EL FÚTBOL DE 'MENDI'

Con el 80% de posesión no puedes hacer los mismos remates que el rival, que solo tiene el 20

Luis Enrique, durante el partido contra Japón. /EP
Luis Enrique, durante el partido contra Japón. EP

Para todos los años que llevo en el banquillo no me he enfrentado mucho a los equipos de Luis Enrique. Cinco veces. Y no gané ninguna, para qué esconderlo. Además, estando en el Levante en la temporada 2014-15, me destituyeron después de un partido contra el Real Madrid que perdimos en casa (0-5). Pero cuatro jornadas antes, el Barça de Luis Enrique nos había ganado también en el Ciutat de Valencia por el mismo resultado, así que entre uno y otro me mandaron para casa.

Con el Eibar tampoco pude sacarle ni un empate a Luis Enrique y nos dieron bastante caña en cuanto a resultados. Lo normal. Su Barcelona era muy superior a nosotros. Sus equipos siempre han sido como es ahora la Selección española. Es un técnico que no renuncia a sus ideas. Le gusta tener el balón, dominar, ser protagonista, pero también ser profundo, perpendicular, buscar la portería contraria. El partido contra Japón fue extraño. Tampoco es cuestión de seguir dándole vueltas a lo que pasó. Mi experiencia me dice que en derrotas como esta, tampoco te tienes que obsesionar. A los jugadores no les gusta ver el partido repetido para que puedan ver lo que hicieron mal. Yo siempre suelo verlo y les comento cuatro o cinco cosas. Es mejor ya pensar en el siguiente, que nunca es igual que el anterior. Reconozco que olvidar no es fácil, pero hay que seguir y Luis Enrique va a tener cinco días para conseguirlo.

Lo que sí me llamó la atención fue que el equipo tuvo mucha posesión, más del 80 por ciento. Sin embargo, solo remató cinco veces a puerta. Las mismas que Japón, que no había tenido casi nada el balón. Eso no es normal. Yo soy más de sensaciones que de datos. Mis ayudantes lo saben, pero afortunadamente casi siempre ambas percepciones van unidas. Lo que ves en el campo se ratifica luego con lo que te muestran las estadísticas.

Me parece bien, por supuesto, querer ser un equipo dominador, pero si lo eres, las ocasiones de gol tienen que tener una relación directa con ese dominio casi absoluto que tienes del partido. Sobre la polémica creada con la salida del balón desde atrás con el portero, hay que respetar las ideas de cada entrenador. Por ejemplo, a mí me puede achacar que arriesgo mucho apretando tan arriba, pues es lo mismo que arriesgar atrás... bueno a lo peor es un poquito más arriesgado lo segundo que lo primero.

Porteros

No soy contrario a que el portero juegue cada vez más con los pies y ayude al equipo, pero a mis preparadores lo que les digo es que se entrene sobre todo los blocajes. Quiero que mis guardametas cojan el balón. No den opciones a una segunda jugada. Eso es lo que más me preocupa, las segundas opciones. Y luego si Fulanito juega bien con los pies, se debe aprovechar, pero hay que utilizar esa cualidad para jugar en corto y en largo. ¿Por qué solo en corto? Si tienes un buen desplazamiento de balón y precisión para ponérsela al compañero en el campo contrario, ¿por qué no la vas a poner? A mí, realmente, lo que me gusta es que mis porteros bloquen el balón y luego lo saquen largo con la mano al lado contrario de por donde ha venido la jugada anterior. La mano siempre será más segura que el pie para ese desplazamiento que te permita comenzar tu acción ofensiva.

Coincido con lo que el otro día expresaba Del Bosque en Relevo. ¿Los riesgos que corres en tu área se materializan luego en goles de tu equipo? ¿O esos riesgos lo que hacen es que corras más peligro en la tuya? Sobre eso no hay vuelta de hoja. No me da la sensación de que Unai esté sufriendo mucho por tener que jugar con los pies todos los balones. En el Athletic, tanto antes con Marcelino como ahora con Valverde, es verdad que juega más en largo y además con precisión, pero creo que Luis Enrique le ha convencido de lo que tiene que hacer. Desde la distancia, es una de las cualidades que más valoro en el técnico. Se ve que tiene poder de convicción.

Alemania y Musiala

El balance de la primera fase del campeonato, me deja tres apuntes claro. El primero pasa por Alemania y Musiala. Los germanos no han merecido quedar eliminados. En todo momento se han mostrado como un equipo que ha querido siempre ganar y, salvo contra España, en algunos momentos, ha sido mejor que sus rivales. De Musiala solo puedo decir que me está pareciendo el mejor jugador del Mundial hasta ahora. Es un futbolista muy completo. Le había visto con el Bayern más en la fase ofensiva, pero ahora me he dado cuenta que también trabaja atrás. Tiene regate, remate, llegada, pase... Va a ser un grande. En la comparación que se hace con Bellingham, hoy por hoy, me quedo con el alemán.

Polonia y Lewandowski

Los polacos han sido todo lo contrario que los alemanes. No me gustan los equipos que solo salen a defenderse, sin pensar en que pueden hacer un gol en un momento determinado y que luego intentan reaccionar cuando ya van perdiendo. Me pongo en el caso de Lewandowski y no sé qué pensará el pobre hombre. No le han dado ni un balón para poder hacer gol. El razonamiento de pensar que como no tenemos buenos jugadores, o somos inferiores al rival, es mejor esperar... y luego. Ese luego, después, no llega nunca.

Collina y los árbitros

Y un apunte final. Escuché el otro día a Collina, el jefe de los árbitros, decir que la gente quiere ver más fútbol y por eso se alargan los partidos diez minutos. No, lo que el aficionado quiere ver es mejor fútbol. Si das 15 minutos más es porque ha habido tantas interrupciones del juego, tantas charlas de los árbitros con los jugadores para explicarles lo que ellos ya saben porque ya se lo han explicado, que el partido no ha tenido la continuidad que debe tener. Lo que hay que hacer es ayudar a que el juego tenga más ritmo, menos paradas, menos charlas, que las faltas y los saques de banda se saquen rápido y que no haya que esperar al dichoso spray.