REAL MADRID

La avalancha de ofrecimientos y rumores llega a Valdebebas ante un Real Madrid que sigue indeciso

Aunque aparecen nombres cada día de cara al mercado de invierno, la directiva sigue barajando si fichar o no.

Florentino Pérez./Agencias
Florentino Pérez. Agencias
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Los rumores sobre fichajes en el Real Madrid están a la carta cada día. No sólo en los meses calientes antes o durante los mercados, sino que prácticamente todo el año se publica información sobre jugadores que supuestamente interesan. Algún aventurado se anima a ir un paso más allá utilizando adjetivos como "cercano", "inminente" o "caliente" pero la realidad de la mayoría de estas informaciones obedecen más a intereses particulares que a una realidad consolidada.

En este momento de crisis del Real Madrid, en el que los resultados no llegan y, sobre todo, la plantilla se debilita notablemente por las lesiones, los nombres de futuribles se multiplican. Laporte, Tah, Hato, Sergio Ramos, Mosquera... una retahíla de posibilidades que obliga al lector a separar el grano de la paja. Porque muchos de ellos ni siquiera fueron tenidos en cuenta mientras que otros se trabajan en la sombra.

La realidad que quiere vender el club, por lo menos a algunos agentes que han contactado con ellos en privado, es la de que todavía no está claro qué pasos se van a seguir. Que los próximos resultados y la adaptación de ciertos futbolistas de la plantilla a otros puestos marcarán el devenir del mercado de enero. Porque entran en juego muchos factores como las posibilidades reales, el dinero o los perfiles ideales, y siguen pensando que acertar en invierno es mucho más difícil que en verano. Si no se encuentra nada que guste de verdad, no se fichará.

Ancelotti no descarta fichar, aunque prefiere la estrategia del año pasado.EFE

Pero esto no quita que en Chamartín estén preparando el terreno. Resulta evidente que faltan nombres y en un marco ideal, con dinero de sobra y grandes atractivos a los que atacar, seguro se ficharía. En cambio, el Madrid trabaja precisamente en no fallar. Encontrar a un jugador que se adapte a sus parámetros y que no le estafen en el intento. Se han establecido contactos con ciertos nombres, de forma directa o a través de intermediarios.

Mientras tanto, los móviles de Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y Juni Calafat no paran de sonar. Los ofrecimientos se multiplican, con agentes que tratan de aprovechar la apretada situación para 'colar' a uno de los suyos. La mayoría de estas llamadas se cortan con un "gracias, lo tenemos en cuenta". Algunos se valoran mínimamente, otros ni eso. El Madrid controla los nombres más importantes del mercado y si aparece uno por sorpresa que puede encajar, se incluye. Pero en cualquier caso, los objetivos están claros.

Los agentes e intermediarios no sólo llaman a Valdebebas. En los medios también son días de mucho movimiento. De filtraciones que relacionan a ciertos futbolistas con la entidad merengue, sea o no verdad. Lo importante es que el nombre aparezca, ya sea para negociar una renovación o para colocarlo en el mercado. Todo jugador que interesa al Madrid adquiere de forma mágica un estatus de estrella.

Sucede algo similar con los jugadores de la cantera. Da igual que hayan hecho 20 entrenamientos con el primer equipo o ninguno, se convierten en alternativas para sustituir a Carvajal, Militao o Tchouameni. Futbolistas prácticamente adolescentes de los que el club y Ancelotti no suelen tirar pero que tratan de aprovechar la oportunidad tirando de la ilusión de la gente, que espera cada año el regreso de 'La Quinta del Buitre'. Y si no se da el caso, siempre se podrá decir eso de que "el Barcelona aprovecha mucho mejor su cantera".

Quedan muchas semanas de rumorología. En la directiva saben convivir con esto y también participan en el juego con estudios de opinión respecto a algunos futbolistas. Saben perfectamente qué filtrar y qué no. Pero la realidad sólo se sabrá a partir de enero, cuando el equipo mueva ficha por un fichaje o se quede como está, una opción que no está ni mucho menos descartada.