El invisible caso Rodri pasa desapercibido en Mánchester... pero pone a todos en alerta

Ginebra (Suiza).- Luis de la Fuente, un tipo risueño y jovial, compareció con cara extraordinariamente seria en la víspera del Suiza-España de mañana (20:45, La 1). El gesto se le torció aún más cuando comenzó el carrusel de preguntas sobre la lesión de Oyarzabal, la cantidad de caídos en este parón y si correrá riesgos con Lamine: "Nosotros no decidimos el calendario. Somos víctimas, no responsables. Hay bastante hipocresía". Aunque en España preocupen especialmente asuntos como el de Yamal (en Serbia ya completó los 90' y le cosieron a patadas), en la Selección hay un caso invisible que resulta llamativo: el de Rodri Hernández.

El cerebro de la Roja se lesionó en la final de la Eurocopa y Zubimendi le relevó al descanso. Esa noche, ante Inglaterra y con 5.600 minutos encima, petó: se rompió el isquio. Era con diferencia el futbolista más cargado de la Selección y uno de los que más de todo el planeta. Había, además, levantado la voz contra un calendario infernal y que le obligó a disputar 50 partidos con su club y 13 con España en la temporada 2023-24. Su cuerpo pedía parar y le envió una señal. Y desde aquella noche mágica en Berlín no ha vuelto a jugar.

El City respetó sus tiempos, le mimó y le invitó a no darse prisa en regresar. Quieren que, cuando lo haga, lo haga de verdad, sin molestias y preparado para un curso larguísimo. Su compañero De Bruyne avisó ayer de la locura de fechas desde la concentración de Bélgica: "Acabaremos la Liga, tendremos el Mundial de Clubes y tres semanas después empezará la Premier. Esto es insostenible, inviable". De hecho, Rodri no entró ni en la convocatoria para la final de la Copa de la Liga contra el United ni en la de las dos primeras jornadas. La tercera, la victoria ante el West Ham (1-3), la vivió desde el banquillo y sin arriesgar. Sin embargo, De la Fuente le citó el día anterior para los duelos frente a Serbia y Suiza de este parón.

El mediocentro se ha ejercitado con normalidad durante esta semana, aunque, como informó Roberto Morales en El Partidazo, todavía arrastra unas molestias en su delicada cadera que le impiden estar al cien por cien. De la Fuente repitió este sábado que el madrileño se encuentra "perfectamente": "Siempre priorizamos la salud del futbolista. Rodri está entrenándose y en algún momento tendrá que empezar a jugar partidos, sea aquí o con su club. Si entendemos que mañana tiene que arrancar de inicio, arrancará sin ningún riesgo. Luego, en el fútbol, nunca se sabe".

Lejos del jaleo que se ha montado en Donosti con el esguince de Oyarzabal y de las críticas en Barcelona por la supuesta sobrecarga de Lamine (avivadas por el golpe que se llevó Olmo en Serbia), desde Mánchester observan sin demasiada inquietud lo que ocurre con Rodri. "La verdad es que aquí no se ha hablado de ello. Ni siquiera he visto que se mencione como tema de conversación entre los aficionados, la verdad", cuenta a Relevo el reputado periodista Sam Lee, de The Athletic y pegado a la actualidad de la entidad inglesa.

"Supongo que al City no le habrá gustado, porque Rodri es una pieza esencial y le necesitan, pero Guardiola no se ha referido públicamente a este asunto. Eso sí, suele hablar de que las selecciones tienen mucho poder y que convocan a los jugadores aunque estén lesionados", asegura otra informadora que sigue al City en un diario británico. "Realmente no creo que se esté hablando de eso aquí, en absoluto", añade Jamie Jackson, de The Guardian.

El ex del Atleti no participó en Serbia por sanción (le castigaron con un partido por sus cánticos de "Gibraltar es español" en la celebración de la Eurocopa) y mañana puede volver al once. A De la Fuente, cosa curiosa, pareció escurrírsele que no jugará de inicio… aunque después lo matizó. "¿Si estoy contento de que no esté Xhaka (mediocentro suizo)? Más contento estará el entrenador rival de que no jueguen Rodrigo o Álvaro (Morata)... Matizo: donde dije Rodrigo quería decir Mikel Oyarzabal", corrigió después entre las risas de los presentes.

En cualquier caso, el cuerpo técnico no correrá riesgos pese a que el choque, tras empatar en la primera jornada del grupo, se considere importante. Hay otro factor que aumenta la preocupación y las posibilidades de magulladuras: el césped del Stade de Genève es un patatal. Los hongos han afectado seriamente al terreno de juego y el mal estado del tapete llevó a la Asociación Suiza de Fútbol a plantearse cambiarlo; el precio, unos 650.000 euros, les echó para atrás. Y, aunque se estudió trasladar la cita a Basilea o la capital Berna, se prefirió mantener la sede habitual de los compromisos de la selección.

Todos estos condicionantes animan a mantener la cautela y priorizar la salud de los jugadores. Oyarzabal ya ha iniciado su recuperación y el último en caer ha sido Olmo, que causará baja ante los suizos por una fuerte contusión en la rodilla. Rodrigo, capitán y con peso, tiene galones de sobra para decidir si participa y cuánto o si sólo ha venido a esta concentración por su ascendencia en el grupo y para ayudar a los nuevos. Que recayese sí podría encender las alarmas en un City que, de momento, se mantiene al margen.