SELECCIÓN ESPAÑOLA

Luis Enrique siempre lleva razón

El seleccionador español ha demostrado con tiempo y resultados que acierta con sus apuestas, y Gavi es el gran ejemplo.

Gavi, en el partido contra Costa Rica./GETTY
Gavi, en el partido contra Costa Rica. GETTY
Rodra P

Rodra P

Todos tenemos derecho a cometer un error. Es más, todos tenemos derecho a cometer muchísimos errores. Uno de ellos fue dudar de Luis Enrique, ahora ya no el entrenador de moda, sino el líder espiritual de un país que este miércoles se frotaba los ojos mientras los goles caían. El 30 de septiembre de 2021 el público discutía a Luis Enrique.

El entrenador asturiano dio la lista que viajaría a la Final Four de la Nations League, y entre los nombres incluyó el de Gavi. Un niño de 17 años que apenas llevaba en su mochila seis partidos con el Barça. Luis Enrique no se lo pensó mucho: Gavi sería titular y lo haría con el número 9 a la espalda. Contra Costa Rica, y con 18 años, Gavi marcó un tanto precioso que coronaba la actuación de España y le elevaba como el goleador más joven de la historia de los Mundiales desde Pelé, en 1958.

Ya nadie duda. Ni de Luis Enrique ni de Gavi. Los dos han conseguido que a este país le entren las mariposas cada vez que juega la Selección. El libreto del técnico se reafirma. Una figura valiente, que afronta la vida sin nada que perder, hasta no perder ni sus partidos. Luis Enrique ha demostrado con tiempo y resultados que siempre lleva razón. Sus apuestas funcionan en un equipo mancomunado, en el que brillan trabajo y don.

Las apuestas de Luis Enrique

"No os leo porque creo que sé más de fútbol que la mayoría y porque tengo más información que vosotros. No hay una opinión que pueda leer que me pueda interesar". Así se refería Luis Enrique a la prensa, en octubre de 2021, el mismo mes en el que justo se debatió a Gavi. Las apuestas del ex del Barça empiezan por la portería y terminan en el gol.

Unai Simón apareció en la pasada Eurocopa desbancando a De Gea y sin el apoyo general. Le bastó con el de su entrenador. Unai además lo vivió todo en un partido, cuando falló contra Croacia y se rehízo con una actuación estelar. Desde aquel día nadie se pregunta quién ocupará la meta.

La última apuesta de Luis Enrique se vio ante Costa Rica: Rodri jugaría de central. Una posición inopinada para el centrocampista del Manchester City, que solo en contadas ocasiones ha jugado de defensa con Guardiola. Al seleccionador español le salió de diez el experimento, aunque avisó de cara al duelo contra Alemania: "A mí no me gusta mucho repetir".

En su lugar podría entrar Eric García. Otro de los innegociables del técnico nacional. "Algún día alguien contará de dónde viene este 'hate' conmigo", confesó el central en Relevo. Unas palabras que evidencian la nula confianza del público en el catalán, aparte de los fans del Barça. Luis Enrique siempre le ha mantenido en sus listas, y se le recuerdan partidos brillantes, como aquel en el que secó a Mbappé y a Benzema en la Nations League.

En el centro del campo la entrega por Pedri no tiene mérito, el crack de esta Selección y el nuevo Barça, que desde su irrupción fue capital para Luis Enrique. Arriba volvieron las dudas, para todos menos para el seleccionador. Dani Olmo, desde ligas muy alejadas de España y en la lista mundialista, tras llevar largos meses parado por lesión. El asturiano no titubeó: Olmo es vital en sus planes. Lo demostró con una gran Eurocopa y en el partido de estreno en el Mundial, con un control genial y su gol que todo lo abrió.

Asensio, otra de las grandes decisiones de Luis Enrique. En fondo y forma. Le convocó cuando menos contaba para Ancelotti y además le cambió de posición. Este miércoles rindió de falso nueve como si llevase toda la vida jugando en esa demarcación. La apuesta fue otro acierto, como insistir en Ferran Torres, que brilla con España y no lo hace con Xavi en el Barça. Lo plasmó con otro doblete; ya lleva 15 goles en 31 partidos con la Selección.

El entrenador asturiano no prioriza a los futbolistas que juegan siempre en sus clubes. Separa, entre ligas y selección. Y se lanza a por futbolistas versátiles, físicos, valientes y de buen pie. Que confían a muerte en la idea de su míster. Aún queda por ver el desenlace de su última apuesta: Ansu Fati, la bala que se guardó Luis Enrique para los momentos más quemantes, pese a confirmar que su nivel será una incógnita, por las secuelas de su lesión.