La diferencia entre Catar y Arabia que se debate entre los futbolistas y supone un hándicap para Joselu

La carrera en la élite de Joselu (34 años) se apaga. El exdelantero del Real Madrid decidió hace cinco meses abandonar Europa para disfrutar de una liga de tercera categoría como la de Catar y este viernes se ha salido por primera vez de los planes de Luis de la Fuente. El seleccionador había contado con él en sus 10 convocatorias anteriores y ahora le deja fuera para hacer hueco a Samu Omorodion, el nombre del momento y que suma 15 goles en 16 partidos esta temporada entre el Oporto y la Sub-21. Joselu lleva seis en 14 con el Al-Gharafa y uno en cuatro con la Selección.

El riojano ha tomado decisiones de calado para elaborar su lista y habló de "futuro" al ser preguntado por la ausencia de Joselu y el 'fichaje' de Omorodion: "Joselu está bien, es uno más; pero, de igual manera que en su momento tuvo él la oportunidad, ahora es el momento de dársela a jugadores que se lo han ganado. Tenemos que ampliar la mirada". Así las cosas, parece difícil que el '9' que guio el camino a la Decimoquinta con su doblete al Bayern vuelva a vestir la camiseta de España en algún momento. El siguiente parón será en marzo, cuando se disputen los cuartos de la Nations League, y el siguiente en junio, para una hipotética Final Four. De la Fuente mira tanto a esos compromisos como al Mundial 2026 y se vislumbra como casi imposible que Joselu siga vigente para la cita de EE. UU., México y Canadá. Entonces, y si nada cambia, tendrá 36 años y llevará dos campañas completas lejos de las grandes ligas.

El seleccionador no descarta a nadie por competir en un torneo menor, véase el caso de Laporte, pero es una evidencia que las opciones se reducen y que al staff, que sigue todos y cada uno de los partidos de los futbolistas potencialmente seleccionables, no se le escapa que los ritmos, organización táctica y calidad técnica de los encuentros de la Qatar Stars League se encuentran a años luz de lo que exigirán Dinamarca (15-N) y Suiza (18-N) en este parón. Joselu apenas contó en la Eurocopa, se salvó de la quema en septiembre (suplente contra Serbia y gol en Ginebra) y repitió con acierto en octubre, pero ni su buen rendimiento y cifras en las dos anteriores ventanas le sirven para quedarse e imponerse al pujante Samu.

En la Selección colocan sobre la mesa otro aspecto importante para diferenciar casos como los de Laporte (30 años y en Arabia) y Joselu: no es lo mismo, aunque lo parezca, jugar en la liga saudí que hacerlo en Catar. Sin contar la Saudi Pro League con el vértigo de la Premier ni por asomo con la organización defensiva y posicional de LaLiga, el nivel de la competición es muy superior al de la catarí y los partidos entre los equipos gordos (Al-Hilal, Al-Nassr, Al-Ahli…) sí permiten adivinar virtudes, defectos e intenciones en un contexto similar al de torneos como el portugués o el neerlandés. O al menos así lo entienden en el cuerpo técnico de De la Fuente.

Si Arabia ha conseguido reclutar a estrellas en ciernes capacitadas para destacar en casi cualquier equipo Champions (Moussa Diaby o Simakan), a jugadores consolidados en Europa y en buenas edades (Ivan Toney, Rúben Neves, Milinkovic-Savic, Malcom, Mitrovic, Cancelo, Fabinho…) y a cracks aún con fútbol (Neymar, Cristiano, Benzema, Mané, Brozovic…), el futbolista con mayor valor de mercado de la Qatar Stars League es Mohamed Camara, un pivote del Al-Sadd que se formó en el Salzburgo y acabó la temporada pasada como suplente en el Mónaco. El segundo es Benjamin Bourigeaud, ex del Stade Rennais. Ni punto de comparación.

En un caso similar al de Joselu se halla David García, un central muy del agrado del seleccionador y que se convirtió en una de sus apuestas personales desde que accedió al cargo en diciembre de 2022. Le hizo debutar, lo convocó para la Final Four de la Nations League y le hubiese tenido seriamente en cuenta para la Eurocopa de no haberse lesionado, pero desde que abandonó Osasuna para firmar un contrato millonario en el Al-Rayyan ha desaparecido por completo de la idea de los técnicos. Con la baja de última hora de Cubarsí, con una herida en la cara que todavía debe cicatrizar, ni se valoró la opción de llamar al navarro. El elegido fue Paredes y hasta Zubeldia (Real) o Mario Gila (Lazio) hubiesen gozado de mayores posibilidades.

Hay otra realidad: la diferencia de competitividad entre Arabia Saudí y Catar o Emiratos Árabes es un factor diferencial para los jugadores (y lo razonan y debaten entre ellos) a la hora de elegir destino. Los que optan por el dinero saudí saben que van allí a competir de forma más o menos seria, que los estadios se llenan, que en los grandes hay presión y que media docena de equipos, además de pelear por el título, parten con la obligación de pelear por una de las tres plazas que dan derecho a clasificarse para la Champions Asiática. Además, los desplazamientos de una punta a otra del país son frecuentes (tiene más de dos millones de kilómetros cuadrados de superficie y de Riad a Yeda hay 1.000 km) y entrenadores de la talla de Jorge Jesus, Laurent Blanc, Stefano Pioli, Vítor Pereira o Míchel, que se juegan su prestigio y el engrosamiento prolongado de sus cuentas, no regalan ni un esfuerzo. No es Europa, pero tampoco una pachanga.

En Catar, con una extensión similar (11.571 km²) a la provincia de Soria (10.306), los equipos se desplazan en autobús y sin abandonar Doha, la exigencia social es mínima, las estructuras de los clubes resultan pobres y a los europeos "se les percibe como semiDioses", cuenta una fuente de la liga, que no necesitan dar su 100% para marcar diferencias. Y, sin llegar a las cifras de Arabia, futbolistas del caché de Joselu o el gaditano Luis Alberto (juega en el Al-Duhail) también perciben salarios astronómicos. En Catar hay otros 12 españoles: Rodrigo Moreno, David García, Rafa Mujica, Cristo González, Rodri Sánchez, Erik Expósito, Sergio Rico, Javi Martínez, Simo Oufrir, Marc Muniesa, Simo Keddari y Jaime Pombo. Sólo Egipto (16) aporta más extranjeros.

El descenso de nivel ha pesado a Joselu y le aleja de la Selección, la única ventana que le mantenía aferrado al fútbol de primerísimo nivel. La competencia es altísima, con Morata, Oyarzabal y Ayoze afianzados y la irrupción de Samu, y noviembre ha sido el parón en que su '9' busca nuevo dueño. Sólo las lesiones o que acelere en la Qatar Stars League (y seguramente ni así) podrán empujarle de nuevo a la Roja e impedir que su contador de internacionalidades y goles se frene en 16 y 6, unos números nada desdeñables y que refuerzan una trayectoria de tronío desde que dio sus primeros pasos entre el Celta y Valdebebas.