Simo Keddari y cómo irse a Catar con 19 años: "Al principio fue difícil tomar la decisión"

Simo Keddari (Terrassa, 2005) habla con poso de líder a pesar de su corta edad. Acaba de iniciar una nueva etapa. Este verano dejó el Espanyol, que lo fichó siendo alevín y con quien llegó a debutar con el primer equipo -dejando imágenes icónicas- para viajar hasta Catar. Apostó por el Al-Arabi para seguir creciendo jugando y hacerlo rodeado de estrellas como Verratti o Rafinha.

El central, uno de los más prometedores de las próximas camadas de España, se sienta con Relevo para hablar sobre sus primeros pasos en el mundo del fútbol, su liderazgo -en el campo y en las aulas-, presente y futuro.

Tienes 18 años y ya has debutado en Primera, has cambiado de continente y juegas rodeado de estrellas. Pero ¿cómo empezó todo? ¿Cuál es el primer recuerdo que tienes jugando?

Mis inicios los recuerdo ya en un campo de fútbol, con las botas, con la equipación. Empecé en un equipo que se llama Pueblo Nuevo de Terrassa y estuve ahí unos años y la verdad es que disfruté muchísimo. Luego fui al Jàbac. Ahí empecé a jugar más como central. Fue una experiencia muy bonita también, todavía mantengo contacto con muchos amigos de aquella época.

¿Qué fue lo que te enganchó al fútbol?

A mi padre le gusta el fútbol. A mi madre no tanto, pero mi padre sí que lo sigue. Y la verdad no recuerdo el porqué de esas ganas de jugar. A veces le pregunto a mi madre y me dice que cada día le preguntaba si me podía apuntar en algún equipo para empezar a jugar. Pero no recuerdo el porqué, ni cómo, ni cuándo. Sólo que quería jugar.

Yendo a tu etapa escolar, un año atrás una compañera de clase nos explicó que le hacían bullying en la escuela y que tú eras quien te imponías para que la dejaran en paz. ¿Te acuerdas de aquello?

Sí, estábamos en la misma clase. Recuerdo que era muy sensible. Tenía un carácter muy sensible. Era un poco tímida. A veces en clase y en el cole sí que sufría un poco. Yo tenía una muy buena relación con ella e intentaba estar a su lado. Ella lo recordará como una época no tan buena, pero la verdad es que tenía una muy buena relación con ella y lo pasábamos bien.

Los valores del deporte también sirven para el día a día.

Sí, está claro. Son valores que uno tiene y yo creo que el fútbol ha ayudado también a que aparte de mi familia y de mi entorno a tener esos valores y ese carácter. El fútbol siempre ayuda.

Marcaste el camino de muchos canteranos del Espanyol, escalando etapa a etapa para terminar debutando en el primer equipo. ¿Hubo algo o algún entrenador que te marcara en especial?

La verdad es que todos los entrenadores que he tenido, todos, sin excepción, me han ayudado muchísimo y los recuerdo con mucho cariño. Ha habido momentos muy difíciles y momentos que han sido muy felices también. No sé si me podría quedar con uno ahora. Todos han ayudado a que yo llegue a donde he llegado y que sea la persona que soy ahora.

Debutaste en San Mamés. ¿Cómo recuerdas la semana previa? ¿Qué compañeros te apadrinaron?

Desde el primer momento tuve una muy buena relación, un vínculo muy personal, con Cabrera. Me ayudó muchísimo y ahora es un amigo para mí. Sergi Gómez también me ayudó muchísimo en esa etapa. Recuerdo el debut con nervios. Estaba muy impactado, sobre todo por el estadio y el ambiente de San Mamés. Me pareció una locura. Los momentos antes de entrar, recuerdo que estaba calentando y se lesionó un compañero y me tocó entrar a mí con mucha prisa, muchos nervios. Lo recuerdo con mucha felicidad. Además, ganamos. Fue un día brutal, la verdad.

¿Viajaste con la idea de que igual debutarías?

Durante la semana yo veía posibilidades de jugar porque la semana anterior expulsaron a Sergi Gómez. Estaban Calero y Cabrera y el único que quedaba después era yo. Me iba mentalizando, veía posibilidades de jugar. De hecho, durante la semana o el día anterior, Sergi Gómez me dijo que estuviera mentalizado, que podía ser el día. Y así fue.

Habla bastante bien de Sergi y de Cabrera que, siendo también centrales y competencia, fueran los que te acompañaran.

Sí, sí. Dos personas increíbles. En el vestuario del Espanyol, la verdad, todos muy buenas personas. Hablo muy bien de ellos.

Posiblemente, el mejor recuerdo que tienen los pericos de ti es la celebración de aquel gol en San Mamés. Con 17 años pediste cabeza a tus compañeros tras el 0-1. Un gesto de líder.

Sí, sí, me sorprendió bastante todo el impacto que tuvo. Me salió natural en ese momento. Sí, es verdad que estaba debutando, pero ese gol significaba la victoria en San Mamés y contra el Athletic. No se nos podía escapar eso y por eso me salió de dentro que tuviéramos cabeza, ese partido no se nos podía escapar.

¿Has sido siempre líder en tus equipos? Por lo que representa el gesto, ¿te sientes un líder natural?

Sí, yo me considero un líder. Es verdad que he ido evolucionando y aprendiendo que no siempre se lidera hablando. Hay muchas maneras de liderar, pero sí, me considero un líder.

¿Todavía sigues esos partidos del Espanyol desde Catar?

Sí, sí, los sigo.

Recientemente, en el desplazamiento a Cartagena, hubo insultos racistas a Omar. Precisamente un compañero que también debutó aquella tarde en San Mamés.

Sí, lo vi y me parece lamentable que sigan pasando estas cosas. La verdad es que no tiene sentido. Está muy bien, por ejemplo, que el árbitro activara el protocolo contra el racismo. La verdad es que me parece una muy buena idea. Y bueno, ya lo dijo Omar, que no puede ser que sigan pasando estas cosas aún en el siglo XXI.

Llegando ahora a tu etapa actual en Catar. Fichaste en agosto, llevas ya allí unos meses. ¿Cómo te estás sintiendo?

Muy bien, muy bien. Respecto a la ciudad, las personas... todo muy bien. Me está resultando muy fácil la adaptación. No me he ido solo tampoco. Está mi familia conmigo y siempre es más fácil con ellos.

¿Te habría dado más vértigo dar el salto sin tu familia atrás?

Sí, habría sido mucho más difícil. Está claro. Al principio fue difícil tomar la decisión. Pero luego me fui mentalizando de que iba a ser un cambio muy grande, que todo iba a cambiar. La verdad es que me estoy adaptando muy bien y de momento no estoy echando mucho de menos a mi ciudad. Supongo que es buena señal, pero al principio costó.

¿Cómo es compartir vestuario con jugadores como Verratti o Rafinha?

Es una experiencia increíble. Son jugadores de primer nivel y de los que voy a aprender muchísimo en esta etapa. Además ambos hablan español, tenemos una buena relación.

¿Y cómo es el hecho de juntar distintas culturas dentro del vestuario? 

Aquí se vive todo con mucho respeto. Se respeta mucho la cultura de fuera, de otros países. Está muy bien que se respete tanto las culturas. Hay mucho respeto.

En su día mucha gente se marchó a China. Estos últimos años, también a Arabia o Catar. Futbolistas como Jonathan Viera o Tévez, que venían de familias humildes, reconocieron que en gran parte era porque el dinero solucionaba la vida de su familia. ¿Crees que existe un tabú al hablar de dinero en este tipo de movimientos?

No creo que sea ningún tabú. Tomar la decisión de ir a estas ligas es, entre otras cosas, lo económico. Pero luego también buscas seguir madurando y experimentando muchas otras cosas a nivel personal y futbolístico. Cada uno es libre de hacer lo que quiera.

Has vuelto a ir con la Selección a pesar de estar en Oriente Medio, igual que Laporte con la absoluta. ¿Crees que en un futuro os puede cerrar las puertas el jugar tan lejos de España? 

No, yo creo que debería valorarse aunque el rendimiento del jugador se juegue en Arabia, en Catar o en cualquier país fuera de Europa. El fútbol no se juega solo en Europa. Yo lo veo muy bien, que se siga valorando y juzgando al jugador por lo que hace, aunque no siga en Europa.

¿Cómo se vive desde dentro la inversión que están haciendo en el fútbol?

Lo vivimos normal. Somos profesionales, nos dedicamos a ello y nosotros de lo que nos preocupamos es de jugar al fútbol. A lo que digan de fuera no le damos mucha importancia.

Un tema de debate en la actualidad es la elección entre Marruecos y España. Llega un momento en el que hay que decidir. Se ha hablado de Brahim, Lamine, Ilias… De momento juegas con España, ¿te has planteado cómo será en un futuro?

Bueno, eso dependerá del momento en el que llegue y cómo esté. Se hablará con la familia y se tomará una decisión. Yo de momento estoy con España y estoy muy bien, muy contento.

¿Y en esa decisión, la familia pesa?

Sí, sí, está claro. Para mí en mi caso, en el momento que llegue, no sé qué decidiré. Si es que llega. Pero la familia tiene peso, está claro.

Ahora estás en Catar viviendo tus primeros meses, yendo con la selección, con un gran futuro... ¿En cinco años dónde te ves?

Hostia, vaya pregunta [ríe]. Qué complicado. En cinco años tendré 23, ¿no? Me veo disfrutando mucho del fútbol aún, seguro. Siendo muy feliz con mi familia y también jugando. No sé si seguiré en Catar, pero estaré disfrutando del fútbol seguro.