España se encomienda a Pedri para luchar contra los hongos, el miedo y una maldición
El canario tirará del carro de la Selección, que necesita ganar a Suiza para no comprometer su clasificación a cuartos. El césped será otro enemigo.
Ginebra (Suiza).- La tercera ciudad más cara del mundo amaneció este domingo rociada por una lluvia incesante. Si las cámaras pudiesen colarse en el lujoso Mandarin Oriental, el hotel que cobija a la Selección a 700 euros la noche, seguramente hubiesen captado la preocupación de Luis de la Fuente al mirar por la ventana: el césped será el gran enemigo de España en su duelo de esta noche con Suiza (20:45, La 1) y el agua sólo dejará al descubierto los parches de la Asociación local por evitar el ridículo.
El grupo comprobó ayer de primera mano, en el entrenamiento, que en un rondo en el Stade de Genève se detectan tantas calvas como en un paseo por Estambul. Tres clases distintas de hongos han atacado al terreno de juego en las últimas semanas y su estado, malo, ralentizará el ritmo de balón de una España que necesita velocidad para generar. El técnico se mostró resignado: "Nos han dicho que está mejor que hace unos días; imaginaros…". Como la exploración de soluciones (cambiar el tapete por unos 650.000 euros o llevar el partido a Basilea) no fructificó, a la Roja no le quedará otra que adaptarse y cruzar los dedos.
Ese es otro de los miedos: las lesiones. De la Fuente demostró su agotamiento con el asunto y la expedición se quedó tocada esta semana con el grave percance sufrido por Oyarzabal en Belgrado. El delantero de la Real causa baja y a la lista de ausencias se suma Dani Olmo, que también se llevó un fuerte golpe ante Serbia y presenta una contusión seria en la rodilla. Si a estas alturas, con 43 caídos en LaLiga en cuatro jornadas, los futbolistas ya sienten pánico a hacerse daño, el patatal de Ginebra no ayudará a que se despojen del temor a volver K.O. a las disciplinas de sus clubes. Hay especial interés en ver qué decide el entrenador con Lamine Yamal: fue el único atacante que completó los 90' en el Pequeño Maracaná y le cosieron a patadas. El Barça reza porque descanse. Hoy hace un año que se estrenó con la Absoluta.
Cierta importancia
El choque de hoy, en cualquier caso, es relativamente importante para España, que empezó su andadura en el Grupo A4 de la Nations League con un empate (0-0) y se complicaría la vida en caso de caer este domingo en territorio helvético. Cabe recordar que la Selección defiende corona en ese torneo y que comparte liguilla con Dinamarca, Serbia y Suiza; los dos primeros accederán a los cuartos de final de marzo y los vencedores de dichas eliminatorias pasarán a una Final Four que se jugará entre el 4 y el 8 de junio. Una victoria en Ginebra allanaría el camino y permitiría acudir sin presión a la ventana de octubre.
El cuerpo técnico, eso sí, planea hacer rotaciones y mover el árbol. El líder de España será Pedri: en Belgrado no inició ante la imposibilidad de juntar a todos los artistas, pero en Suiza gozará de una oportunidad ideal para reivindicarse desde el inicio. Está en un momento de forma extraordinario (golea y vuela a las órdenes de Flick) y partirá desde la mediapunta, su posición favorita. De sus botas debe brotar el fútbol de la campeona de Europa. Por lo demás, De la Fuente examina todavía a esta hora a quién elegirá como '9' (faltan Morata y Oyarzabal; puede repetir con Ayoze, apostar por Joselu o adaptar a Ferran) y qué hace con Rodrigo, que no ha disputado ni un solo minuto con el City desde que se lesionó en la final de Berlín.
El mediocentro es el capo de la Roja y se ha entrenado a máxima intensidad, pero, después de casi dos meses sin participar, puede sonar arriesgado que aparezca en el once. Lo decidirá el futbolista. Raya se mantendrá en la portería y Mingueza y Pepelu, las novedades de la convocatoria, apuntan al banquillo y a esperar su debut en la segunda mitad. Cuesta pensar que la base defensiva (Carvajal, Le Normand y Laporte) se vaya a mover. Grimaldo sí cuenta con opciones de desbancar a Cucurella después de revolucionar la cita de Belgrado.
El rival, Suiza, no da pavor si uno se ciñe al análisis sesudo de su plantilla. Falta su mejor hombre, Xhaka, sancionado, y el central Elvedi también vio la roja en la derrota contra Dinamarca (2-0) del jueves. Ese resultado les hace llegar apretados. El cambio generacional también resulta evidente (después de la Eurocopa se retiraron Sommer, Schär o Shaqiri) y las lesiones se cebaron antes con pilares que faltan, como Ndoye y Okafor. El respeto aumenta cuando se comprueba que en la Euro maravilló (alcanzó los cuartos y perdió a penaltis con Inglaterra), que mantiene una misma idea de fútbol asociativo y vertical desde hace años y que también cuenta con piezas como Kobel (el mejor portero de la última Champions con el Dortmund) o Akanji (central del City) que le convierten en un muro difícil de superar.
El poderoso Zakaria, del Mónaco, se postula para cubrir a Xhaka. Y arriba cuentan con Embolo, una pesadilla para España en los duelos recientes y que ya dejó buenas sensaciones en el último Gamper. Pedri, Lamine y compañía le tomaron la matrícula. Los expertos apuntan otros dos nombres: Amdouni, un joven '9' que acaba de fichar por el Benfica, y Aebischer, polivalente mediocentro del Bolonia que hoy partirá como carrilero zurdo pese a ser diestro. No parece mal material para un país en el que, como reconoce Fabio Celestini a Relevo, todos quieren ser banqueros y no futbolistas porque se gana más dinero: "Es una dinámica cultural, de vida; aquí hay menos diferencia entre el que cobra normal en la calle y un jugador promedio".
Malos recuerdos
Aunque el balance en Suiza favorezca claramente a la Selección (no ha perdido en sus 11 visitas), mencionar a la Nati favorece que se incremente la sensación de pesadilla. Los helvéticos ya ganaron a España en la primera jornada del Mundial de Sudáfrica y habitualmente le complican la vida a la Roja: empataron otro amistoso en La Cerámica (1-1) justo antes del infausto Mundial de Rusia, en la primera edición de la Nations arrancaron otra igualada en Ginebra (1-1) y el último precedente, en la pasada Nations, se saldó con un 1-2 favorable a los de Murat Yakin en La Romareda. Huele a maldición.
⚔️ Una nueva batalla aguarda.
— Selección Española Masculina de Fútbol (@SEFutbol) September 7, 2024
🏟️ El Stade de Genève será su escenario.
🇪🇸 La 𝗰𝗮𝗺𝗽𝗲𝗼𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗘𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮 vuelve a escena.#VamosEspaña | #NationsLeague pic.twitter.com/zLh5GHQtSy
Para ahuyentar los fantasmas España vestirá de amarillo, como en Belgrado y en el triunfo de la Euro ante Albania, y colocará a dos ilustres en la grada: Juanfran García (11 veces internacional) e Ito (una) acompañan al equipo como parte del acuerdo con Leyendas España. Robert Sánchez y Cucurella, que visitaron Ginebra hace poco para jugar Conference con el Chelsea, saben lo que le espera a la Selección con el tapete. Pita el bosnio Irfan Peljto y Carvajal, Le Normand, Lamine y Ayoze están apercibidos: si ven una amarilla se perderán el choque del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, contra Dinamarca en Murcia. A sus clubes, quizá, les haría más gracia que a De la Fuente.
Alineaciones probables:
Suiza: Kobel; Widmer, Ricardo Rodríguez, Akanji, Omeragic, Aebischer; Zakaria, Freuler; Rieder, Embolo y Rubén Vargas.
España: David Raya; Carvajal, Le Normand, Laporte, Grimaldo; Rodrigo, Fabián; Lamine Yamal, Pedri, Nico Williams; y Ayoze.
Árbitro: Irfan Peljto (Bosnia-Herzegovina).
Estadio: Stade de Genève, con capacidad para 30.084 espectadores. Se esperan unos 23.000, 1.100 de ellos españoles.