Segundo desastre de Jorge Vilda en Marruecos en cinco meses: fuera del Mundial Sub-20 en la fase de grupos

La aventura de Jorge Vilda al frente de Marruecos no está siendo un camino de rosas precisamente. El técnico español, que asumió las riendas del combinado africano tras su abrupta salida de la Selección española, ha vivido su segundo batacazo en apenas cinco meses y tras no clasificar al equipo femenino para los Juegos de París, ahora ha caído eliminado a las primeras de cambio en el Mundial Sub-20.

Encuadrada en el grupo de España, ya clasificada y a la que se enfrentará en la última jornada, Marruecos sumó su segunda derrota del torneo al caer contra Estados Unidos en el segundo partido de la fase de grupos. Un duelo que fue un monólogo del equipo norteamericano y en el que el equipo de Vilda se sostuvo por la actuación de su guardameta.

En el primer tiempo las africanas, dirigidas por el español Jorge Vilda, soportaron el chaparrón desatado por el equipo de las barras y estrellas. Pero, en tan sólo tres minutos del segundo tiempo, Yuna McCormack derrumbó las esperanzas de las marroquíes que alargaron su mala racha de no haber ganado un partido en sus participaciones en el Mundial Femenino Sub-20.

McCormack marcó con un remate a ras, muy difícil para la portera Fatima El Jebraoui que fue la clave para mantener a cero su portería durante el primer tiempo. Marruecos no despertó y sólo la falta de acierto del equipo estadounidense impidió un marcador más amplio en un partido que tuvo que esperar hasta su último minuto para ver un segundo tanto ante la alegría de los 1.880 espectadores que había en las gradas.

Con esta derrota Marruecos se despide del Mundial a falta del tercer partido de la fase de grupos en el que las de Jorge Vilda se enfrentarán a España, en la noche del sábado al domingo a las 1:00h, hora peninsular. Un balance de dos derrotas, cuatro goles en contra y ninguno a favor. El equipo de Sonia Bermúdez llegará a la cita con la clasificación bajo el brazo. Todo lo contrario que el combinado africano, con el que Vilda ha sufrido su segundo traspiés sonado en apenas cinco meses.