La presencia de Marcelo en un partido de la cantera del Real Madrid paraliza Carabanchel y provoca hasta una invasión de campo

Mientras el primer equipo del Real Madrid se enfrenta este domingo (18:30) al Leganés en Butarque, Marcelo, el que fue lateral izquierdo del club blanco hasta hace algunas temporadas, paralizó Carabanchel, a sólo nueve kilómetros del feudo pepinero. El brasileño rescindió su contrato con Fluminense después de protagonizar un encontronazo con Mano Menezes, su técnico, en el partido ante Gremio. Desde entonces, y sin equipo, el defensa de 36 años está centrado en pasar tiempo con su familia. Precisamente bajo esa premisa acudió el sábado al encuentro que enfrentó al filial carabanchelero frente al Cadete A blanco en el que juega su hijo Enzo.

Marcelo, fiel seguido de la cantera merengue y, en especial, de los equipos en los que milita su hijo Enzo, ahora de baja por unos problemas en la espalda, se personó en el La Mina, estadio que acogió el duelo entre el Carabanchel y el equipo blanco, y acabó rodeado de gente y móviles. "Marcelo, Marcelo.... Una foto, por favor", gritaban los allí presentes al término del partido, que finalizó con un marcador de 0-2 para los visitantes.

Durante el encuentro, Marcelo, su hijo Enzo y el resto de integrantes de su familia se situaron al otro lado de la grada principal de La Mina, buscando pasar desapercibidos y disfrutar del choque. No obstante, los aficionados presentes en el estadio, desde la distancia, se percataron de su presencia y decidieron cruzar el terreno de juego para poder fotografiarse con él. La invasión de campo fue total, con decenas de personas esperando para inmortalizar al brasileño en Carabanchel.

Sin embargo, la salida fue casi peor. Después de que el Cadete A blanco consiguiese un sólido triunfo en La Mina, Marcelo volvió a darse un baño de masas. La seguridad del estadio, consciente de lo que había ocurrido minutos antes, intentó sacarle por detrás. Pero, ante la cantidad de gente, el intento fue en vano y los móviles volvieron a ser protagonistas, con el brasileño rodeado, de nuevo, de gente. Incluso el breve camino hasta su coche se prolongó más de la cuenta, con dos miembros de seguridad, uno a cada lado, escoltándole. Pese a lo complejo de la situación, por momentos también surrealista, el lateral zurdo lo encajó con alegría, tal y como se aprecia en los vídeos que ya circulan en redes sociales.

La presencia de Marcelo en La Mina responde a su reciente rescisión con Fluminense. El brasileño, a quienes los medios de comunicación han relacionado con varios clubes desde entonces, se encuentra sin equipo, a la espera de tomar una decisión que le permita dar sus últimos coletazos sobre el césped. Mientras tanto, ha decidido emplear todo su tiempo en su familia.

Su hijo Enzo (2009), una de las grandes esperanzas de La Fábrica (el Madrid le pegó un subidón de dos categorías en verano) y, también, de las categorías inferiores de la Selección española, se encuentra, ahora mismo, de baja por unos problemas en la espalda que no han remitido. No obstante, el delantero, que destaca por su instinto goleador y condiciones físicas, es considerado uno de los mayores talentos de la cantera blanca.