FC BARCELONA

Tres de las cuatro puertas que sacan a Dani Olmo de su laberinto le siguen ligando al Barça: "Es culé"

El delantero espera con cierta calma el desenlace este viernes de una situación que le dejaría libre y en el mercado.

Dani Olmo, en partido del FC Barcelona esta misma temporada. /GETTY
Dani Olmo, en partido del FC Barcelona esta misma temporada. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

A ojos de la LaLiga y -oficiosamente- de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Dani Olmo ya no puede jugar con el FC Barcelona en lo que resta de temporada. Este viernes, la entidad azulgrana espera una respuesta oficial de este segundo organismo, y pretende de nuevo ir a los tribunales si no le dan la razón por una norma a la que considera que se puede acoger para pedir la cautelar y que el de Terrassa y Pau Víctor puedan volver a ser inscritos. Ahora mismo, el futbolista ha vivido con una cierta calma esta situación aunque ahora surge la tensión, inmerso en un laberinto donde hay cuatro puertas de salida y tres de ellas, a corto o a medio plazo, le siguen ligando al Barcelona por paradójico que parezca.

Para entender el fichaje de Olmo por el Barça hay que rebobinar unos años atrás. El futbolista salió de la entidad en edad juvenil y se marchó rumbo a Croacia asesorado por su padre Miquel, exentrenador de Sabadell, entre otros, a vivir una aventura y proseguir su carrera por otra vía, después de que no notara la confianza de los técnicos del fútbol base azulgrana por aquel entonces. Culé de formación, siempre tuvo la idea en la cabeza de regresar al Camp Nou y triunfar, y justo hace dos años que lo exteriorizó a sus agentes. Y ellos se comprometieron a encontrar el momento. Y ese llegó este verano cuando el Barça buscaba reforzar el ataque y la opción Nico Williams era inviable.

Aunque no había mucha diferencia en el precio, el club azulgrana sabía que debía depositar ipso facto 58 millones a la sede de LaLiga para fichar al extremo vasco. En cambio, el Leipzig iba a tener un detalle con el de Terrassa y darle facilidades en la salida. Y así fue: la operación se cerró por un fijo de unos 50 millones más una serie de variables. El Barça pagaba a plazos para no lastimar más sus finanzas y Deco, el director deportivo, encontraba a un futbolista idóneo para el vértigo de Flick y capaz de potenciar al resto de atacantes.

El futbolista llegó al Barça consciente de que su inscripción dependía de una serie de factores, y siempre con la buena voluntad de creer en el positivismo de Joan Laporta. La lesión de Christensen abrió una oportunidad, pero esa posibilidad de no inscripción que en verano se comentó con la boca pequeña ahora es real. Olmo mantiene la esperanza porque él sigue queriendo triunfar en el Barça, jugar con Pedri -el compañero con el que mejor se entiende-, Lamine Yamal, Gavi y otros compañeros que también jugaron con él en la Selección en la Eurocopa. También prioriza seguir en España y, como puso Lamine Yamal en las redes sociales al mensaje del propio futbolista, "Dani Olmo es muy culé".

Esperando un juez o una decisión trascendental del atacante

La primera puerta es la que desea el Barça y el jugador. Que la RFEF contradiga a LaLiga y le permite jugar o que sea el juez el que le dé la cautelar a la demanda que presente el Barcelona por considerar que a ambos jugadores no se les debe tramitar una licencia nueva al continuar en el mismo club, por lo que este caso es excepcional y no se ciñe a la voluntad de la norma que se legisló en su día. En ese supuesto, ambos jugadores seguirían vestidos de azulgrana con esa cautelar, como en su día la recibió Gavi por otros motivos.

La segunda puerta es que el futbolista, que quedaría libre como estipula su contrato si finalmente no es inscrito en esta ventana, decida seguir en el Barça aunque sin competir. Se espera que la entidad, que está cerrando la venta de los palcos VIP y deberá además trasladarse al Camp Nou -a final de esta campaña o la próxima-, aumentará sus ingresos y podría, para añadir más madera, dar salida a jugadores con los sueldos más elevados como Frenkie de Jong o Robert Lewandowski (ambos acaban contrato en 2026). Un espacio que Olmo podría aprovechar sin problema para la siguiente temporada, pero con un peaje elevado en su carrera, que es el de no jugar en cinco meses.

La tercera puerta es de difícil resolución aunque podría adaptarse a los deseos del jugador si este caso no erosiona su confianza en el Barça. Dani Olmo, en condición de jugador liberado, pero con el compromiso de seguir jugando en el futuro en el Barcelona, buscaría un destino con una cláusula escapatoria a los seis meses, una experiencia en algún club de la Premier -sus agentes han estado estas Navidades allí- o de la Bundesliga, donde pueda seguir compitiendo hasta que en verano pueda decidir volver al Barcelona y cumplir su sueño de jugar en el club.

El adiós definitivo y la ruina para el Barça con dos pagos elevados

La cuarta puerta que da salida a su laberinto es la que lo aleja para siempre del Barcelona. El mediapunta, ya liberado -y además con la obligación de la entidad azulgrana de pagarle hasta 2030- podría firmar un contrato de larga duración -tiene 26 años- con cualquiera de los mejores clubes. En Europa están atentos porque saben que Olmo puede ser una gran oportunidad de mercado.

Mientras el Barcelona no agote todas las vías posibles, y cada vez son más remotas, Olmo no quiere pensar en otra cosa que no sea en su inscripción y en que podrá acabar la temporada de azulgrana y, en el siguiente curso, ser inscrito hasta la totalidad de su contrato, que expira en 2030. De no suceder eso, se le abren otras tres vías que todavía no ha analizado en profundidad y que podrían ser una sentencia para el club azulgrana en caso de que el futbolista decida romper para siempre... con la pérdida económica que le supondría al club: el pago íntegro de los 50 millones al Leipzig, el sueldo del futbolista y el adiós de una pieza clave para Flick. Un comienzo de 2025 inquietante en vez de esperanzador.