy viendo mucho fútbol, más que antes, pero más tranquilo. Sé que si esta temporada no volvemos a entrenar, tenemos que hacerlo ya en verano porque no podemos estar otro año parados. Igual la elección es peor, eso no se sabe nunca.
¿Ha tenido ofertas?
Algún equipo ha salido, pero hemos dicho que no. No por nada en concreto, pero la experiencia con el Alavés nos ha servido de aprendizaje. Fíjate, con 60 tacos yendo a entrenar al Alavés pensando que tienes un buen equipo, jugadores que se adaptan a tu idea y no sale. Aprendiendo todavía con mi edad. Creo que la pandemia ha hecho mucho daño a algunos clubs. El Eibar y el Alavés son dos de ellos.
¿Con qué partido se queda de todos los que ha dirigido?
Con un Poli Ejido-Valladolid en Segunda. Entré tranquilo al vestuario, y eso que normalmente no entro así. Si vas perdiendo 2-0 entras de mala leche, pero en aquel partido estaba tranquilo. Les dije: 'Tranquilos, chavales, que si seguimos jugando así, ganaremos'. Ganamos 2-3. Ese partido nos dio la fuerza y vitalidad para creer que podíamos ganar y ascender.