Ancelotti prevé un invierno sin fichajes y ya cuenta a Tchouameni como central

La directiva del Real Madrid mira con recelo al mercado de invierno. La plantilla se ha visto gravemente debilitada con las últimas lesiones, especialmente los cruzados de Dani Carvajal y Éder Militao, que se perderán lo que resta de temporada, Esto no parece alterar los planes de una directiva que no muestra predisposición a fichar en enero. No acaba de cerrar la puerta, pero las opciones y, sobre todo, el precio a pagar por ellas, no seducen a la entidad. Con este panorama, Ancelotti empieza a resignarse y prevé acabar el curso con lo puesto.

El italiano conoce al dedillo cómo funciona la directiva en esta clase de situaciones. Lo ha vivido en los últimos mercados, en los que las incontables lesiones no han alterado ni un ápice el plan establecido. Él, como hombre de club, no ha alzado la voz ni se ha metido en polémicas en rueda de prensa. Al contrario, siempre ha seguido el discurso que le dictan desde la directiva sin añadir ni una coma.

No va a ser diferente ahora. Ya ha dejado entrever en alguna rueda de prensa que no piensan en fichajes. A todos les gustaría reforzar la plantilla, pero no están dispuestos a entrar en el inflado mercado ni a contratar parches que comprometan la dirección deportiva de los próximos años. Por ello, desde el club animan a buscar soluciones en casa, empezando por una cantera en la que ni Carletto ni siquiera la propia entidad confían, pero que aparece como un salvavidas al que agarrarse para desviar la atención ante la falta de refuerzos.

Ancelotti, que quiere dar paso a los jugadores de la casa pero prefiere hacerlo de manera controlada y sin exponerlos demasiado, busca en su plantilla la manera de sobrevivir. El nombre que marca en rojo es el de Aurelien Tchouameni, que va a actuar como central de aquí al regreso de Militao. Más allá de la fulgurante irrupción de Raúl Asencio, que como informó Relevo formará parte de la primera plantilla y ya se habla con su entorno para mejorarle el contrato, el francés apunta a acompañar a Rüdiger en el centro de la zaga lo que queda de curso.

Si bien es una decisión de emergencia, se intuía con la confección de plantilla que quedó tras el verano. El fichaje frustrado de Leny Yoro obligó a recolocar las piezas, dejando a Tchouameni como tercer central incluso por delante de un Vallejo que trata de sumar pero que sigue sin demostrar fiabilidad. Ancelotti le ve condiciones para la posición por su capacidad de ganar duelos, además de aprovecharlo en salida de balón.

El beneficiado de este cambio será Eduardo Camavinga, que con el cambio de rol de su compañero podrá aparecer más en el pivote, su posición preferida. Ancelotti no acaba de verle como la opción ideal para el puesto, pero entiende que no hay mejor momento para que gane experiencia y le ve con talento para manejar la pelota en la medular junto a Valverde y Bellingham.

No se cierra la puerta a llegadas, pero cada día que pasa resulta más improbable que suceda. Duelos como el de Anfield marcarán el paso de un equipo que tendrá que reinventarse hasta enero y esperar a ver qué decide el club. Lo que se da por hecho es que hasta final de temporada Tchouameni será un central más y junto a Rüdiger deberán mantener la zaga blanca.